Agencias de viaje y operadores de turismo sostenible - un pilar principal del sector turístico “el nuevo petróleo” del país - están en peligro de extinción como consecuencia de la crisis económica originada por la pandemia, según la última encuesta de la Asociación Colombiana de Turismo Responsable (Acotur).
Esta asociación, que agremia 114 empresas del sector turístico que operan principalmente en los territorios más apartados del país y que representan una importante fuente de ingresos a las comunidades locales donde prestan sus servicios, al año, las ventas conjuntas superaron los 265.000 millones de pesos y movilizamos cerca de 396.000 turistas de los cuales 277.000 fueron extranjeros.
Con una compleja situación operativa y financiera, y como resultado directo de cuatro meses de cero ingresos, pérdidas masivas del sector y con un futuro incierto, están enfrentando un momento crítico.
“El turismo responsable es una industria clave para el desarrollo local de Colombia, la construcción sostenible de paz y para cambiar la narrativa que tiene el mundo sobre el país. Es una industria que premia la conservación natural y cultural, y logra crear un sustento sano. Sin tener que destruir ecosistemas ni acentuar la desigualdad. Es el momento para que el gobierno invierta en su futuro y no lo deje morir lentamente,” dice Rodrigo Atuesta, presidente de la Junta Directiva de Acotur y CEO de Impulse Travel.
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“Cada una de las 114 empresas Acotur estamos comprometidas con las comunidades en las que trabajamos y estamos haciendo un esfuerzo monumental para mantener y apoyar a nuestros empleados y aliados en las regiones, pero necesitamos más apoyo específico para el sector para poder seguir ayudando. Muchos de los beneficios otorgados a las empresas ya se están terminando porque muchas volvieron a trabajar, pero la apertura del turismo aún es incierta”, afirma Isabel Palacio, Vicepresidente de la Junta Directiva de Acotur y Gerente de Hoteles de Costa a Costa.
“En la medida que la mayoría de sectores económicos en el país han abierto y que el Turismo todavía demora en poder generar ingresos, es necesario que se destinen nuevas ayudas para nuestro sector y así evitar mayor pérdida de empleos y posibles cierres de empresas”, comenta Hernán Acevedo, gerente de Peak DMC Colombia, parte de Intrepid Group.
Para poder navegar la crisis económica, Acotur está solicitando los siguientes beneficios tributarios y ayudas del gobierno.
- Subsidio a la nómina hasta el mes de diciembre de 2020.
- Línea directa de créditos de fomento al turismo:
a. Plazo de 8 años, con 2 años de gracia.
b. Garantia del 90% al 100% por FNG.
c. Créditos con tasa fija, máximo IPC. Sin penalidad de pronto pago.
d. Para capital de trabajo y sustitución de pasivos.
- Incentivos tributarios para la recuperación.
a. Exención IVA e Impoconsumo al turismo nacional por 18 meses.
b. Exención de renta por 5 años para las empresas turísticas que ya existían al inicio de la pandemia.
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Hasta la fecha las ayudas destinadas al sector no han tenido gran impacto en los balances de las empresas. De los créditos especiales de alivio promovidos por el gobierno y Bancoldex, únicamente el 40 % consideraron este apoyo como una posibilidad. De las que aplicaron, el 52 % fueron rechazadas por los bancos. Del 48 % que fueron aceptadas, a la mitad les aprobaron un monto inferior al solicitado.
La asociación estima que sus empresarios tienen un promedio de tres meses antes de una extinción masiva en el sector. “Antes decía que íbamos a ser el nuevo petróleo, ahora veo que el turismo está siendo relegado en la lista de prioridades para la reactivación de la economía. Estamos pidiendo claridad del gobierno para poder seguir con un sueño y compromiso colectivo de convertir Colombia en un destino número uno en turismo sostenible de la región”, confirmó Rodrigo Atuesta.
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