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¿Se encarecerá viajar a Colombia? La exención de IVA para turistas extranjeros, que durante años fue una herramienta para atraer visitantes internacionales, está a punto de desaparecer. El Gobierno propone reformarla con un modelo más estricto de control tributario. ¿Qué ganan y qué pierden el país y el sector turismo?
Hoy en día los servicios turísticos (como alojamiento y paquetes) utilizados por no residentes están exentos del IVA del 19%. Esta medida fue diseñada para hacer más competitiva la oferta turística nacional frente a destinos de la región.
Sin embargo, el Gobierno argumenta que este beneficio también ha abierto la puerta a prácticas irregulares, ya que su control ha recaído en los prestadores de servicios. En algunos casos, se ha omitido el registro fiscal correcto, afectando la transparencia y facilitando la evasión de impuestos.
¿Qué cambiaría con la reforma?
La reforma propone eliminar esta exención y cobrar el IVA del 19% también a turistas extranjeros, al igual que a los residentes. Pero con un giro importante: se fortalecería el sistema de devolución del IVA para quienes realmente visiten el país.
Este modelo ya se usa en otros países: el turista paga el impuesto al momento de consumir el servicio y luego puede solicitar la devolución cuando abandona el país, por vía aérea, terrestre o marítima.
¿Se vería afectado el turismo extranjero?
Según cifras del Gobierno, no habrá un impacto negativo importante en el turismo internacional, por varias razones:
- El 70% de los huéspedes en Colombia son nacionales, y la medida no los afecta.
- El gasto en alojamiento representa solo el 15,6% del gasto total de los turistas extranjeros.
- En viajes largos (como los que hacen quienes vienen del exterior), los precios tienen poca influencia en la decisión de viajar, según estudios internacionales.
El Gobierno sostiene que, además, en los últimos años el sector ha mostrado una recuperación notable. En 2024, el valor agregado del turismo fue 60,9% superior al registrado en 2019, antes de la pandemia, y las exportaciones de servicios turísticos crecieron 13,2% en ese mismo año.
La propuesta también busca fortalecer la trazabilidad y el control fiscal de estos beneficios. Al pasar el control del incentivo de los prestadores de servicios a la DIAN, se reduce el riesgo de que el beneficio sea mal utilizado o se aplique a personas que no cumplen con los requisitos.
En palabras simples, todos los consumidores pagarían el IVA por los servicios turísticos consumidos en Colombia, pero los turistas no residentes podrán recuperar ese valor posteriormente si cumplen con los criterios establecidos.
El Ejecutivo ha insistido en que la reforma no busca desincentivar el turismo, sino mejorar la eficiencia y equidad del sistema tributario, sin dejar de ofrecer un beneficio a los viajeros internacionales.