El poder del arrullo

Cantarle al bebé desde que nace es una tradición que ha sobrevivido por décadas. En todo el mundo las mamás tararean arrullos y melodías con un sorprendente efecto tranquilizador.

Por Redacción Mi Bebé*

28 de enero de 2015

123.rf / 123.rf

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Desde que el mundo es mundo, se sabe que en varios rincones y sin distinción de raza o religión, las mamás suelen cantar a sus hijos dulces canciones de cuna, y en cada región se reconoce su efecto calmante.

Para la fonoaudióloga Lisa Carvajalino cantarle al bebé desde el vientre materno es una rutina muy importante, que las madres continúan durante los primeros meses de vida. “Las canciones de cuna son una interacción entre el adulto y el bebé, que crea condiciones favorables, permite anticipar acontecimientos y es un paso esencial para desarrollar intencionalidad comunicativa”, explica.

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¿Cómo cantarle?

La mejor manera de hacerlo es que el estímulo auditivo sea proporcionado por los padres, para crear una comunicación efectiva, pero si los papás sienten que no lo saben hacer, porque creen que no tienen un voz melodiosa, entonces ese estímulo se puede dar con temas musicales de corta duración, preferiblemente sonidos de instrumentos.

El ritmo melódico y casi monótono de las canciones de cuna tienen mejor efecto si se acompañan por un ritmo físico, como mecer al bebé. Según la experta, con este estímulo, el bebé va adquiriendo conocimiento acerca del contexto y del adulto a través del ritmo corporal y del estímulo auditivo proporcionado, lo cual da inicio a la adquisición del lenguaje, generando un intercambio de gestos y movimientos entre el adulto y el bebé.

Oído y desarrollo

- Durante los primeros dos meses los bebés son extremadamente sensibles, por tal motivo no toleran los tonos graves y es por esto que prefiere los agudos, es decir las voces femeninas, pero necesita tiempo para dar sus respuestas.

- La música beneficia el desarrollo cerebral y este estímulo se puede proporcionar incluso antes del nacimiento debido a que el oído está completamente formado desde el quinto mes de gestación, y el feto reacciona a los sonidos a partir del sexto mes.

- Existe una memoria fetal por lo que los estímulos auditivos escuchados durante el embarazo tranquilizan al bebé después de nacer. Las experiencias auditivas durante el desarrollo postnatal temprano son importantes en el desarrollo cerebral.

- Los arrullos y las canciones, además de tranquilizar, contribuyen a un vínculo afectivo entre padres e hijos, que es fundamental en la construcción del desarrollo cognitivo del bebé, debido a que así se fortalecen las bases para el posterior desarrollo del lenguaje y la adquisición del código lingüístico.

Consejo Mi bebé

El tono cariñoso de una voz, así no sea la más afinada, hace sentir al bebé querido y cuidado.
 

*Asesoría: Lisa Fernanda Carvajalino Villamil /Fonoaudióloga

Por Redacción Mi Bebé*

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