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Con el auge de vivir sanamente, hacer ejercicio, tomar agua y comer lo más natural posible, los productos orgánicos han tomado gran protagonismo. Para cientos de expertos en materia agrícola, esta tendencia es una oportunidad de lujo para Colombia como país productor, que no se está aprovechando. Al respecto, Ruth Rodríguez Andrade, docente del programa de Zootecnia de la Universidad de La Salle, hace un análisis del desempeño del país en este nicho de mercado.
¿Cuál es la definición de producto orgánico?
Aunque parece obvio, no lo es, porque aquí a cualquier etiqueta le escriben producto orgánico. Así que el primer paso es definir qué se entiende por orgánico. En ese sentido, usamos la definición del Ministerio de Agricultura, que define la producción orgánica como un sistema que promueve la producción ambiental, social y económicamente sostenible de alimentos. Y para el comprador del supermercado, debe saber que llamamos orgánico a un alimento libre de pesticidas, transgénicos y químicos.
¿Cómo responder a las tendencia Crudivegana y Km0?
Lo primero es aclarar los conceptos. Los crudiveganos son personas que siguen una alimentación a base de frutas, verduras, semillas y germinados, que nunca calientan sus alimentos a más de 41 grados centígrados para garantizar que los nutrientes no se pierdan por exceso de temperatura. Y los Km0 son productos adquiridos a un productor local garantizando que no se contribuyó a la contaminación atmosférica con el desplazamiento del producto, como ocurre al llevarlos a las grandes ciudades.
Dicho lo anterior, Colombia afronta un enorme reto para lograr desarrollar un mercado que todos sabemos que tiene un potencial de crecimiento gigante, así como también sus reglas del juego, porque las generaciones actuales buscan nutrición, sostenibilidad y promesas de producto que sean reales y no sola publicidad.
¿Cuál es el top 5 de los productos colombianos a la fecha?
Colombia se destaca en la producción orgánica de productos como café, con algo más de 10.000 hectáreas; palmito, con alrededor de 7.000 hectáreas; frutas tropicales, con aproximadamente 1.500 hectáreas, además de cacao y caña de azúcar, con valores inferiores a las 500 hectáreas.
¿Se puede decir que es un sector por desarrollar entonces?
Aún falta desarrollar muchísimo más el mercado de productos de la leche y sus derivados, carne y sus derivados y huevos, debido a los trámites exigidos para su fabricación y los costos para su comercializarlos con los estándares de calidad exigidos en la reglamentación del país.
¿Cuál puede ser una experiencia nacional exitosa en la actualidad?
En Colombia existen experiencias exitosas, especialmente en agricultura orgánica, a nivel de producción animal. La experiencia más exitosa es lo que hoy por hoy se conoce como la gallina feliz. También existe la intención del Estado por favorecer este tipo de producciones con resoluciones, como la 148 de marzo de 2004, que creó el Sello Único Nacional para alimento ecológico.
¿Cómo son las ventas en mercados internacionales?
Los países con mayores ventas en productos orgánicos son Estados Unidos, con US$9.140 millones en 2007 y un pronóstico de crecimiento de 44,7% a 2012. Reino Unido, con US$ 2.240 millones y una proyección de crecimiento de 45,6%. Y Alemania, con US$1.913 millones y posibilidades de crecimiento de 13,7%. Siendo estos mercados potenciales para las empresas colombianas que quieran buscar mercados para exportar productos orgánicos en el mediano plazo.
¿Cuántas hectáreas hay disponibles en América latina y cómo estamos nosotros?
Teniendo en cuenta que en América Latina para el año 2016 contaba con 6.8 millones de hectáreas, de las cuales Argentina aporta 3.1 millones, seguida por Uruguay con 1.3 millones y Colombia está en el décimo lugar de la lista con 31.621. Es necesario decir que, según los números, el país ocupa el puesto 63 a nivel mundial en cantidad de hectáreas disponibles.
Ahora, en una escala de 1 a 10, hoy Colombia se raja con una calificación de 4 en la producción de orgánicos, a pesar de contar con un potencial de más de 21 millones de hectáreas viables en producción orgánica. La invitación es a unir esfuerzos desde la academia, los productores y comercializadores para crecer exponencialmente en este campo.