Uno de los momentos más emotivos de la histórica noche llegó cuando Emilia interpretó "Perfectas", el sencillo que da cierre a su más reciente EP homónimo. Este trabajo, descrito como el más conceptual y vulnerable de su carrera, desafía los géneros y cuestiona el mito de la “mujer perfecta” no con respuestas, sino con preguntas, contradicciones e incomodidad. En vivo, la artista transformó esa crítica irónica y cargada de hiperfeminidad en una interpretación íntima y poderosa, que reflejó tanto la presión y las expectativas que enfrentan las mujeres—sobre todo bajo los reflectores—como el conflicto personal que esto genera. Fue un instante en el que la música dejó de ser solo espectáculo para convertirse en confesión.