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‘Joker’ (2019), muchos la amaron, otros la odiaron, pero todos podíamos estar de acuerdo con que había algo. Lo que fuera, pero algo. En ‘Joker 2′ no hay nada. Es una película vacía, forzada, desastrosa y desesperante, en el mal sentido de la palabra. Porque hay producciones que desesperan y son un logro cinematográfico, ej: ‘Uncut Gems (2019). Esta solo genera fastidio.
Es un claro ejemplo de que todo en exceso es malo, incluso la creatividad. Una idea que se transformó en un mal chiste. Un exceso de intervenciones musicales sin sentido. Estoy impactado como un producto puede hacer que te de fastidio escuchar a la mismísima Lady Gaga cantar. En lo musical, un icono. Era más difícil embarrarla, pero Todd Phillips decidió amanecer creativo costara lo que costara, incluso su propio legado.
‘Joker 2′ es un constante autosabotaje. No se permite a sí misma ser buena. Cada vez que la película lograba atraparte y tener un destello de esperanza, era inmediatamente interrumpida por un número musical. Además, con intervenciones musicales que no aportan en la narrativa, pero sí te desconectan de esta. No hay canción que desarrolle, transmita o encante.
Después de tanta canción innecesaria, el sentimiento que perdura es el fastidio. Ya no quieres escuchar una melodía más. Es la misma sensación de cuando estás enganchado con un video de YouTube y es interrumpido por una publicidad cada ocho minutos. Cuando en una fiesta el DJ decide poner una canción quemada. Cuando en una reunión social alguien decide sacar una guitarra para cantar Lamento Boliviano o Wonderwall. Ustedes me entienden.
Sin embargo, la idea de un musical tenía potencial porque en un principio fue presentada como números musicales siendo pensamientos intrusivos. Tenía todo el sentido del mundo, porque precisamente eran intervenciones que no debían estar ahí. Así como un pensamiento intrusivo, una realidad alterna. Que la música fuera el detonante de una mente desquiciada era una gran idea. Pero la película se encapricha con la música y también la presenta como la realidad del protagonista, no son un invento de su cabeza. Se notó la obsesión por crear una buena escena musical.
First clip from one of the musical sequences in ‘JOKER 2’
— DiscussingFilm (@DiscussingFilm) October 4, 2024
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Pero basta de la música, porque pareciera que no me gustan los musicales. La primera película funcionó porque fue mucho más que su historia y protagonista. Fue salud mental, empatía conflictuada, desigualdad económica, protesta, política, como la sociedad puede sofocar al peatón común...tiene tantas cosas que puede flotar por sí sola sin llamarse Joker, un personaje de DC Comics. ‘Joker 2′ tiene la profundidad de un charco, con un romance que a nadie le importa. Solo es posible terminarla, porque uno no se quiere quedar con la duda de como termina.
Le preguntaron a Joaquin Phoenix y Lady Gaga si la película era lo que esperaban y los dos se rehusaron a responder y sólo se rieron.
— Lady Gaga A Go Go (@GagaAGoGo_) October 3, 2024
Con su reacción, probablemente ni a ellos les gustó la versión final de la película. #Joker2
—🎥: @LGMonsterBlog
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Triste escribirlo, pero ni Joaquín Phoenix, ni Lady Gaga se destacaron en sus actuaciones. Se les veía incómodos en pantalla, sin química, jamás convencieron con su amor. Para Lee Quinzel, obsesión y para Arthur Fleck, propósito y salvación. La película desaprovecha el inmenso talento que tienen ambos.
No todo es malo. El juicio es lo mejor de la película y sería un gran cortometraje, si se retira el exceso creativo. Es desgarrador. Ver a Arthur Fleck responder por sus crímenes y reaccionar a los testigos es lo más cercano que estarás de la empatía. Además, la película tiene unas cuantas escenas con una gran cinematografía.
Finalmente, se le da la razón a quienes lo decían con la primera película, pero el uso del personaje y universo de DC es inútil. La película usa en vano nombres como Joker, Harley Quinn, Harvey Dent, Ciudad Gótica, entre otros. Joker 1 y 2 funciona sin ese título y no se explica su uso, más allá de finalidades de marketing y exhibición. Y no, no es porque “es diferente, no está peleando contra Batman”, es porque cada nombre está encima de un personaje vacío.
Esto deja un mal sabor en el legado de Todd Phillips y su Joker. Será difícil no acordarse de esta secuela al pensar en la franquicia y la genialidad de la primera película. No hizo feliz a cierto público con su primera obra y con la segunda perdió a quien sí había contentado. Autosabotaje, puro y duro.
✍🏼: Juan Camilo Hernández (@novelagrafica) es un creador de contenido de cine y TV.
