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Desde 1948 se han disputado 91 torneos del fútbol profesional colombiano. El campeón de la edición 92 se conocerá esta tarde, cuando se enfrenten Millonarios y Tolima, desde las 3:00 (Win Sports), en el estadio El Campín de Bogotá. Y en esos 73 años de historia solamente 50 entrenadores han salido campeones. De ellos nueve lo han conseguido con dos equipos diferentes y solamente dos celebraron con tres clubes: Gabriel Ochoa Uribe y Luis Augusto García. El doctor Ochoa, el estratega más laureado del balompié nacional, conquistó trece estrellas, con Millonarios, Santa Fe y América, mientras que el “Chiqui” alcanzó cuatro: dos con Millonarios, una con América y una con el Deportes Tolima.
Es precisamente el técnico bogotano, a punto de cumplir 71 años, el único que ha sido campeón con embajadores y pijaos. “Es un orgullo que vale la pena compartir”, le dijo a El Espectador horas antes del duelo definitivo de este domingo en el que solo hay una certeza: algún nombre se escribirá a su lado. Alberto Gamero, técnico de Millonarios, se consagró con el Tolima en la liga del primer semestre de 2018. Diez años antes había celebrado la primera estrella del Boyacá Chicó. Hernán Torres, artífice de la sufrida decimacuarta estrella azul, en 2012-II, ahora espera levantar el trofeo con el equipo ibaguereño.
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“Ambos entrenadores tienen carreras muy respetables, se han hecho a pulso y han logrado a través de los años que su trabajo sea reconocido”, admite el “Chiqui”, uno de los maestros de Gamero en su época de jugador. “A Alberto siempre le digo en broma que lo bajé de un palo y lo traje a Bogotá. No me sorprende lo que ha pasado en su carrera, porque siempre vio bien el juego. Futbolísticamente, nosotros lo criamos, con Darío Vélez y Gonzalo ‘Garrincha’ Guzmán”, explica.
“A Hernán, en cambio, lo tuve como futbolista unos pocos días no más, cuando pasé de Envigado a Medellín. Él estaba en ese grupo, pero yo tenía en mente a otros arqueros, entonces le di el pase y la opción para que fuera a jugar a otro lado. Es un hombre de personalidad y eso lo ha reflejado en los grupos que ha dirigido”, recuerda el profesor García, quien sigue muy de cerca la liga y especialmente las actuaciones de los clubes con los que tuvo relación.
“Uno los quiere a todos. A Santafecito por mi etapa de jugador y campeón en todas las categorías; al Quindío, que fue el primer equipo que dirigí; en el Medellín me fue muy bien, pero lo que hicimos en Millonarios fue muy importante: un bicampeonato en un torneo que por entonces era muy competitivo. Con los años se valora más todo eso. Teníamos un plantel maravilloso, con jugadores y personas muy serias y de jerarquía. Había grandes objetivos y obligaciones, pero también mucho compromiso de todos”, asegura sobre los títulos embajadores de 1987 y 1988.
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Pero también recuerda con nostalgia su paso por Ibagué y cómo logró la primera estrella tolimense: “Con ese equipo del 2003 pasó una cosa particular. Humberto Arias me prestó cinco jugadores del Cali y el senador Gabriel Camargo me los aceptó. Con ellos le ganamos la final por penaltis al Cali precisamente, un gran mérito y muestra de profesionalismo de los jugadores”.
De eso hace ya 18 años, pero la afición vino tinto y oro no olvida ese plantel, su primer campeón: “Hubo muchos ingredientes: un buen grupo, una ciudad muy futbolera y un dirigente comprometido, que cumplía en los pagos, los premios, estaba atento de todos los detalles. Don Gabriel se lo merecía, había trabajado mucho tiempo para eso, tenía su estructura. Y vea, se ha mantenido ahí siempre peleando. De pronto no ha ganado tanto, pero en las últimas décadas ha estado ahí arriba constantemente”.
Luis Augusto García, quien sigue muy activo en su vida particular y por estos días se multiplica para atender negocios en Chía, Villa de Leyva y Armenia, no tiene un claro favorito para la gran final, especialmente porque “ha sido un campeonato muy complicado, irregular, sin continuidad. Los jugadores y entrenadores han tenido que afrontar muchas dificultades, no solo por la pandemia, sino también por jugar en horarios y condiciones inusuales. Es fácil criticar desde afuera, pero son seres humanos que, como todos, tienen sus dificultades en emergencias como estas. Hay confusión e incertidumbre en la sociedad y eso lo sienten también los deportistas; eso influye”.
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Futbolísticamente, reconoce virtudes y defectos en ambas plantillas y, como quedó comprobado en la ida, “será definición muy apretada, de pequeños detalles”. Sin embargo, no esconde que le hará un poco más fuerza a “Gamerito”, porque lo considera un discípulo: “Siempre le insistía en que pensara en cuando se retirara del fútbol activo, que tuviera una alternativa de vida y la dirección técnica era una buena opción. De ese grupo en Millonarios también fueron entrenadores Rubén Cousillas, Eduardo Pimentel, Mario Vanemerak, Miguel Prince, Hernando ‘Mico’ García, Nilton Bernal, Wilman Conde, Cerveleón Cuesta... no se quién más se me escapa. Les contaba mi historia y cómo seguí el ejemplo de maestros como el doctor Gabriel Ochoa, Tosa Veselinovic, Vladimir Popovic, Juan Martín Mujica, José Ómar Pastoriza, a todos les veía cosas y las aprendía”.
Tolima celebra fuera de casa
El jueves pasado, en el partido de ida de la final de la Liga BetPlay, en el estadio Manuel Murillo Toro, de Ibagué, Tolima y Millonarios empataron 1-1.
Fue mejor el equipo pijao en la primera parte, pero el embajador lo equilibró en el complemento, a pesar de jugar con un hombre menos, por la expulsión de Cristian Arango. Tácticamente, fue un juego de ajedrez entre dos estrategas que se conocen muy bien y tienen carreras paralelas.
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Obsesivos por el trabajo defensivo, el orden y el equilibrio, Torres y Gamero tienen estilos propositivos, pero no suicidas. Atacan, sin regalarse atrás. Y precisamente por eso plantean los partidos de manera similar en casa o a domicilio.
Sus campañas han sido parecidas. En 23 presentaciones Millonarios tiene 12 triunfos, cinco empates y seis derrotas. Líder de la reclasificación con 41 puntos, ha marcado 32 goles y ha recibido 23. Tolima ganó diez juegos, empató ocho y perdió cinco; logró 29 anotaciones y permitió 19. Tiene 38 unidades.
Los goleadores embajadores son Fernando Uribe, con 11 tantos, y Cristian Arango, con nueve, este último baja para el juego de hoy. Sorpresivamente, el máximo anotador del Tolima es el defensa central Sergio Mosquera, con cinco tantos, uno más que Anderson Plata y Jaminton Campaz, quien está con la selección en la Copa América de Brasil.
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“Yo estoy muy conforme con la decisión de haber venido a Millonarios. Entendía la dimensión del reto y sabía que no sería fácil. Los directivos me plantearon un proceso con énfasis en el fútbol base, en los jugadores de la casa, y lo hemos sacado adelante, con paciencia, trabajo y confianza. Este grupo, a pesar de su juventud, ha mostrado jerarquía en varios momentos y me siento muy orgulloso por eso. Con tantos tropiezos, dificultades, lesiones, sanciones, lo que han hecho los muchachos es de admirar”, aseguró Alberto Gamero, de 57 años, quien llegó al club albiazul en diciembre de 2019, luego de casi 20 años dirigiendo. Comenzó como asistente de Eduardo Pimentel en Boyacá Chicó y pasó luego por Chía Fair Play, Bogotá F. C., Águilas Doradas, Júnior y Tolima, con el que ganó una liga y una Copa Colombia.
Hernán Torres tiene 60 años. Fue arquero profesional entre 1979 y 1998. Durante una década se preparó para dirigir, al ser asesor técnico de hombres como Néstor Otero, Óscar Héctor Quintabani, Félix Valverde Quiñones, Miguel Augusto Prince y Jaime de la Pava. En 2007 asumió como entrenador principal del Tolima y desde entonces ha pasado por Águilas, Millonarios, Medellín, Alajuelense de Costa Rica, América, Melgar de Perú y Atlético Bucaramanga. Fue campeón de la A con Millonarios, en 2012, y logró el ascenso con el América, en 2016 y el torneo Clausura Peruano, en 2018.
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“Hemos hecho un buen torneo y llegamos optimistas para el partido final. Más allá del empate en Ibagué, somos un equipo que juega y propone también como visitante, así lo hicimos para eliminar a Equidad en la semifinal”, advirtió el técnico ibaguereño, optimista además porque la historia se lo permite: los dos títulos que ha ganado el Tolima los consiguió en campo ajeno y en definición por cobros desde el punto penalti. En 2003 venció al Deportivo Cali en el estadio Pascual Guerrero y en 2018 al Atlético Nacional en el Atanasio Girardot. La gesta se completaría con una celebración ante Millonarios en El Campín.
¿Será la decimasexta estrella embajadora o la tercera del Tolima? Las apuestas están divididas, más allá de que los azules tienen más bajas para el duelo definitivo. Jugar en casa y haber logrado empatar el jueves en tiempo de adición es un importante envión anímico ante un rival con más alternativas y mejor plantilla, que sabe jugar y sacar resultados de visitante.
Hernán Torres o Alberto Gamero: uno de los dos escribirá su nombre al lado del de Luis Augusto García como entrenador campeón con Millonarios y Tolima. Ambos lo merecen, pero solo uno lo logrará, al menos por ahora.