Selena Gomez reniega de su 'rostro angelical'

La actriz habla sobre los obstáculos que encuentra en el desarrollo de su carrera interpretativa, así como de la falta de amor propio y su adicción a Instagram.

Con información de Bang Showbiz
24 de marzo de 2017 - 02:41 p. m.
Selena Gomez.  / AFP
Selena Gomez. / AFP

Muchos podrían pensar que a sus 24 años Selena Gomez es una de las artistas jóvenes con más éxito en la actualidad. Sin embargo, la artista dice que en los últimos años no ha podido desarrollar su trayectoria como actriz de la forma en que le hubiera gustado, una circunstancia que no ha dudado en atribuir a la dulce imagen que proyecta y al efecto tan dañino que tendría para ella a la hora de optar por papeles más maduros.

"Podría hacer cualquier película de princesa adolescente o chica poco femenina en el mundo si quisiera. Podría hacerlo durante años. Pero quiero formar parte de proyectos con valor, que tengan un mensaje. Y es muy duro conseguirlo. Algunas veces me siento derrotada. Voy a la audición para conseguir un papel que me apasiona, me reúno con gente, les digo que estoy dispuesta a ir adónde me digan. Pero creo que ellos piensan que no puedo conseguirlo", dijo la artista en una entrevista a The New York Times.

Puede que esta sea la razón por la que Selena Gomez haya preferido refugiarse en la música en lugar de perseguir nuevos éxitos en la gran pantalla, ya que desde que estrenase varias películas a principios del año pasado, incluyendo 'In Dubious Battle' junto a James Franco -con el que ya trabajó en 'Spring Breakers'- no tiene ningún gran proyecto audiovisual a la vista. Este año debuta como productora con la serie "13 Reasons Why" de Netflix.

"Sinceramente, no creo que ocurra pronto [su vuelta al cine]. Creo que aparento ser demasiado joven y doy una imagen distorsionada que a la gente le resulta difícil de entender", aseguró con resignación.

En las últimas semanas Selena Gomez ha ofrecido varias entrevistas en las que, además de hablar de su carrera como actriz y cantante, ha reflexionado sobre ser una figura pública. En Vogue, por ejemplo, comentó "tan pronto como me convertí en la persona más seguida de Instagram, entré directamente en pánico. Se había convertido en algo demasiado absorbente, hasta el punto de ser lo primero a lo que dedicaba mi tiempo tras levantarme y lo último que hacía antes de irme a dormir".

Selena Gomez volvió el año pasado a la esfera pública tras una retirada temporal que, como ella misma admitía, estaba motivada por problemas emocionales que se le acumularon desde que fue diagnosticada la enfermedad de lupus, una situación que se mezcló con su experiencia en el lado más oscuro de la fama. (Recordar Selena Gomez y su conmovedor discurso sobre la depresión en los American Music).

Por eso, ahora habla con sinceridad sobre todo lo que ha vivido desde que alcanzó el estrellato bajo el amparo de Disney, y la relación tan obsesiva que mantenía con el mundo de las redes sociales y, sobre todo, el nocivo efecto que tuvo en su autoestima su condición de 'reina de Instagram', esto es, la persona cuyo perfil acumula el mayor número de seguidores en todo el mundo. (Leer Beyoncé anuncia que espera mellizos y supera a Selena Gomez en Instagram).

"Se acabó convirtiendo en una adicción y me hacía sentir como si estuviera viendo cosas que en realidad no quería ver. Me daba la impresión de que metía cosas en mi cabeza que en realidad me importaban más bien poco. Por eso acababa sintiéndome fatal después de utilizar Instagram. Ahora me limito a investigar un poco como un fantasma, pasando desapercibida", aseguró.

Pero además de achacar la visión tan pesimista que acabó desarrollando a la naturaleza engañosa de las relaciones que se establecen en la esfera virtual, Selena Gomez está convencida de que la sensación de soledad que le invadía durante sus giras mundiales -a pesar de verse constantemente rodeada de fans y colaboradores- también dañó significativamente su autoestima y la confianza que hasta entonces tenía depositada en su talento.

"Los tours siempre han sido un entorno demasiado solitario para mí. Llegó un momento en que ya no tenía amor propio, estaba deprimida y sufría ansiedad. Me entraban ataques de pánico justo antes de salir al escenario o al terminar mi actuación. Creo que me estaba exigiendo demasiado, porque sentía que nada de lo que hacía era lo suficientemente bueno, que no era capaz. Sentía que no estaba dando a mis fans lo que se merecían, y en el fondo creo que todo era resultado de un retrato distorsionado de la realidad", se sinceró en la misma conversación.

A pesar de que Selena Gomez ha terminado formando parte de ese club de ídolos juveniles que acaban sucumbiendo a la presión que se deriva de la popularidad, de los constantes juicios de valor a los que les somete la opinión pública, y de la obligación de ejercer en todo momento de modelo referente para las nuevas generaciones, hoy en día está segura de que su fatídica experiencia la ha llevado finalmente a tener una relación mucho más transparente y honesta con sus fans.

"Estaba tan acostumbrada a actuar frente a niños, que en todos los conciertos acababa haciendo que todo el público se levantara y me prometiera que jamás permitiría que nadie les hiciera sentir mal ni les menospreciara. Y de repente, varios años después, veo que algunos de esos niños ya fuman y beben antes de que empiece mi espectáculo. Claro, los miraba a los ojos una vez más pero ya no sabía que decirles. Ya no podía decirles eso de: 'Prométanme que siempre creerán en ustedes mismos'. Es que no funciona así, y lo sé por qué yo también he tenido que lidiar con eso que les afecta a ellos y, en ese momento, yo no tenía consejo alguno que darles. Estaba tratando de dar sentido a mi propia vida", finalizó en la entrevista.

Por Con información de Bang Showbiz

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