Ampliación de estaciones de Transmilenio: el desafío que viene

En junio, cuando empiecen a llegar los nuevos buses, arrancarán también las obras para adecuar 48 estaciones. Aunque expertos critican una posible falta de planeación, el Distrito dice tener plan para minimizar el impacto.

-Javier González Penagos / Twitter: @Currinche
06 de mayo de 2019 - 03:00 a. m.
Transmilenio
Transmilenio

El plan que tiene el Distrito para mejorar el servicio en Transmilenio (TM), paradójicamente, representará, al menos por unos meses, incomodidades para los 2,4 millones de usuarios que usan a diario el sistema. A pesar de que en junio empezará la renovación paulatina de la flota de las fases I y II, justo en ese mismo mes empezará la adecuación del 30 % de las estaciones para adaptarse a los nuevos buses. No obstante, la administración asegura tener una estrategia para reducir el impacto de la transición.

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La necesidad de las obras obedece a que de los 1.441 vehículos nuevos que empezarán a rodar por las diferentes troncales, 925 serán biarticulados, algo que no solo implica el aumento de la capacidad del sistema en 140.000 cupos, sino la obligación de ampliar 48 de las 147 estaciones, para una adecuada operación.

Como ambos procesos se desarrollarán en paralelo, serán evidentes los traumatismos, ya que, por cuenta de las obras, cambiará la dinámica en algunas zonas. El proceso está en cabeza del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), que destinó $134.000 millones para las obras que, si todo sale como está previsto, deben estar listas a más tardar a finales de 2020.

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Aunque en la NQS intervendrán 12 de sus treinta estaciones, el mayor impacto lo padecerán quienes transitan por las troncales Suba y calle 80, ya que en la primera harán trabajos en 12 de las 14 estaciones, mientras que en la segunda serán ocho de 13. A estas se sumarán ocho estaciones de la Caracas, cinco de las Américas y tres de la Autopista Norte. Las obras contemplan la ampliación de vagones en 33 estaciones, la construcción de nuevos vagones en 12 y la externalización de taquillas en tres.

Según el IDU, el objetivo es que este año se inicien las obras en 35 estaciones. Las 13 restantes quedarán con diseños o próximas a contratación. “Ya ampliamos el patio del Portal Sur y finalizamos obras en el Portal El Dorado. Estamos ejecutando además un nuevo patio en las Américas. Con todo esto, se reducirán los tiempos de espera; habrá mejores accesos peatonales y se mejorará la capacidad y el nivel de servicio”, dijo Yaneth Mantilla, directora de la entidad.

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Los peros

Aunque los expertos coinciden en que la ampliación y adecuación de las estaciones es necesaria para mejorar el servicio, no dejan de cuestionar al Distrito por esperar hasta última hora para iniciar las obras. De allí que no descarten que disminuya el grado de satisfacción con el sistema; que apenas tiene contentos al 13 % de los usuarios, según la Cámara de Comercio.

Para Néstor Sáenz, profesor del programa de investigaciones de tránsito y transporte de la Universidad Nacional, pese a que la licitación para renovar buses duró más de lo planeado, lo cierto es que faltó previsión. “El reto es hacer las adaptaciones lo más pronto posible y que el nuevo gobierno siga con los planes, pues ya estamos atrasados”.

Por su parte, Fernando Rojas, experto en movilidad, criticó al Distrito por no tomar las medidas preventivas, lo que les resta funcionalidad y utilidad a los biarticulados. “La promesa de Peñalosa de ofrecer mayor capacidad en los buses se va a demorar”, indicó.

El plan de contingencia

Ante los cuestionamientos, TM respondió que antes de definir las estaciones que requerían intervención tenían que esperar la estructuración de las licitaciones de renovación de la flota. “Esto permitió conocer el número de buses que operarían y tener mayor certeza de las obras a desarrollar”.

Destacó además que ha habilitado en los últimos años el 81 % de estaciones con al menos una parada para biarticulados. De esta manera, señala que el 4 % de las estaciones cuentan con tres paradas de biarticulado por sentido; el 43 %, con dos, y el 34 %, con una.

Como contingencia ante la llegada de los nuevos buses, el sistema anunció que desde esta semana comenzarán una serie de cambios para reorganizar las paradas. En principio, las estaciones que tendrán modificaciones en algunas de sus rutas serán El Virrey, calle 106 y calle 146.

Si bien hay cambios menores, que implican que los usuarios podrán seguir usando las mismas estaciones, se contemplarán otros de mayor calibre, que ocasionarán que algunas rutas dejen de parar en ciertas estaciones.

Aunque el Distrito tiene el desafío de sacar adelante las obras en los tiempos previstos y minimizar los impactos de las intervenciones —lo que sin duda ampliará el cupo de pasajeros y mejorará las frecuencias de viaje—, no se puede dejar de lado que el éxito de una operación sin mayores contratiempos demanda también un ejercicio de corresponsabilidad de los pasajeros. La tarea es de ambos e implicará, por supuesto, paciencia y compromiso de parte y parte.

jgonzalez@elespectador.com

Por -Javier González Penagos / Twitter: @Currinche

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