Petardo en La Macarena: ¿otra acción del Eln?

Foto: GUSTAVO TORRIJOS

Toma fuerza la hipótesis de que el responsable del petardo que explotó el domingo en el barrio La Macarena fue la guerrilla del Eln. Al menos así lo sugirió el alcalde Enrique Peñalosa, cuando afirmó que se investiga si esta guerrilla tuvo algo que ver con la explosión. Según el mandatario, es claro que detrás de este hecho hay una organización delincuencial. “El artefacto fue elaborado por personas que tienen conocimientos técnicos en explosivos. Además, fue puesto en la madrugada, antes de que se ubicaran los anillos de seguridad. Esto indica que los delincuentes sabían que allí estarían los policías. Querían matarlos”, señaló. (Lea: Tres policías siguen en cuidados intensivos por explosión en Bogotá)

Son varios los indicios: el artefacto que usaron, la forma en que lo pusieron y la similitud de este caso con otro que ocurrió en el norte de Bogotá, a finales de 2016. Se trata del ataque en la Estación de Torca, donde asesinaron a un policía y luego pusieron explosivos en su cuerpo, que hicieron explotar cuando llegaron sus compañeros a auxiliarlo. Fuera del uniformado asesinado, otros siete resultaron heridos. En esa oportunidad, tanto el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, como el alcalde Enrique Peñalosa no dudaron en señalar al grupo insurgente. 

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No termina siendo descabellada la conexión, si se tiene en cuenta que esta guerrilla, a pesar de adelantar una negociación de paz con el Gobierno, ha sido clara en que por ahora no cesará su confrontación bélica con el Estado. Prueba de ello han sido los ataques a la Fuerza Pública en el último año, como el petardo contra un camión de policías en Casanare, donde murieron tres oficiales (febrero de 2016); la explosión en la Subestación de Policía del departamento del Cesar, que dejó tres uniformados heridos (julio de 2016), y la muerte de dos oficiales, tras una emboscada a seis policías en Arauca (diciembre de 2016).

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Ante estos antecedentes y los últimos hechos presentados en la ciudad, la administración informó que contará con el refuerzo del Ejército para asegurar la ciudad (5.200 soldados que vigilarán las salidas de Bogotá y el centro de la capital). Adicionalmente, la Policía y la Fiscalía están reforzando el trabajo de inteligencia para dar con el paradero de las delincuentes que han generado pánico entre los ciudadanos a punta de petardos.

A pesar de las buenas intenciones que parece tener el alcalde y la Policía para enfrentar la seguidilla de detonaciones que se han venido presentando en Bogotá, desde el Concejo distrital anunciaron que citarán a un debate de control político para que la administración responda por las estrategias que implementará para dar con los responsables de los casi 30 atentados que se han presentado en los últimos años.

El concejal Daniel Palacios (Centro Democrático), quien citará al debate, explicó que lo hará con el fin de entender cómo reaccionarán las autoridades frente a hechos como el del pasado domingo, ya que “hoy Bogotá sólo tiene 170 policías adscritos a las labores de inteligencia y eso, sin duda, son insuficientes para enfrentar el microtráfico, las bandas criminales y el crimen organizado”, dijo Palacios.

Al debate citarán al alcalde Enrique Peñalosa y al comandante de la Policía Metropolitana, general Hoover Penilla. Además, al secretario de Seguridad distrital, Daniel Mejía; al secretario de Gobierno, Miguel Uribe, y a la personera Teresa Castañeda.

Estado de salud de los policías

Mientras las autoridades siguen en la investigación y terminan de rearmar las piezas del suceso ocurrido en La Macarena, hasta ayer 16 de los 26 policías que sufrieron heridas graves tras el atentado y que fueron trasladados a los centros asistenciales San Ignacio, Militar y Central de la Policía, siguen hospitalizados.

Al cierre de esta edición, seis de ellos se encontraban en grave estado de salud, uno de ellos con pronóstico reservado (en el Hospital Militar) y otros cinco con heridas irreversibles en sus ojos. Según el mandatario Enrique Peñalosa, uno de los uniformados habría perdido la vista por las esquirlas de metralla y otros cuatro perdieron la visión en uno de sus ojos.

El Centro Regulador de Urgencias (CRUE) reveló, por su parte, que a la mayoría de los uniformados se les realizaron procedimientos quirúrgicos en el tórax y el abdomen para retirar los restos de las esquirlas que se incrustaron en sus cuerpos. Ya 11 se encuentran en sus casas y los otros siguen en recuperación.

Ahora sólo resta esperar que los policías se terminen de recuperar y las autoridades adelanten las investigaciones para verificar si efectivamente el atentado que conmocionó a Bogotá el domingo pasado tiene que ver con acciones propiciadas por el Eln o los responsables son delincuentes comunes.