Las medidas cautelares contra la hidroeléctrica de El Quimbo, impuestas por el Tribunal del Huila porque supuestamente Emgesa no cumplió con el retiro de biomasa pactado en la licencia ambiental, le están costando US$1 millón diarios a la firma italiana (‘Reviven los conflictos de la hidroeléctrica de El Quimbo’).
Lo grave del asunto es que hoy inicia la vacancia judicial, lo que implica que para que se pueda o suspender la medida cautelar o el levantamiento definitivo habrá que esperar hasta después del 12 de enero, cuando la rama retome actividades (Vea ‘La realidad jurídica de El Quimbo).
Sumado a las afectaciones económicas para el generador, el sistema eléctrico queda vulnerable en un momento en el que, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), el Fenómeno del Niño entrará en su fase de mayor intensidad.
Desde su entrada, la hidroeléctrica de El Quimbo estaba aportando cerca del 5% de la demanda nacional, unos 400 MW, lo suficiente para iluminar un departamento como Huila (Lea: ‘El Quimbo: lecciones para la infraestructura’)
El Consejo Gremial Nacional a través de un comunicado de prensa manifestó su preocupación por este hecho. “El Consejo Gremial Nacional hace un llamado a todas las instituciones del Estado para que con la mayor celeridad, estudien los elementos relacionados con las medidas cautelares que dejan al país sin el aporte energético de El Quimbo que representa el 5% del total de la generación nacional diaria de energía eléctrica”, señaló el foro permanente.
Actualmente el nivel agregado de los embalses supera el 60% de su capacidad, razón por la que los generadores hidráulicos guardan con mayor recelo el líquido para que cuando se agudice la sequía puedan aportar energía al sistema.
Por su parte, los generadores térmicos están prácticamente a su capacidad total por lo que respaldar la salida de El Quimbo no es tarea fácil. El exministro de Minas y Energía Amylkar Acosta explicó los alcances de lo que está sucediendo:
“Esta decisión termina de estresar el sistema, que ya de por sí venía estresado por cuenta del fenómeno de El Niño, en la medida de que la generación térmica está casi en el límite, eso obliga a desembalsar el agua en momentos que se requiere cuidar el nivel de los embalses, lo cual aumenta el riesgo de un racionamiento”, señaló.