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Camboya no olvida el inicio del terror del Jemer Rojo hace 40 años

Este viernes se conemmora la entra dee las tropas del Jemer Rojo, que puso fin a cinco años de guerra civil, pero inició otros tres de un régimen de terror, con 1,7 millones de muertos.

EFE
17 de abril de 2015 - 12:20 p. m.
Una mujer observa los cráneos de las víctimas del Jemer Rojo en el Centro del Genocidio Choeung Ek en Phnom Penh (Camboya). / EFE
Una mujer observa los cráneos de las víctimas del Jemer Rojo en el Centro del Genocidio Choeung Ek en Phnom Penh (Camboya). / EFE

 Camboya conmemora este viernes la entrada en Phnom Penh hace 40 años de las tropas del Jemer Rojo, que puso fin a cinco años de guerra civil, pero inició otros tres de un régimen de terror que causó 1,7 millones de muertos. (Vea aquí la historia de un sobreviviente a este régimen que pasó de refugiado a diplomático de EE.UU.)

Delante de un monumento funerario con las calaveras y huesos de decenas de víctimas, centenares de personas encendieron incienso y rezaron en una emotiva ceremonia en Choueng Ek, uno de los campos de la muerte del Jemer Rojo.

En los días previos al aniversario, se han celebrando ceremonias en varios puntos del país, mientras diversas organizaciones culturales iniciaron una serie de actos para concienciar sobre la importancia de la transmisión de la memoria histórica.

"La campaña tiene una importancia excepcional para los camboyanos, aunque muchos no quieran recordar lo que pasó durante esos años", indicó a Efe Kazumi Arai, la jefa de comunicación del centro audiovisual Bophana, una de las entidades organizadoras de los actos.

La caída de Phnom Penh, que supuso el fin del Gobierno republicano del general Lon Nol apoyado por Estados Unidos, fue seguida por la orden de evacuación de todos los habitantes de la ciudad y otras zonas urbanas del país hacia campos de trabajo.

"Phnom Penh era una ciudad fantasma, la población entera viajaba a pie por las carreteras, algunos empujando carros cargados con comida, otros maletas enormes y otros cargaban bebes mientras les seguían el resto de sus hijos. La gente ya sufría", relata Nong Sokhorn, uno de los supervivientes documentados.

El padre Francois Ponchaud, uno de los últimos extranjeros en abandonar el país, aseguró a Efe que "nunca se perdonará" el no haber acogido a los enfermos que los jemeres rojos echaron de los hospitales, aunque ello "hubiese significado su muerte".

El Jemer Rojo, encabezado por Pol Pot, intentó imponer en el país una utopía agraria, en la que abolió la moneda, la religión y trató como enemigos a cualquiera que no fuera campesino, incluidos intelectuales y artistas.

La desconfianza y luchas internas en las filas del partido provocaron varias purgas políticas que afectaron a los altos mandos y trasladaron la paranoia a los campos de exterminio, donde familias enteras eran ejecutadas después de ser torturadas para que confesasen sus delitos.

"Arrestaron a mi marido (por querer esconder un pez) (...). Entonces le enviaron a la prisión de Orang Ouv, no se lo que le pasó allí, pero cuando me volví a encontrar con él se había convertido en un psicópata" cuenta Mao Bin, superviviente de 65 años, en su testimonio para los "Actos de la Memoria".

El régimen fue derrocado en 1979 por el Ejército vietnamita, pero el Jemer Rojo se refugió en la selva de la frontera con Tailandia, desde la que se enfrentó al Gobierno instalado por Hanoi hasta que el grupo maoísta se disolvió en 1998, año en que murió Pol Pot.

Desde 2006, un tribunal auspiciado por la ONU juzga en Camboya a los últimos dirigentes vivos del Jemer Rojo contra los que hasta el momento ha emitido tres condenas a cadena perpetua por crímenes contra la humanidad.

Los condenados son el que fuera número dos de la organización Nuon Chea, de 88 años; el ex jefe de Estado Khieu Samphan, de 83, y Keing Guek Eav, alias Duch, exdirector de la mayor prisión de la etapa del Jemer Rojo y centro de torturas: S-21.

El tribunal internacional ha denunciado en numerosas ocasiones intromisiones políticas, ya que muchos de los miembros del gobernante Partido del Pueblo de Camboya integraron las filas del Jemer Rojo, entre ellos el actual primer ministro, Hun Sen, que desertó y volvió al país con las tropas vietnamitas en 1979.

Por EFE

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