Aflora el colectivo Cultura Drag Medellín, el primero de la ciudad

El líder, Jano Von Skorpio o Juan Esteban Velásquez, dice que brincan de pronombre y de género cada vez que se disfrazan. Son doce discípulos, “pero maricas y trepados,” los que se juntaron en la capital antioqueña.

Camila Taborda/ @camilaztabor
28 de febrero de 2017 - 03:12 p. m.
Tomado de la página @CulturaDragMedellín.
Tomado de la página @CulturaDragMedellín.

Antes, Juan Esteban Velásquez hacía fotos en su casa vestido de drag queen. Aseguraba la cámara en el trípode frente a él, aderezaba el plano con luz y se convertía en Jano Von Skorpio. Un personaje que no es ni un hombre ni una mujer, sino dos cosas. Luego, le dio por salir trepado (término propio de esta práctica) a la calle y convenció a un amigo de ir con él. Terminaron en Lady Luck, una discoteca para la comunidad Lgbti, en la Zona Rosa de Medellín. Esa noche afloraron Luna, Victoria y Charlotte. También se querían juntar y así fueron llegando los demás. Las demás. “Somos doce discípulos pero maricas y trepados, brincando de pronombre y género", dice Jano. Este es el primer colectivo de este tipo en la ciudad: Cultura Drag Medellín.  (Lea: Nació el primer Observatorio Ciudadano LGBT de Medellín, a causa del silencio) 

Se dice que el término drag sobrevivió a la época del buslesque victoriano. La palabra, del verbo en inglés arrastrar, hace referencia a las faldas y vestidos largos de ciertos actores masculinos de aquellos espectáculos. En teoría, solo hasta mediados del siglo XX apareció como una expresión en la literatura para definir a un hombre con rasgos, manierismo y ropa asociada al género femenino. Sin embargo, ser drag queen no implica ser homosexual o transexual. De hecho, esta práctica consta de un fin dramático o de entretenimiento.

La Mordaza

Hace dos semanas una procesión radiante desfiló por los parches sabáticos del sur de Medellín. Se habían tardado 4 horas en acicalarse entre trasmisiones vía Facebook Live para promocionar La Mordaza, la primera fiesta de las doce. También fue la primera trepada de Bárbara Queen, la integrante más reciente del colectivo. Jano es su mamá drag aún: las lecciones de maquillaje y las clases de porte son parte de la crianza. 

“Cuando estoy en drag me siento como un superhéroe, como si nada me pudiera tocar, cual una urna. Ahí siento que puedo hacer lo que quiera: todos los cambios que deseo dentro de mi vida y la sociedad. Es un poder de verdad. La fuerza. La energía. La atención”. Así lo define Bárbara o Juan David Hernández, diseñador y actor de teatro.

El convocado evento tuvo lugar en la discoteca Alta Gama, junto al Parque Lleras, el pasado 18 de febrero. La invitación, que rimaba: "Trae tus demonios a que hagan de las suyas en una noche de drag, fetiches y erotismo”, se cumplió. Hubo una docena de performances en busca de una cultura drag en la ciudad.

Treparse sobre Medellín

“Antes era extraño ver a una drag queen de fiesta porque a diferencia de Cali y Bogotá, en Medellín lo que pegó fue el transformismo. Un intento de vender la ilusión de ser mujer, lo cual es muy popular acá. Así que vimos la necesidad de unirnos y doce en tacos pisamos más fuerte”. Para Dalila Velvet, ahora, las doce son una figura pública. Una imagen positiva para la ciudad, donde no había avivado el ambiente drag pese a los pioneros individuales de antaño. Su nombre también es Danilo Quintana, de huesos altos más tacones: 2.10 mts mide transformado.

Los doce integrantes son artistas independientes. Unos maquilladores, otros bailarines, actores. Todos dispuestos a burlarse en femenino, a jugar trepándose. Antes cada una por individual era más vulnerable, cuenta Dalila. “Nos quedan miradas reprobatorias, de asco, incluso, de confusión. Pero cuando ves a una de nosotras en la calle te sorprendes, luego ves dos, tres, doce y ya no puedes dejar de respirar. Esa es la reacción que yo percibo afuera. Al final, después de vernos, las miradas sí o sí tienen un toque de admiración”.

Por la mujer que cortó el cabello de Sansón, por eso Dalila. ¿Y Velvet? Es la palabra terciopelo en inglés. Su banda favorita, por cierto, es Aterciopelados y uno de sus mayores referentes visuales.  Además, en su performance utiliza sus vellos corporales. “Soy un hombre bastante velludo”, dice, y utiliza eso a favor del drag. No los tapa, nos los oculta. “Y por eso es el terciopelo de mi cuerpo”.

Lo que vendrá para Cultura Drag Medellín será La Mordaza 2.0, la primera tuvo una asistencia de 400 invitados y la disco se llenó hasta las 4:00 a.m. Es decir, volverán. Porque esto es una cosa adictiva, comenta la voz líder, se recibe amor cuando nos montamos en el personaje. Nos celebran. Jano piensa hacer una obra junto a Bárbara. Tal vez una serie de microdocumentales tras la vida de las doce: Charlotte, Santa Putricia, Brooke, Dalila, Jano, Phiore, Victoria, Luna, Megan, Lady, Bárbara y Daphne; brincando de pronombre y de género.

Por Camila Taborda/ @camilaztabor

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