Los hechos tuvieron lugar en la noche del pasado 26 de enero, cuando el acusado, Peng Jiang, conducía su vehículo, aunque carecía de licencia, junto a otros dos pasajeros, Chen Jiawei y Xiong Zebin.
En un momento, Peng perdió el control del vehículo, que se subió a una acera atropellando a un adulto y a la menor Wen Mengtian, golpeando al primero y atrapando a la segunda en los bajos del coche.
Pese a saber que había alguien enganchado en el chasis del vehículo, Peng continuó conduciendo unos 100 metros tratando de alejarse de la zona del accidente y, según el tribunal, lo hizo aconsejado por Chen y Xiong.
El cadáver de la pequeña, fallecida por gravísimas lesiones craneales, fue hallado horas más tarde, mientras que los tres ocupantes del vehículo escaparon y destrozaron el vehículo.
Por ello, la acusación culpó a Peng de homicidio intencionado, mientras que Chen y Xiong fueron condenados a siete años de cárcel por su complicidad.
Según Amnistía Internacional (AI), China volvió a encabezar en 2007 la lista de países con mayor número de ejecuciones, con 470 confirmadas, aunque la organización apuntó que la cifra real es “indudablemente mucho más alta”.
Según estimaciones de los propios legisladores chinos, la cifra real podría oscilar entre 7.500 y 8.000 penas capitales al año.