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Efraín Forero

Con la capitalización récord de Davivienda demostró una vez más que el arte del buen banquero no riñe con la democrati-zación.

Paola Ochoa* / Especial para El Espectador
11 de diciembre de 2010 - 08:48 p. m.

Al presidente de Davivienda, Efraín Forero, le encanta la cría de caballos. Nada raro para un hombre que disfruta montar el potro salvaje de la presidencia del tercer banco más grande del país. No en vano es uno de los banqueros más audaces y arriesgados que tiene Colombia. Desde que preside Davivienda, hace veinte años, ha hecho grandes negocios sin que le tiemble la mano. En 2006 ofreció 2,2 billones de pesos por Bancafé, el doble del precio base fijado por el Gobierno, con lo que logró consolidarse en el tercer lugar de la banca nacional. Un año antes, en 2005, compró Banco Superior, cuya amplísima base de tarjetas de crédito le sirvió para aumentar rápidamente la cartera y convertir a la Casita Roja en una de las entidades más apetecidas del mercado. Y este año volvió a hacer historia al batir un nuevo récord: sacar a Davivienda a bolsa y convertirla en la empresa privada colombiana con el mayor número de accionistas.

Forero, un ingeniero industrial javeriano con una maestría en la Universidad de Michigan, logró conseguir 82.000 accionistas, que capitalizaron el banco en 416.000 millones de pesos. La acogida de la emisión fue tal, que la demanda superó los 5 billones de pesos, unas doce veces el monto ofrecido y una cifra récord en el mercado accionario de la Bolsa de Valores de Colombia. Para el primer semestre de 2011 se espera que salga con una segunda emisión de acciones (24 millones de acciones), con lo que podría recaudar fácilmente otro medio billón de pesos. Así las cosas, para finales del año entrante Davivienda tendría en bolsa un 14% de sus acciones en circulación. Recursos que serían utilizados para continuar la expansión del banco, tanto en Colombia como en el exterior, particularmente en los Estados Unidos y posiblemente en Centroamérica.

No todo ha sido fácil en la exitosa trayectoria de Forero en el sector bancario. Uno de los episodios más difíciles fue a comienzos de 1999, en plena crisis bancaria y durante la peor recesión económica del país.

Días después de que el Gobierno había intervenido un par de bancos, surgió el rumor de que Davivienda correría la misma suerte, lo que provocó una ola de retiros masivos de depósitos de la entidad. Por fortuna, Davivienda salió avante de esa corrida bancaria, gracias al apoyo de diferentes sectores de la economía.

Esa particular manera de sortear las épocas duras y la capacidad para capitalizar los buenos momentos, han hecho de Efraín Forero uno de los más firmes candidatos a reemplazar a José Alejandro Cortés en la presidencia del Grupo Bolívar. “Creo que hay varias personas en el Grupo y fuera de él que son candidatos más idóneos" asegura.

Pero otra cosa piensa la mayoría de observadores externos. Al fin y al cabo, Forero ha estado vinculado al grupo desde 1979, primero como encargado del área de operaciones del banco, luego como presidente de la compañía de financiamiento comercial Delta Bolívar y posteriormente como presidente de Davivienda. Una carrera astronómica que le ha servido para ganarse el respeto de sus colegas en el grupo, así como de la familia dueña del conglomerado.

Su otra gran pasión, además de la banca, es el campo, vena que viene desde su familia. Y si le sobra tiempo, le gusta escuchar buenos vallenatos, disfrutar con su familia, reír con sus amigos y leer muchas revistas y periódicos, aunque menos libros de los que quisiera.

 

 * Directora de la revista ‘Dinero’.

Por Paola Ochoa* / Especial para El Espectador

 

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