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El peor enemigo de la Fifa dice que la organización es una mafia

Se trata del periodista escocés Andrew Jennings, quien publicó recientemente el libro Omertá: La FIFA de Sepp Blatter, familia de crimen organizado.

Vice.com/Gabriel Leão
15 de julio de 2014 - 04:14 p. m.
El peor enemigo de la Fifa dice que la organización es una mafia

Considerado el enemigo número uno de la FIFA, el periodista escocés Andrew Jennings publicó recientemente el libro Omertá: La FIFA de Sepp Blatter, familia de crimen organizado, por Panda Books, en el que denuncia la venta de ingresos de la Copa del Mundo de Brasil en el mercado negro y otras irregularidades.

Anteriormente, el autor lanzó Juego Sucio y debido a sus investigaciones fue vetado de participar en eventos de la entidad. También jugó un papel fundamental en la caída de João Havelange y Ricardo Teixeira por sus denuncias.

En entrevista exclusiva para VICE él habla de sus nuevos descubrimientos, amenazas y sobre qué espera de las manifestaciones en Brasil; sobre la preparación para los juegos olímpicos de 2016 y la posibilidad de que su libro sea censurado en el país, como sucedió con CBF-Nike, el libro del entonces diputado y ahora ministro de deportes, Aldo Rebelo.

VICE:¿Qué piensa de las posibilidad de que su libro sea censurado en Brasil?

Andrew Jennings: ¿Fue censurado?

Puede ser censurado como sucedió con CBF-NIKE, el libro de Aldo Rebelo.

No creo que eso ocurra. En el Reino Unido, los dueños del balón me amenazaron dos meses antes de la publicación. Finalmente se publicó.

Mira, cuando vas a un tribunal llamas la atención, y creo que la táctica de la FIFA será ignorarlo, no se va a involucrar para que a las personas no les surjan preguntas.

Pero bueno, ya veremos. Es muy difícil censurar ahora. Podríamos subirlo a internet, no pueden sacarlo de ahí.

¿Usted espera que la FIFA mueva contactos con los grupos de la prensa para que no hablen de él?

No creo que la FIFA sea tan popular en Brasil. Sería un tiro por la culata poner a la prensa brasileña en mi contra.

¿Incluso si hacen algo por debajo de cuerda?

Sí. ¿Pero qué podrían hacer? Si me quieren criticar, que lo hagan en público.

¿Pero ellos podrían hacer presión sobre los periodistas para que ninguno lo entreviste ni hable de su libro?

No sé nada de eso. Probablemente, dirán que no sé de qué estoy hablando, pero no creo que lo hagan público. Tal vez de modo privado. Hay que esperar a ver qué sucede. No puedo preveer lo que los diferentes medios de comunicación pensarán. Sé que a muchos les ha gustado lo que hago.

¿Su libro podría ser censurado en Estados Unidos o el Reino Unido?

Sinceramente, eso no sucede en Estados Unidos. Es muy difícil que ocurra en Reino Unido también. Si ellos intentaran censurarme, tendrían a un juez alegando que no lo hicieran, las acciones se darían en un tribunal y me procesarían con hechos, y Joseph Blatter jamás aparecería ante el jurado.

La primera pregunta que le harían sería: “Oye Blatter, ¿por qué no nos revelas tu salario en la FIFA?" Seguro lo harían.
Hay muchas preguntas que él no podría responder, entonces no creo que él se involucre en esto.

¿Qué hace que este trabajo sea diferente de otras investigaciones sobre la FIFA?

Busco siempre tener material nuevo. Lo que hice en esta nueva publicación fue darle una mirada a la FIFA de crimen organizado. Tengo mucha experiencia cubriendo este tipo de organizaciones.

Años atrás, cuando fui a Río de Janeiro, percibí que la FIFA de Blatter tenía una estructura de una organización criminal y, al conversar con mis amigos, descubrí que João Havelange estaba involucrado con Castor de Andrade (el líder más conocido de los juegos de apuesta ilegales en Brasil). Entonces, me di cuenta que la corrupción en la FIFA se remonta a Havelange y su relación con los gánsters cariocas. Él trajo la cultura gánster a la FIFA, y lo demuestro a través de muchos ejemplos. Son un grupo de vándalos y lo corroboro con hechos en los capítulos 17, 18 y 19, mostrando cómo él contrató a sus propios investigadores y alteró las reglas.

Contrató también su policía particular y, ¿sabes qué? va a sobrevivir.

¿Cómo se siente ser clasificado como el mayor enemigo de la FIFA?

Solo soy un reportero. Lo que hago es hablar como periodista. Es una historia moral y además es una buena historia. Mi interés siempre fue motivado por la pasión masiva de los fans, pero esa pasión no está en condiciones de hacer investigaciones como las que hago para encontrar fuentes y documentos, además de pasar largos periodos excavando en la corrupción. Entonces, es una gran historia, con un punto de vista periodístico y moral, contada para el mundo.

¿Usted ha estado amenazado por ellos o se ha sentido en peligro?

Por ellos no (risas).

¿Y por terceros?

Ellos no son locos. Bueno, Blatter es un verdadero gánster. Los gánsters de verdad no procesan, solo continúan robando, finalmente es la profesión de ellos. Cuando cubría el submundo londinense, conectándolo a la corrupción policial, hablaba con los gánsters que pagaban la propina de los policías y confesaban ser ladrones. Sabían que ésa era la corrupción de ellos, y no les importaba. Su especialidad era robar y no matar reporteros. No, Blatter no saldría a jugar conmigo. Alguna vez puso presión sobre mí, pero yo no cedí.

Hay mucho poder en la palabra y haces lo que debes hacer como reportero.

Sus investigaciones tuvieron participación en la caída de João Havelange y Ricardo Teixeira. ¿Eso cambió algo? ¿Quienes los sustituyeron son diferentes?
Tristemente, creo que no hubo impacto en el fútbol brasileño ni en la misma FIFA. Estoy con los ojos abiertos en cuanto a José Maria Marín, José Del Nero y la gente que los rodea. Ellos son Teixeira sin Teixeira, al fin y al cabo, sabemos que siguió recibiendo sueldo aún cuando lo relegaron del cargo.

La desgracia de Havelange no fue tratada como una infamia para las autoridades futbolísticas, pero sí para el resto del mundo. Respecto a la FIFA, cuando salió Teixeira entró Del Nero (risas). La FIFA es una mafia corrupta. Lo que no se puede esperar es que ellos busquen su regeneración. Sería necesario el trabajo de las autoridades, gobiernos, contribuyentes e investigadores particulares para exponer a los gánsters, o de allá no salen.

¿Qué sabe de las manifestaciones contra la Copa del Mundo en Brasil?

Felicito a los valientes brasileños que se han arriesgado frente a una policía brutal que ataca con gases lacrimógenos. Creo que es un poco tarde para que los políticos, en especial Dilma Rouseff, paren y pienses: “¿Por qué estamos atacando a nuestra gente y protegemos a un grupo de bandidos que vienen a pasar vacaciones pagadas en nuestro país?”

Los brasileños nunca necesitaron de la FIFA para hacer buen fútbol, ya lo tenían antes de la FIFA. Entonces, felicito a los héroes que encontré en los viajes que hice a Brasil y respeto lo que hacen. Tienen mucho coraje y no lo hacen solo por Brasil, sino por todos los involucrados en este deporte mundial. Les deseo mucha suerte, porque la necesitan cuando la policía los ataque. Merecen crédito y en Brasil deberían estar orgullosos de ellos.

¿Cuál es el legado que va a dejar la Copa del Mundo de Brasil?

Ustedes saben lo absurdo que será el costo de ésta. Ellos mintieron sobre las cuentas y, lentamente, con el pasar de los años, alguien dirá: “Tienes que pagar más por esto o aquello…” Saben que el precio de la Copa va a subir cada vez más y eso es una parte del legado.

Por otra parte, el legado será pésimo para Brasil porque el mundo verá por televisión a la policía brasileña atacando a la personas con la camiseta de la selección. Muchos manifestantes están usando los colores de la bandera. Visten de verde y amarillo con orgullo, para mostrar que ése es su país y no el de la policía. Y las personas alrededor del mundo, verán los gases pimienta, los gases lacrimógenos, los caballos y las bombas. En cuanto al gobierno, éste debería preguntarse qué están buscando las personas y acercarse a ellas.

El año pasado, Rousseff dijo que hablaría con los manifestantes. ¿Lo hizo? No. Solo ha contratado más policías. Va a quedar una pésima imagen de Brasil en vez de ser la celebración del fútbol en un país tan lindo. Será recordado por una policía descompuesta y violenta. Eso es lo que quedará de Brasil, lo que es muy triste.

¿Cree que la forma en la que se organizan los torneos cambiará?

Solo la FIFA puede cambiar el torneo. Blatter está a salvo, porque ellos votan por él para presidente y él hace lo que quiere (de esto hablo en el libro). Espero que los miembros de la FIFA aprendan algunas lecciones a partir de lo ocurrido en Brasil, en vez de decirse a sí mismos: “Solo son algunos manifestantes, algunos anarquistas. No importan”. Creo que van a chocarse el día 10 de junio cuando lleguen para el congreso. Van a encontrar mucha gente alborotada, pues la rabia será direccionada a la FIFA y no contra los fans extranjeros. Ciertamente, tendrán como foco a las autoridades de la FIFA, que entenderán que los fans del fútbol y los ciudadanos comunes están contra ellos.

Tendremos que esperar para ver. Nuestro trabajo como reporteros e investigadores consiste en no especular sobre lo que sucederá.

Brasil también será sede de los Juegos Olímpicos de 2016. ¿Eso causará el mismo tormento que el Mundial de Fútbol?

Creo que, de cierto modo, será un problema mayor con las Olimpiadas porque el Mundial se juega en un estadio y se pueden proteger a los jugadores con cadenas de policías armados.

Sin embargo, en los Juegos Olímpicos hay deportes al aire libre, como el maratón, entonces, imagina la prueba en el Sambódromo y las personas gritando “¡vete para tu casa!”. No se puede tener una escolta de motocicletas para maratonistas por el combustible. El juego de golf será al lado de la vía pública y allá estarán manifestantes gritando “¡vete para tu casa!”. ¿Las personas de menos recursos bajarán de las favelas para ver el golf?

Así será con el arco y flecha, el golf y los maratones. Son juegos vulnerables para ciudades revoltosas y el Comité Olímpico Internacional no pensó en eso. Son más arrogantes que los de la FIFA. Ellos se creen tan especiales que no piensan en la incomodidad de la población. Los brasileños están descontentos por buenas razones: los hospitales y escuelas están sin estructuras. Todo el mundo sabe por qué está sucediendo esto. Estuve en Río y sé lo que piensan las personas comunes.

El COI no se mezcla con el pueblo. Viven hablando desde sus nubes sobre qué tan importantes son y van a darse contra la tierra con un gran choque. Eso puede cambiar el COI por el hecho de que Brasil es un país amante de los deportes.

Muchos medios de comunicación y empresas están cerrando puertas. ¿Es difícil trabajar como reportero investigativo?

Sí, es verdad. Trabajo para diferentes medios como libros y televisión, donde me pagan un salario promedio, pero bueno, ahí voy. Pero es muy difícil para proyectos de largo plazo, como una investigación sobre la FIFA, que dura años. Eso puede ser una verdadera batalla, porque alguien no quiere escuchar esas historias, pero vivo de manera simple y todos los que me conocen saben que no cambio a menudo de ropa, ni estoy a la moda. Me visto de forma deportiva, como estoy hoy. Por favor, compren el libro, porque necesito dinero (risas). 

Por Vice.com/Gabriel Leão

 

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