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El maestro Heim precisa sobre su obra: “Durante estas comidas colectivas acontecen los llamados encuentros de saberes, donde los comensales departen entre sí, haciendo de este un acontecimiento único de comunicación y nutrición metafórica para los cultivos sembrados en la escultura.
La obra se centra en propiciar un diálogo cordial con la tierra y sus semejantes, en un acto comunitario de sanación simbiótica con el territorio, sugiriendo la reflexión colectiva sobre el dolor y la violencia acumulados durante décadas en el lugar donde se emplaza esta propuesta plástica.
La obra contiene un insumo musical preponderante que exalta los valores creativos y melódicos de la región representada por su compositor más excelso y respetado, como es Efraín Orozco, cuyas bellísimas tonadas contribuyen a sanar esa herida abierta que esta escultura propone cicatrizar.
Gulgolet pretende, en su conjunto, acercar a la comunidad que la visita a experimentar una vivencia plástica multidisciplinar capaz de detonar emociones de todo tipo que permitan exaltar los valores más auténticos y esenciales de su cultura, entorno y contexto ancestral.
Más allá del componente escultórico, son los visitantes a la muestra los que finalmente nutren estructuralmente la propuesta con sus vivencias y anécdotas experienciales y le dan definitivamente, con sus narraciones, sentido a este esfuerzo mancomunado y colectivo de formas y sensaciones dispuestas esencialmente para compartir con los demás”.
Esta iniciativa es posible gracias al apoyo del Ministerio de Cultura y al acompañamiento del área de vientos del Conservatorio Antonio María Valencia.
Conozca más acerca de este proyecto en el siguiente video:
https://youtu.be/cXsPij6IeAE