El director general de la institución, Carlos Vicente Rada, explicó que la vacuna es una herramienta fundamental para prevenir el cáncer de cuello uterino.
Sin embargo, afirmó que las niñas de 10 a 13 años, que no han tenido relaciones sexuales, son el grupo poblacional que tiene un mayor margen de efectividad al utilizarla; siempre y cuando completen las tres dosis y asistan a controles.
Por su parte, las mujeres que han tenido relaciones sexuales deben consultar con su ginecólogo si deben o no aplicarse la vacuna, pues se sabe que no tendrán el mismo beneficio de quienes no han iniciado su vida sexual. Asimismo, deben tener en cuenta que ésta sólo cubre dos de los tipos de VPH, responsables del 60% de casos de cáncer de cuello.
Por último, Rada explicó que el instituto ha conocido casos de niños a quienes se les ha aplicado la vacuna en sus colegios, situación preocupante ya que aún no existe ninguna evidencia científica que compruebe el grado de protección que ésta pueda ofrecerles.