El incendio destruyó buena parte del edificio histórico donde han residido los gobernadores del estado durante más de un siglo, informó el diario Austin-American Statesman.
Las autoridades del cuerpo de bomberos en Austin señalaron que hay pruebas de que el incendio fue provocado intencionalmente, pero no dieron más detalles.
El gobernador Perry y su esposa, Anita, han estado viviendo en una casa alquilada en West Austin, ya que la mansión está en remodelación desde hace dos años como parte de un proyecto de restauración multimillonario, indicó el diario.
Krista Piferrer, portavoz del gobernador, dijo al rotativo que el gobernador, quien encabeza una misión de intercambio comercial en Europa, se siente "destrozado" por lo ocurrido.
"El gobernador no solo es un estudiante de la historia de Texas sino que tiene un vínculo personal con la mansión", explicó la portavoz.
Al parecer, el incendio comenzó en el balcón de la entrada al edificio y se propagó a otras partes del edificio, incluyendo el segundo piso y el techo, antes de que un equipo de cien bomberos y más de 40 camiones pudiesen extinguirlo.
El edificio contaba con detectores de humo en el primer piso, pero no así en el segundo.
La mansión tampoco contaba con un sistema de rociadores de agua, pero el proyecto de renovación sí los incluía.
Las autoridades señalaron que obras de arte con significado histórico y otros objetos de valor ya habían sido trasladados a otro lugar cuando comenzaron las labores de restauración del edificio.