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Lecciones de un visionario

El decano del medio ambiente en Colombia recuerda cómo logró que fueran declarados 17 parques naturales en el país y se aprobara el Código Nacional de Recursos Naturales cuando dirigía el Inderena.

Viviana Londoño Calle
23 de junio de 2012 - 09:00 p. m.

Tenían menos de ocho horas para lograrlo. Antes de medianoche debían conseguir que siete ministros firmaran la aprobación del Código Nacional de Recursos Naturales Renovables y de la Protección del Medio Ambiente y ya habían pasado las 4:00 de la tarde. Era un jueves de diciembre de 1974. El presidente Alfonso López Michelsen acababa de firmar el documento, pero faltaba la firma de los ministros. Con el tiempo en contra, el grupo de asesores del Inderena se dio a la tarea de encontrarlos.

¿Lo lograron? Julio Carrizosa, el ideólogo del código no puede evitar sonreir antes de contestar: “Sí, lo logramos. El último en firmar fue el ministro de Agricultura, casi a las 12 de la noche”.

Sentado en la misma silla en la que todas las mañanas escribe, ahora su séptimo libro, Carrizosa recuerda el día en el que celebró uno de los mayores logros para el futuro ambiental del país. Entonces era director del Inderena.

Era la primera vez que en el continente se creaba una legislación integral enfocada hacia los recursos naturales, toda una osadía en una época en la que el tema ni siquiera tenía espacio en las aulas de las universidades. Sin embargo, hoy ese compendio de normas sigue vigente.

“Lo increíble fue la conciencia que se fue formando. Lo que logramos hacer desde el punto de vista ambiental fue mucho mejor de lo que se hizo después en otros países de América Latina”.

Pero ese no es su único legado. En las bibliotecas ambientales ya son seis los libros que llevan su firma y buscan dar pistas para entender el país desde una visión estructural que incluya al medio ambiente.

“Colombia tiene uno de los ecosistemas más complejos del mundo y frente a eso nuestra sociedad es muy simple. Pocas personas toman las decisiones y por eso se cometen tantos errores. Para comprender esa complejidad se necesita educación”.

Carrizosa fue el primero en hablar de ecología y urbanismo. Cuando lo hizo dirigía el Instituto Geográfico Agustín Codazzi y después, en la dirección del Inderena, acompañado de un grupo de defensores de los recursos naturales, le abrió un amplio trecho al tema en la agenda nacional.

Fue director del Instituto de Estudios Ambientales de la Universidad Nacional, es miembro honorario de varias sociedades y hasta hoy, su nombre pocas veces falta en discusiones ambientales en las que se vayan a tomar decisiones .

A la hora de hablar de su mayor logro hasta ahora, el “decano del medio ambiente”, como lo llaman algunos, sigue tejiendo la que ha sido una historia de cinco décadas de persistencia. Cuando llegó a dirigir el Inderena, en 1973, el país apenas contaba con siete parques naturales. En menos de cuatro años, Carrizosa había logrado que en el mapa figuraran otros 17, entre ellos, el Parque de los Nevados, Katíos y Amacayacu.

¿Qué se necesita para ser un ambientalista? “No puede ser únicamente una persona que haga síntesis, tiene que hacer análisis, ver interrelaciones, entender que las cosas son dinámicas, aspirar siempre a cambiar las cosas y, sobre todo, ser buena persona”.

Para quienes lo conocen, Carrizosa reúne todas las condiciones. Así lo define uno de sus amigos más cercanos: “Claramente es el maestro de maestros, un hombre decidido y valiente que se enfrentó una y mil veces, con rigor científico, a decisiones que no estaban bien vistas. Cualquiera que se llame ambientalista tiene que haber leído a Julio Carrizosa”.

Homenaje al maestro del ambientalismo

Acompañado por reconocidos ambientalistas del país, el pasado jueves Julio Carrizosa Umaña recibió en el Concejo de Bogotá la condecoración Orden Civil al Mérito “José Acevedo y Gómez”, en el grado de Gran Cruz. Con este homenaje, los concejales reconocieron su férrea defensa del medio ambiente en el país y en la capital.

Aunque su trabajo tuvo grandes repercusiones en las políticas ambientales nacionales, en Bogotá fue uno de los responsables de que se declarara la Reserva Forestal de los Cerros Orientales y la Reserva Forestal del Norte, que busca evitar la expansión urbana hacia esa zona de la ciudad.

Conmovido con el homenaje, Carrizosa señaló: “Me siento muy agradecido porque nunca me habían hecho una condecoración en Bogotá”. 

Por Viviana Londoño Calle

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