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¡Ya están aquí!

La banda española, liderada por Pablo Carbonell, participará en Rock al Parque 2011 y se presentarán en un concierto en Theatrón.

Juan Carlos Piedrahíta B.
26 de junio de 2011 - 02:00 a. m.

Al igual que los pájaros, Los toreros muertos cantan para que los quieran. Claro que si no se logra el objetivo primario, Pablo Carbonell, Many Moure y Guillermo Piccolini pueden conciliar el sueño sin problema. La música que hicieron durante sus años de propuesta conjunta desde 1985, les dio la posibilidad de formar parte de la gran movida madrileña y de comandar el fenómeno del rock en castellano, que este año llega a su aniversario número treinta.

Con sus canciones entraron a escena y, debido a su irreverencia, los demás grupos, integrados en general por adolescente, querían erradicarlos. Pocas bandas se atrevieron a alternar con ellos sobre el mismo escenario porque este trío tenía la gran particularidad de reírse de sí mismo y de decir, precisamente, lo que los demás no querían escuchar. Esas características han hecho tan inolvidables a Los toreros muertos, liderados por Pablo Carbonell, que muchos años después de su disolución fueron invitados para participar en Rock al Parque 2011 y, además, estarán en un concierto el 1° de julio en Theatrón.

¿Es impresión nuestra, o el retorno de Los toreros muertos tiene que ver mucho con Colombia?

El estado comatoso del pop español requería nuestra vuelta al escenario. Y así lo hicimos y lo pasamos fenomenal. Belmonte, un mito del toreo, decía que él toreaba porque era su deber, nosotros también; es nuestro deber ser torero muerto, aunque mi mánager se suba por las paredes. Si nos llaman de Colombia lo dejamos todo. Seguramente todo eso del rock en español fue una manera de decir por parte de la juventud que no quería injerencias americanas, unas ganas de pedir que se dejaran de bombas..., la gente quería vivir y disfrutar. El rock en español fue un acto político.

¿Cómo les fue en Medellín a principios de año?

Creo que vuestra palabra “verraquera” lo define perfectamente. Fue como un retorno al pasado. Un lifting de 20 años. Un reencuentro de viejos amigos con un planteamiento igual. Un concierto cuya única sorpresa es que tocamos y sentimos las mismas canciones, bueno algunas de nuestros dos últimos discos no habían sonado aquí en vivo, pero la gente las conocía.

¿Cuál ha sido su relación con Many Moure y Guillermo  Piccolini en estos últimos años?

Muy escasa. Guillermo volvió a Argentina y Many a Galicia, esto puede ser negativo, pero si lo miras de otro modo nosotros no hemos hecho canciones nuevas para el repertorio de Los toreros muertos, no venimos de promoción y además tocamos los temas igual que entonces. Nosotros tocamos Los toreros muertos con el mismo espíritu de hace 20 años, sólo que ahora somos más sabios y nuestra parodia de un grupo de rock es más afilada.

En nuestro mercado apareció un sencillo llamado ‘Toreros Muertos, por Colombia’... ¿Era ése su nombre original?

No, eso lo inventó la disquetera de aquí. Si grabáramos un disco en directo para celebrar nuestros 30 años de éxitos, Dios mediante en 2016, y esto ya lo tenemos hablado, se tendrá que llamar Made in Colombia, en homenaje a ustedes y al Made in Japan de Deep Purple.

¿Cómo es posible conjugar canciones tan irreverentes como ‘Pilar’ con otras poéticas como ‘Dejadme llorar’?

Es espontáneo. De hecho todas las canciones de nuestros dos primeros discos son improvisaciones en directo, lo que pasa es que uno no siempre es el mismo y busca diferentes maneras de hacer el marciano.

¿Por qué no se le dio más divulgación al disco ‘Cantan en español’?

Porque ese disco se grabó con una compañía más pequeña, nosotros ya estábamos al borde de la separación y mis enfrentamientos con la radio-fórmula acabaron sepultando el trabajo que creo recordar tenía algún tema salvable, El mono de la NASA y Tu madre tiene bigote.

¿Qué fue ‘Caiga quien caiga’?

Un programa irreverente de entrevistas, una especie de banda de periodistas vestidos de negro, estética “Tarantiniano”, que rompimos los esquemas periodísticos y agitamos el mundo político a base de ingenio y sentido del humor. Fue mi regreso a la televisión y aquel programa marcó una época.

¿Qué ha significado para usted su carrera de actor?

Todo. Incluso mi manera de hacer canciones siempre ha estado rodeada de un halo de interpretación. Son personajes que cantan, que si uno junta trozos de todos, supongo que sale un monstruo frankenstiniano que es un torero muerto resucitado que soy casi yo, digo casi porque yo en mi casa rara vez me pongo a dar botes o alaridos.

¿Qué papel cumple el humor en la vida cotidiana?

Muy poco, intento llevar esta cruz que me ha tocado con la mejor sonrisa. Pero poco más puedo hacer, soy un pobre desgraciado que usa la sátira y el desenfado por una simple cuestión de supervivencia.

Dicen que Los toreros muertos son irreverentes… ¿le gusta esa palabra para resumir su esencia?

No me disgusta, pero me gustaría que se destacase nuestra libertad, no sólo de expresión, sino también a la hora de hacer las canciones que nos daba la gana, nuestra libertad creativa. La revolución personal que buscábamos no apuntándonos a ninguna moda o estilo determinado o resultón. Hemos sido irreverentes porque hemos retratado muchos vicios y muchas poses de otros grupos.

¿Qué pasará con Toreros Muertos después de Rock al Parque?

Nos iremos de juerga, Dios mediante, yo tengo que celebrar que he dado cuatro conciertos seguidos y eso no puedo dejarlo dentro, estallaría, tengo que resetear mi cabeza.

¿Cuál va a ser su repertorio en Colombia?

El mismo de siempre. ¿The Police ha hecho temas nuevos? No, pues nosotros tampoco.

 Los toreros muertos en Colombia. Theatrón, 1° de julio a partir de las 9:00 p.m. Boletería en puntos Full 80’s. Rock al Parque, 4 de julio a las 8:00 p.m.

Treinta años del rock en español

La Alcaldía Mayor de Bogotá, Radiónica y la Revista Shock prepararon un conversatorio en el que se abordarán los orígenes, el desarrollo y la actualidad del género del rock en español en sus primeros 30 años de historia e histeria. Los encargados de realizar las reflexiones serán Pablo Carbonell, vocalista de la banda española Los toreros muertos; Mario Duarte, fundador del grupo bogotano La Derecha, y Dilson Díaz, máxima figura de la agrupación La Pestilencia. El conversatorio se realizará el jueves 30 de junio a las 4 p.m., en la Fundación Gilberto Alzate Avendaño, calle 10 N° 3-16. Inscripción en www.shock.com.co.

Por Juan Carlos Piedrahíta B.

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