Cerca de 1.000 kilómetros de recorrido y más de 17 horas de viaje, emprendieron este miércoles 153 tortugas procedentes del Huila con destino al municipio de Santa Ana, en el departamento del Magdalena, para retornar a su hábitat natural.
Los animales han sido decomisados, rescatados o entregados voluntariamente a la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM), que luego de adelantar un proceso de recuperación con estas especies, se dispuso a garantizar su reubicación y liberación.
“La mayoría de estas tortugas presentaban desnutrición, problemas de peso, malformación en sus mandíbulas y en sus caparazones. Se inició un proceso de nutrición con una dieta especial para lograr recuperar las tortugas hasta llegar al punto que permitiera su liberación, el cual duró cerca de dos años”, afirmó Carlos Andrés González Torres, subdirector de Regulación y Calidad Ambiental de la CAM.
Se trata de 103 tortugas morrocoy terrestre y 40 tortugas acuáticas hicoteas, que gracias a un trabajo articulado con la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (CORPAMAG), serán liberadas en los humedales de la localidad de Santa Ana tras ser decomisadas en el Huila por la autoridad ambiental, la Policía y el Ejército.
Rumbo a Cartagena
Un segundo proceso de liberación corresponde a la reubicación de 46 animales, 40 de ellos aves como guacamayas, loros, carriquíes, pavas, cotorras, y tucán, y seis mamíferos como titi pigmeo y monos ardilla.
Sin embargo, a pesar del esfuerzo de los veterinarios y biólogos por alcanzar su recuperación en el Centro de Atención y Valoración de la CAM, éstos animales no respondieron a los protocolos de liberación, pues se encuentran altamente improntados o domesticados.
Es así como la autoridad ambiental del Huila, siguiendo los protocolos para la atención de la fauna que no es liberada en su medio natural, logró que estas especies sean recibidas en el Zoológico de la Sociedad Portuaria de Cartagena, espacio que les permitirá continuar con su crianza y completar su ciclo de vida.
“Son especies que se encuentran domesticadas y que no han respondido a los protocolos de liberación; por lo tanto, no tienen opción de ser devueltos a su medio natural”, explicó el Subdirector de la CAM.