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“La ecuación es sencilla: si queremos tener alguna posibilidad de hacer frente a la crisis climática y mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2 °C, debemos evitar que la Amazonia se desplome". Este es el apartado de una carta que ocho organizaciones le hicieron llegar este jueves 3 de julio al gobierno brasileño, encargado de organizar la COP30 de cambio climático que se realizará en noviembre en la ciudad amazónica de Belén.
En el documento, organizaciones como el Panel Científico por la Amazonia, Conservación Internacional, The Nature Conservancy, entre otras, le presentan recomendaciones a la Presidencia de la COP30 para aumentar la financiación a gran escala y evitar el punto de inflexión de la selva.
Y es que de acuerdo con las firmantes, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), es la oportunidad histórica de Brasil para aumentar la financiación para la Amazonia y así evitar el colapso climático mundial.
Sin embargo, el panorama actual es poco alentador. Los científicos advierten que perder entre el 50 y el 70 % del mayor bosque tropical del mundo liberaría 300.000 millones de toneladas de carbono a la atmósfera, “lo que haría imposible cumplir el objetivo del Acuerdo de París”.
El problema es que, para conservar este importante bioma y evitar llegar ese punto, se necesitan 7.000 millones de dólares al año, según estimaciones del Banco Mundial, pero en la última década solo se movilizaron 5.800 millones.
Además de pedir un plan de acción claro para alinear los flujos financieros con economías positivas para la Amazonia, la reorientación de subsidios e incentivos perjudiciales para la selva, y la exigencia de trazabilidad en las cadenas de suministro de la región, los autores plantean un camino viable para conseguir la financiación que requiere la Amazonia.
“Proteger la Amazonia no es solo una cuestión medioambiental: es una necesidad económica y climática mundial. La inversión necesaria es significativa pero factible, e infinitamente menor que el coste de dejar que este ecosistema vital se derrumbe”, aseguran las organizaciones.
En ese sentido, las firmantes emitieron recomendaciones claves en tres sentidos. La primera pasa por reforzar la financiación para la conservación. En este punto, destacan programas como el de Áreas Protegidas de la Amazonia (ARPA), Herencia Colombia, Patrimonio del Perú y el Fondo Podáali. Estos, en conjunto, buscan conservar 331 millones de hectáreas, restaurar 600.000 km² y garantizar la financiación directa para los pueblos indígenas y las comunidades locales.
En segundo lugar, piden promover cadenas de suministro libres de deforestación. Un ejemplo de esto, dicen, es la Moratoria de la Soja y el programa de trazabilidad de la carne de vacuno de Pará (Brasil). También resaltan el rol que ha jugado la Innovative Finance for the Amazon, Cerrado and Chaco (IFACC) que ha movilizado 4.600 millones de dólares para cadenas de suministros sostenibles.
Finalmente, hacen un llamado a invertir en tecnología de control medioambiental, reforzar los gobiernos locales y garantizar el liderazgo de los pueblos indígenas y las comunidades locales.
Con estos tres frentes claros, las organizaciones le piden al gobierno de Brasil que lidere la creación de una coalición mundial capaz de movilizar los recursos necesarios y que contemple, entre otras, una Declaración Global para la Amazonia y la creación del programa Bosques Tropicales para Siempre (TFFF, por sus siglas en inglés), que movilice 125.000 millones de dólares para los bosques tropicales de aquí a 2030.
Tras recibir el plan, Ana Toni, Directora Ejecutiva de la COP30 y Secretaria Nacional de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático de Brasil, declaró que “la COP30 será un punto de inflexión en el debate sobre la financiación de la naturaleza”.
“La financiación de la conservación, restauración y gestión sostenible de los bosques tropicales es esencial para hacer frente al cambio climático. Las soluciones financieras innovadoras, como la propuesta brasileña del mecanismo Bosques Tropicales para Siempre, son prioritarias para la presidencia de la COP30 en nuestro esfuerzo global por acelerar la acción climática”, concluyó la alta funcionaria.
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