Las alertas no pueden disminuir después de Irma, pues aunque José se ha debilitado a medida que avanza, podría, como con cualquier pronóstico del tiempo y como se ha visto con los anteriores huracanes, cambiar de intensidad de un momento a otro.
El pasado 6 de septiembre se dio a conocer que la tormenta tropical José había alcanzado fuerza de huracán y se estaba "fortaleciendo rápidamente". Tanta fue su intensidad que el 8 de septiembre pasó a acompañar al Irma en la categoría 4 de huracanes, con vientos de 240 km/h y considerado “extremadamente peligroso”.
Sin embargo, el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés), en sus últimas actualizaciones, dijo que se está debilitando en aguas abiertas del Atlántico. Este mismo mapa de seguimiento muestra que el huracán José, que ahora tiene vientos máximos sostenidos de 165 km / h, por lo que ha sido reducido a categoría 2, podría dirigirse hacia el Caribe y la costa este de Estados Unidos.
A pesar de que el Centro Nacional de Huracanes no tiene actualmente en vigor avisos o advertencias por José, que se irá debilitando en las próximas 48 horas, el impacto de este dependerá en gran medida de la eventual ruta del huracán Irma, el cual continúa su trayectoria por Florida, donde tocó tierra en la tarde del domingo, después de causar evacuación de más de seis millones de habitantes.
Uno de los mayores temores es que José siga parte del trayecto de Irma por las Antillas Menores, ya que amenazaría con dejar totalmente inhabitables islas como Barbuda, que ya había perdido nueve de cada diez viviendas por cuenta de Irma.
Por Redacción Medio Ambiente y agencias EFE/AFP
