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El río Amazonas es el río más caudaloso del mundo y uno de los más largos, disputando ese título con el Nilo. Nace en la cordillera de los Andes, en Perú, y recorre miles de kilómetros atravesando países como Colombia y Brasil hasta desembocar en el océano Atlántico. A lo largo de su recorrido, alimenta la selva amazónica, el bosque tropical más grande del planeta, conocido como el “pulmón del mundo” y hogar de una biodiversidad sin igual.
Pero además de su importancia ecológica, el Amazonas es vital para millones de personas que viven en sus orillas y dependen de él para el transporte, la pesca, el agua y su subsistencia diaria. En sus vastos bosques habitan comunidades indígenas que han establecido vínculos con el mundo exterior, compartiendo sus saberes, luchas y formas de vida; y también existen pueblos en aislamiento voluntario, que han decidido mantener su independencia cultural y espiritual. El Amazonas desempeña un papel clave en la regulación del clima global gracias a la enorme cantidad de carbono que captura su vegetación.
Por todo esto, su monitoreo es fundamental. La NASA, junto con otras agencias espaciales y científicas, utiliza satélites y tecnología de observación terrestre para rastrear los cambios en la cobertura forestal, detectar incendios, medir emisiones de gases y evaluar el impacto del cambio climático y la actividad humana en la región. Esa labor le ha dejado a la historia imágenes impresionantes que muestran esta selva desde el espacio.
En esta foto, por ejemplo, el río Amazonas es fotografiado desde la Estación Espacial Internacional mientras orbita a 260 millas sobre Brasil (el 23 de diciembre de 2020).
En esta otra fotografía, tomada en 2020, se muestran incendios forestales en la selva amazónica mientras la Estación Espacial Internacional orbita sobre la frontera entre Bolivia y Brasil. Los incendios son visibles como columnas de humo que se elevan por encima del dosel forestal, interrumpiendo el verde denso de la selva con manchas grises y marrones. Estos focos de calor, muchos de ellos provocados por la actividad humana, se asocian principalmente a la expansión agrícola, la ganadería extensiva y la tala ilegal.
Aunque el fuego no es un fenómeno natural frecuente en la selva tropical húmeda, cada año miles de hectáreas de bosque son incendiadas para despejar tierras, lo que agrava la pérdida de biodiversidad y libera grandes cantidades de carbono almacenado en los árboles.
En esta fotografía, publicada en agosto de 2022, las nubes bordean el río Amazonas en esta imagen capturada desde la Estación Espacial Internacional. Desde esa altura, el río se observa como una inmensa serpiente de agua que recorre la selva tropical.
La siguiente imagen se tomó desde una ventana de la nave Crew Dragon de SpaceX mientras la Estación Espacial Internacional orbitaba sobre el océano Atlántico, frente a la costa de Brasil, cerca de la desembocadura del río Amazonas. Otras dos naves espaciales, incluyendo la nave de carga Cygnus, con sus dos prominentes paneles solares en forma de platillo, y detrás de ella, la nave de tripulación rusa Soyuz MS-17, con sus paneles solares rectangulares, también aparecen acopladas al laboratorio orbital.
Cada fotografía capturada desde la órbita ofrece una nueva perspectiva sobre un ecosistema crucial para la vida en el planeta, pero también sobre las amenazas que lo acechan.
*Este artículo es publicado gracias a una alianza entre El Espectador e InfoAmazonia, con el apoyo de Amazon Conservation Team.
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