Publicidad

Así es como la apicultura está impulsando la conservación de la Sierra Nevada de Santa Marta

En tres municipios del Magdalena, apicultores y cooperación internacional fortalecieron una cadena productiva que no solo ayuda a mejorar el bienestar de los productores locales, sino también a proteger la biodiversidad. Uno de los hitos fue la conformación del Comité Apícola Departamental para tener una vocería nacional en los temas de este sector agrícola.

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
18 de julio de 2025 - 09:01 p. m.
Así es como la apicultura está impulsando la conservación de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Así es como la apicultura está impulsando la conservación de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Foto: FAO
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

En las laderas y fincas del costado occidental de la Sierra Nevada de Santa Marta, junto a cultivos de café, colmenas de madera que son los hogares de miles de abejas han empezado a marcar el paisaje de una región que busca desarrollar nuevas oportunidades productivas y también proteger ecosistemas clave para el país y el mundo.

Durante las últimas décadas, sin tener cifras oficiales, ha crecido el número de campesinos de esta parte del departamento del Magdalena dedicados —en medio del zumbido característico de esta especie— a recolectar y vender miel en mercados locales y nacionales. Esta práctica se ha convertido en una actividad complementaria en una región donde predomina la agricultura, en particular los cultivos de café.

“Yo crecí en un contexto completamente cafetero, pero lo que siempre me gustó fue la apicultura, que me llena de orgullo, pues además de producir miel, contribuye a la polinización de los cultivos y plantas de la zona”, cuenta Johana Campo Guarin, quien lidera la asociación Apicflor de la Sierra, que realiza apicultura en Santa Clara, corregimiento de Fundación, Magdalena. “Se trata de una actividad que nos ha empoderado, pero en la que hay que decirlo, aún tenemos muchos retos”.

Como explica Campo, los beneficios y virtudes de la apicultura se enfrentan a algunos desafíos como las complejas geografías de los municipios de Aracataca, Ciénaga y Fundación, así como un mercado nacional con precios poco estables y con competencia de productos importados.

Ante estos retos, el proyecto Paisajes Sostenibles–Herencia Colombia (HeCo) desplegó una estrategia para fortalecer este sector productivo cuya apuesta es contribuir a la protección de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos de esta región y, a su vez, permite mejorar las condiciones de vida de los productores locales.

“La apicultura es un complemento ideal para los cultivos orgánicos como los que se tienen en la sierra, en lo que se aplican modelos agroforestales. Este entorno favorece a las abejas gracias a la floración del café y los árboles del sistema, lo que promueve un modelo de producción con un impacto ambiental nulo o, al menos, muy bajo”, sostiene Martín Gaona, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Esta iniciativa es coordinada por la FAO, ejecutada por Invemar y WWF, y financiada por Unión Europea, y busca, en áreas de importancia para la biodiversidad y el agua, como la Sierra Nevada de Santa Marta, avanzar hacia prácticas sostenibles en las que las comunidades locales puedan vivir en simbiosis con su entorno, tal como los apicultores con las abejas.

¿Cómo llegó la apicultura a la Sierra?

Como explica Richard Almanza, coordinador técnico de la RedEcolsierra, organización de segundo nivel que agrupa a más de 20 organizaciones, más de 300 productores y que es el aliado local en la Sierra Nevada del proyecto Paisajes Sostenibles–Herencia Colombia, la apicultura llegó a esta zona del país en la década de los noventa.

“Esta actividad se implementó a través de proyectos de cooperación internacional en el que se entregaron, en ese momento, dos o tres colmenas por finca. Esta fue implementada, principalmente, por dos pioneros en este tema: Gustavo Cruz y Jairo Marciano García, quienes fueron los padres de la apicultura en la sierra y formaron a decenas de personas a partir de su experiencia. Desde entonces se ha vuelto costumbre que las personas adquieran colmenas y produzcan miel”, cuenta Almanza.

Con este punto de inicio, la cadena apícola ha ido creciendo, con al menos 120 productores de café que producen y venden su miel en los puntos de acopio de RedEcolsierra. Se estima, para ponerlo en perspectiva, que cada colmena produce alrededor de 30 kilogramos de miel por año.

Un diagnóstico realizado por el proyecto Paisajes Sostenibles–Herencia Colombia encontró que estos productores presentaban varios retos para su desarrollo productivo. “Se detectó que se están presentando algunas pérdidas de colmenas por mal manejo y envenenamientos, una disminución en la productividad, un acceso limitado a insumos y, en particular, un desconocimiento de la oferta institucional disponible para potenciar sus emprendimientos”, explica Gaona, de la FAO.

Con esta base, en el territorio se implementaron una serie de Escuelas de Campo (ECA) que es una metodología aplicada por FAO en el mundo desde 1990, con la que se busca una construcción participativa del conocimiento que tenga en cuenta las experiencias territoriales de cada comunidad. Y, en particular, se busca que los participantes, aprendan aplicando las metodologías en sus fincas y en sus contextos locales.

En la sierra, en total, se realizaron seis sesiones en las que se capacitó a los productores en el manejo apícola, y buenas prácticas agrícolas que son necesarias para el buen desempeño de la crianza de las abejas y la producción de miel. Esto se debe a que las fumigaciones, el uso de agrotóxicos y las quemas forestales terminan afectando a las abejas, y, por ende, la producción de miel y de otros productos derivados.

En resumen, una colmena saludable y productiva es un indicador de las buenas prácticas ambientales de los cultivos circundantes, como indica Gaona de la FAO.

Hacia mejores insumos

Además de las capacitaciones, para aumentar la capacidad productiva y el número de familias dedicadas a esta actividad, desde el proyecto también se dotó a productores con 300 colmenas que fueron implementadas las fincas cafeteras de la Sierra Nevada de Santa Marta.

Por su parte, también se entregó a tres organizaciones comunitarias, dos lideradas por mujeres, elementos para la fabricación de láminas de cera estampada, que es un insumo fundamental para el desarrollo de la actividad, pero que no se distribuye en la región. Este material será ahora comercializado por productores locales a través de la RedEcolsierra.

“Con esta estampadora ahora es posible hacer nuestras propias láminas de cera, que sirven para guiar el desarrollo de los paneles que van realizando las abejas. Esto nos permiten sacar un mejor producto”, explica Campo, de la asociación Apicflor.

“La capacidad de hacer nuestras propias láminas es clave no solo para nuestra autonomía sino también para la salud de las colmenas, pues la mayoría de estos elementos de cera son importados en Colombia y este material puede contener enfermedades que no están presentes en el país. Ahora podemos extraer nosotros mismos este material sin correr ese tipo de riesgos”, indica Almanza, de la RedEcolsierra.

Como explican los apicultores de la región, aún existen varios retos en torno a los insumos como los trajes o las herramientas para la extracción de miel, los cuales han aumentado de precio en los últimos años.

“No siempre es fácil conseguir todos los elementos necesarios ni tener las tecnologías para la transformación de miel en exfoliantes o para extraer propóleo o polen. Y en esto es clave que las entidades sigan fortaleciendo nuestros procesos”, sostiene Campo, de Apicflor.

Mejorando el enlace con el Estado

Precisamente para conectar a los apicultores con la oferta del Estado colombiano para el impulso de la apicultura en el país, se realizó una jornada de socialización de la oferta institucional para el sector apícola en el Magdalena, con la presencia del Ministerio de Agricultura, Agrosavia, Finagro, Banco Agrario y la Agencia de Desarrollo Rural. En estos espacios participaron líderes de organizaciones apícolas.

“El objetivo era que los apicultores conocieran la oferta institucional que existe en el país. Muchas personas no conocían, por ejemplo, que podían acceder a tecnologías desarrolladas por Agrosavia para mejorar su producción, lo cual fue revelador”, explicó Gaona, de la FAO.

Además, en mayo de 2024, en el corregimiento de Palmor se realizó un foro nacional en el que se firmó un acuerdo de competitividad apícola con la Gobernación, con la presencia del Ministerio de Agricultura, para garantizar el impulso de la cadena desde el sector público.

Por su parte, uno de los avances fundamentales que se logró en la región es la conformación del Comité Técnico Apícola Departamental del Magdalena, el noveno en Colombia, que funciona como un espacio de interlocución con el Gobierno Nacional para impulsar el sector y abordar problemáticas.

Este espacio nos permite hacer parte de las conversaciones nacionales del sector, y promover temas que son prioridades acá en la región”, asegura Almanza. “Aún estamos esperando que se formalicen unos nombramientos por parte de Gobernación de Magdalena para consolidar este espacio y seguir mejorando la producción local”.

“Tenemos que confiar en el comité, pues aún existen muchas brechas para la apicultura, y tenemos que lograr como sector que la gente consuma más estos productos locales y que conozcan las ofertas que están creciendo desde los territorios”, explica Campo, de Apicflor.

Por el momento, en la región se está trabajando para desarrollar nuevos productos para llegar a nuevos mercados y consolidar este sector que, de la mano con las abejas, está contribuyendo a conservar una de las joyas naturales de Colombia.

Conoce más

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.