Entre pasillos repletos de visitantes, el aroma a café recién molido y el dulzor del chocolate artesanal, varias organizaciones firmantes de paz participaron en el stand de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) en Agroexpo 2025. Cuatro asociaciones apoyadas por el Proyecto FRES (Fortalecimiento de la Reincorporación Económica y Social) se abrieron camino en la feria agropecuaria más importante del país.
Desde las montañas del Tolima hasta las costas de Tumaco, productores de EPZ, COMUMARFU, ACOPAZ y COOMUNTU llegaron cargados de café, cacao e historias de transformación. Como resultado de su participación en el proyecto FRES, cerca de 1.200 libras de café fueron negociadas durante la feria, con acuerdos que les permitirán exportar mensualmente estos sabores a nuevos mercados, como el de Estados Unidos.
La participación de estas organizaciones fue posible gracias al trabajo conjunto de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Colombia y el proyecto FRES (Fortalecimiento de la Reincorporación Económica y Social), que desde 2024 acompaña iniciativas productivas de firmantes del Acuerdo de Paz en 15 departamentos y 75 municipios de Colombia.
En Agroexpo, su presencia no pasó desapercibida. Las asociaciones participaron activamente en una agenda de negocios que les permitió formalizar alianzas comerciales, mostrar la trazabilidad de sus productos y posicionarse como actores clave en la construcción de una economía rural sostenible y en paz.
“Esta feria fue la prueba de que sí se puede, hoy no solo vendimos nuestro café, compartimos quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos y dimos a conocer al público que nuestro trabajo es una unión de manos y corazones de campesinos, mujeres valientes y firmantes de paz”, comentó Jael Baquiro representante de las organizaciones de Café del Tolima al finalizar la jornada.
A través del proyecto FRES se están impulsando 20 proyectos productivos colectivos y además 456 iniciativas individuales, muchas de ellas lideradas por mujeres y comunidades étnicas. La apuesta es clara, construir sostenibilidad no solo desde lo económico, sino también desde lo ambiental, lo social y lo comunitario.
Con el apoyo del proyecto FRES, se ha llegado al corazón del Tolima, donde tres organizaciones conformadas por firmantes del Acuerdo de Paz (EPZ, COMUMARFU y ACOPAZ) han unido esfuerzos desde 2018 para cultivar mucho más que café. Con la iniciativa conjunta, bajo el nombre de “Café con Aroma de Paz”, cerca de 45 productores trabajan unidos en la producción, transformación y comercialización de cafés especiales que hoy se destacan no solo por su calidad, sino también por la historia de reconciliación que los acompaña. Cada grano representa un compromiso con la legalidad, el desarrollo rural y la construcción de un nuevo tejido social en sus territorios.
Y a cientos de kilómetros, en la selva húmeda de Tumaco (Nariño), el FRES también está llegando sobre las riberas del río mexicano, donde la organización (COMUNTU), integrada por 54 productores
de cacao, también ha encontrado una vía para la transformación. Su producto estrella, el chocolate artesanal “Manigua de Paz”, refleja el sabor, la biodiversidad y la fuerza de una comunidad que sueña con conquistar los mercados internacionales.
El acompañamiento técnico y comercial del proyecto FRES, fortaleciendo la Reincorporación Económica y Social de estos grupos, ha sido clave para que estos emprendimientos avancen con sostenibilidad, identidad y una profunda convicción de que la paz también se cultiva desde el campo.
En palabras de Marcos Rodríguez, Especialista Senior del Área de Agricultura Familiar y Mercados Inclusivos “El camino de la reincorporación es también el camino de la sostenibilidad. Aquí confluyen el trabajo con identidad territorial, la equidad de género, los saberes campesinos y una visión de país que incluye a quienes firmaron la paz.”
La huella verde que deja la paz
Bosques que se restauran, nacimientos de agua protegidos y montañas con más vegetación, son parte de los beneficios que va dejando el modelo de producción sostenible implementada en ocho líneas agropecuarias con FRES.
En la ruta productiva que atraviesa la geografía colombiana junto a ARN-FAO, varios puntos en común son los que se pueden destacar: modelo de agricultura regenerativa, el uso de insumos biológicos, y el intercambio de saberes, rescatando los que por generaciones han estado en los territorios.
Cada uno de estos 20 emprendimientos está devolviendo a la naturaleza un poco de gratitud, con acciones que buscan restablecer el equilibrio natural, y dejando para las próximas generaciones cimientos sólidos para que el desarrollo rural sea una premisa de equidad y compromiso territorial.
Cada proyecto, cada nombre, cada territorio, es una página escrita por quienes un día dejaron las armas para tomar las herramientas del campo. Una muestra viva de que la paz, cuando se siembra con compromiso, sí da frutos.
