Nuestra ubicación estratégica en la línea ecuatorial con respecto al continente americano, el privilegio de contar con dos océanos, 3 cordilleras, valles y llanuras, le imparten una gran diversidad de climas y suelos al país, que le proporcionan características especiales para el desarrollo de múltiples actividades productivas en el sector rural.
Colombia cuenta con un área territorial de 114 millones de hectáreas, de las cuales 59 millones de hectáreas, es decir el 52% de la superficie, se encuentra cubierto por bosques nativos.
Sin embargo, de acuerdo con estos mismos datos, existen 26 millones de hectáreas destinadas a otros usos cuando deberían tener un uso forestal exclusivo o preponderante por su aptitud para la producción de madera u otros subproductos forestales, y por sus funciones o posibilidades de protección de las cuencas hidrográficas. Además, sus condiciones de estructura, baja fertilidad y pendiente de los suelos, así como el clima, los hacen susceptibles de degradación y consecuentemente inadecuados para usos agropecuarios.
El gran reto es el control de la deforestación del bosque natural. En el país se deforestaron en los últimos cinco años aproximadamente 926 mil hectáreas. Y en contraste, las plantaciones forestales comerciales existentes no superan las 540.000 hectáreas. De allí se deriva la urgente necesidad de reforestar.
En la actualidad existen aproximadamente 33 millones de hectáreas en pastos, cuando esta cifra no debería sobrepasar los 11 millones. Hay 7,3 millones de hectáreas dedicadas a la agricultura, pero ese número debería duplicarse a los 14 millones de hectáreas para la producción de alimentos y el resto, debería utilizarse en proyectos de reforestación.
La reforestación comercial es parte de la estrategia de Crecimiento Verde*, la cual representa una enorme oportunidad para Colombia.
Teniendo en cuenta el potencial mencionado, si a través de una política pública se apuesta por el desarrollo del sector forestal, el país contaría con los beneficios sociales, ambientales y económicos que la reforestación produce: generación de empleo en el campo, producción de materia prima y productos terminados vitales para la industria del papel, industria mobiliaria, la construcción y, en general, para el desarrollo y bienestar de las comunidades; beneficios ambientales como la regulación de las fuentes de agua, evitando la ocurrencia de desastres en época invernal
En el mismo orden la reforestación propicia el mejor uso de los suelos de ladera y por lo tanto protección de éstos contra la erosión, captura del dióxido de carbono como estrategia de mitigación del calentamiento global, disminución de la presión para la madera proveniente de los bosques naturales y por consiguiente la protección de la biodiversidad que, para nuestro caso, es una de las más altas del mundo.
La contribución de las plantaciones forestales para lograr el crecimiento verde, generar industrias de economía circular y crear encadenamientos productivos en cadenas de valor locales, regionales y globales es indiscutible.
El mundo está cambiando muy rápidamente. En los últimos años la tendencia es a disminuir el uso de empaques no sostenibles. El verdadero desafío radica en desarrollar empaques más amigables con el medio ambiente, que sean reciclables, biodegradables y que provengan de fuentes renovables. Por eso en empresas forestales legales y sostenibles como los miembros de FEDEMADERAS, por ejemplo, las productoras de empaques de papel y cartón, el 100% de la madera que se utiliza para desarrollar sus productos, proviene de plantaciones forestales comerciales certificadas por FSC® y de material reciclado.
Es por ello que, debemos enfocar todos nuestros esfuerzos a desarrollar un mundo con empaques superiores en materia ambiental, con construcciones amigables con el ambiente, mobiliario y enseres biodegradables hechos en madera de origen legal. Y esta tendencia aumentará la demanda de fibras de madera, la cual deberá satisfacerse con madera de plantaciones forestales comerciales, ayudando así a preservar los bosques naturales. Necesitamos más madera legal para un mundo más sostenible.
Proyectos forestales de reforestación comercial sostenibles y legales son motivo de orgullo, pues cada etapa del proceso de producción de productos forestales y sus subproductos, se realiza bajo los más altos estándares de calidad, protegiendo y conservando los bosques y el medio ambiente; seguros de que con su experiencia, talento, conocimiento y creatividad seguiremos generando beneficios para las personas, las comunidades, el medio ambiente y para la prosperidad del país.
¡El momento para reforestar es AHORA!