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La versión número 26 de la conferencia de cambio climático más importante del mundo (COP26) llegó a su fin hace unas semanas con ciertos avances, pero también incertidumbre. Durante las negociaciones, que tuvieron lugar en Glasgow, Reino Unido, se hicieron anuncios de nuevos compromisos y por primera vez se acordaron temas clave como la reducción del uso de combustibles fósiles o se reconoció el rol que la naturaleza juega para limitar el aumento de la temperatura promedio del planeta. No obstante, en la lucha contra la crisis climática queda mucho por recorrer y los países aún tienen pendiente convertir sus compromisos en hechos.
El cambio climático está aumentando la frecuencia e intensidad de los fenómenos climáticos extremos, tales como incendios, inundaciones, sequías y ciclones tropicales. A su vez, el nivel del océano está aumentando rápidamente, el hielo del ártico se está derritiendo y muchos ecosistemas vitales para el funcionamiento del mundo están en peligro de desaparecer. Para enfrentar esta crisis, son necesarios cambios estructurales que en gran medida dependen de los líderes mundiales y las grandes industrias, y que se espera sean acordados en espacios como la COP26.
Sin embargo, nosotros también podemos aportar. Diariamente llevamos a cabo actividades y tenemos hábitos que generan e incentivan las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), por ejemplo, el transporte, el consumo de energía y hasta cómo nos alimentamos.
Por ello, es crucial cambiar la manera en que consumimos y actuamos, si queremos frenar el calentamiento del planeta. Aquí un paso a paso para disminuir nuestra huella de carbono, es decir, la cantidad de gases de efecto invernadero que emitimos a través de actividades cotidianas.
Consume conscientemente
Detrás de un producto, hay toda una cadena de procesos que van desde su elaboración y transporte, hasta su comercialización y desecho. Dicha cadena tiene efectos en la naturaleza, pues utiliza recursos indispensables como el agua y la energía y, además, implica la emisión de GEI, aquellos que ocasionan el cambio climático, como el dióxido de carbono y el metano. Por ello, es crucial consumir conscientemente.
1. No compres cosas innecesarias. ¿En verdad necesitas esa nueva falda o ese nuevo sofá? Trata de comprar solo lo que necesites y mejor si es de segunda. La industria de la moda es un ejemplo de la capacidad contaminante de estos sectores. Según un estudio de Naciones Unidas, esta produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y envíos marítimos internacionales juntos.
2. Escoge muy bien lo que compras y consumes. Muchas empresas y emprendimientos le están apostando a procesos más sostenibles ambiental y socialmente, ejemplo de ello son las marcas de ropa que elaboran sus prendas a partir de material reciclado. Identifica estas iniciativas y apóyalas.
3. Despídete del plástico de un solo uso. No aceptes bolsas, cubiertos plásticos ni bebidas embotelladas. Carga siempre una botella metálica para tus bebidas y una bolsa de tela, además, cuando vayas a hacer mercado, escoge productos empacados con la menor cantidad de plásticos. Se estima que en todo el ciclo de vida del plástico se emiten 1.800 millones de toneladas de GEI al año, por ello, si el plástico fuera un país, sería el quinto mayor emisor del mundo.
Transpórtate de manera amigable con el planeta
Para el funcionamiento de aviones, barcos, carros, trenes y otros medios de transporte se necesitan grandes cantidades de energía y la mayoría de ella proviene de fuentes altamente contaminantes como los combustibles fósiles. Se estima que movernos y trasladar mercancías de un lado a otro genera el 16,2% de los GEI globales.
1. Trata de caminar y usar la bicicleta a la hora de movilizarte. Si debes recorrer distancias largas, intenta hacerlo en transporte público y deja como última opción el carro, cuando lo hagas intenta llevar el cupo completo.
2. Cuando vayas a viajar, intenta hacerlo en bus o tren en vez de volar. Los aviones gastan cantidades enormes de combustibles en su funcionamiento y emiten 1,9% del total de GEI. Si solo puedes llegar a tu destino por medio de un vuelo, compra vuelos directos, pues en los viajes con escalas se emiten más gases de efecto invernadero, debido a los varios despegues y aterrizajes.
3. Compensa las emisiones de tus vuelos. Cada vez que vueles, calcula tus emisiones (hay diferentes calculadoras de emisiones en Internet) y compensa al planeta apoyando proyectos de conservación o restauración. Una buena opción es apoyar la siembra de bosques, pues son ecosistemas que secuestran naturalmente el dióxido de carbono.
Ahorra y usa eficientemente la energía
El funcionamiento de la mayoría de cosas que empleamos cotidianamente depende del suministro de energía, desde el computador, el televisor y el celular hasta la iluminación de nuestras casas y los medios de transporte. Esa energía es producida en su mayoría con carbón, petróleo y gas, generando grandes emisiones de GEI. Actualmente, el sector energético es responsable del 73,2% de estas emisiones a nivel global.
1. Usa bombillos y equipos de bajo consumo energético. Muchos productos y equipos ahora tienen versiones que hacen un uso más eficiente de la energía por medio de diferentes tecnologías, es el caso de las neveras eficientes.
2. No desperdicies la energía. Desconecta los equipos electrónicos cuando no los estés usando, retira los cargadores del enchufe, apaga las luces cuando no las necesites y no uses excesivamente el aire acondicionado.
Bájale a la huella de carbono de tu dieta
La producción mundial de alimentos genera el 29% de las emisiones de GEI. Detrás de este fenómeno, está la forma en que funcionan nuestros sistemas alimentarios y el impacto que tienen en la naturaleza. Por ejemplo, la expansión de zonas agrícolas y ganaderas ha implicado la deforestación de miles de hectáreas de bosques y, por ende, la emisión de grandes cantidades de gases de efecto invernadero. A ello se suma que la degradación de los ecosistemas afecta su capacidad natural de absorber y secuestrar GEI. Además, el transporte de alimentos también es responsable de cantidades significativas de estas emisiones.
1. Compra nacional y local. Antes de comprar un producto, pregunta de dónde viene. Si un producto es producido cerca a tu casa, menos emisiones se generan durante su transporte.
2. Come más variado. Aunque el hombre ha llegado a cultivar al menos 6.000 especies de plantas, en el mundo se cultiva principalmente solo tres alimentos: arroz, trigo y maíz. La producción masiva de unos pocos alimentos requiere monocultivos extensivos causantes de la deforestación de miles de hectáreas y el desgaste de los suelos, causando grandes emisiones de gases de efecto invernadero.
3. Reduce tu consumo de carne. La ganadería emite grandes cantidades de GEI e implica deforestar miles de hectáreas de bosques.