Crax alberti: el ave que narra el estado de los bosques en Colombia

La alta transformación de las coberturas boscosas de estas regiones hace que sea urgente la caracterización del patrimonio natural que aún subsiste en ella,

Foto: FAO FAO

Se le conoce como paujil o pavón pico azul, pero su nombre científico es Crax alberti. Se trata de la especie protagonista de la miniserie animada en plastilina: El recorrido de Crax por las regiones Andina y Caribe; un ave endémica colombiana (es decir, que solo se encuentra en nuestro país) que habita, principalmente, las cuencas bajas y medias de los ríos Magdalena y Cauca.

Esta miniserie fue lanzada el 3 de marzo por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), en alianza estratégica con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y sus cinco capítulos estarán disponibles de manera gratuita para todo el país, como parte de una apuesta por crear herramientas que permitan la comunicación de hallazgos científicos a públicos más amplios para el cuidado y la conservación del medioambiente. (Lea: Más de 500 especies de arrecifes en Australia han disminuido en la última década)

Crax: una estrategia de divulgación científica para el estudio de los bosques colombianos

Como se presentó en el primer capítulo, Crax es un ave en riesgo de extinción y, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), está catalogada como una especie en Peligro Crítico por cuenta de la transformación de bosques en potreros y las actividades mineras y ganaderas presentes en su ecosistema. Debido a su experiencia en el ambiente natural y su relación con los bosques que habita, Crax fue seleccionado como el reportero que, a través de recorridos y moderado planeo por los bosques de las regiones Andina y Caribe de Colombia, tiene la tarea de visibilizar su estado e impulsar su conservación.

El diseño de Crax y otros personajes de la serie como los árboles, pino chaquiro y cedro, las abejas polinizadoras, entre otros, fue realizado por el artista Édgar Álvarez y el equipo de ¿Se lo explico con plastilina?, que contó con apoyo técnico de diversos investigadores vinculados al Inventario Forestal Nacional (IFN).

Desde ahora, todos los colombianos podrán seguir el recorrido de Crax, capítulo a capítulo, por las regiones Andina y Caribe, para conocer cuál es el estado de los bosques y sus especies; información vital para que todos tomemos decisiones sobre el uso, el manejo, la protección y la conservación de los ecosistemas, y las medidas necesarias para frenar la deforestación y degradación de los bosques en Colombia. (Lea: El rompecabezas para descontaminar el río Bogotá)

Esta estrategia de divulgación científica -con la cual se espera tener acogida en colegios y en el público general- se desarrolló en el marco del Inventario Forestal Nacional de Colombia (IFN), que se adelanta desde el 2015, con el liderazgo del Ideam, en coordinación con diversas instituciones del sector ambiental, entre ellas los institutos de investigación ambiental del Sistema Nacional Ambiental (SINA), y el apoyo de la FAO, con quienes, actualmente, se realizan actividades en 297 conglomerados de las regiones Andina y Caribe para recolectar datos de campo sobre la estructura, la composición y la diversidad florística, el volumen de madera, la biomasa aérea, el carbono en el suelo y la calidad, las condiciones y la dinámica de los bosques, entre otros.

Región Andina y Caribe: dos áreas claves del territorio nacional

Cabe destacar que esta miniserie se concentra en las regiones Andina y Caribe, dos de las áreas más complejas del territorio nacional, no solo por sus características fisiográficas, sino por dinámicas territoriales que hacen difícil su operatividad, lo que representa un reto constante para los investigadores. (Lea: Sin bosques y sin presas, las consecuencias de la deforestación para los depredadores)

De hecho, la alta transformación de las coberturas boscosas de estas regiones hace que sea urgente la caracterización del patrimonio natural que aún subsiste en ellas, como elemento fundamental para la toma de decisiones en materia de ordenamiento, manejo y planificación de los bosques naturales, y la base para adelantar acciones en restauración junto con las comunidades que las habitan.

Es fundamental, por lo tanto, enfocarse en la identificación de la composición florística de estas zonas y las especies que se encuentran en alguna categoría de amenaza o vulnerabilidad, dado que estas también representan un riesgo a la estabilidad de las comunidades locales de los territorios y de la fauna asociada, las cuales dependen directamente de ellas para sobrevivir.