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Cuencas de los ríos Nare y Porce, vitales para la energía y gestión del agua en Antioquia

Medellín fue el escenario del primer Encuentro por el Agua y la Energía Renovable 2023, un espacio de conversación en donde se identificaron los retos y oportunidades en materia de gestión del agua y la energía renovable para la región, que podrán ser tenidas en cuenta por los futuros alcaldes y gobernadores, con el fin de garantizar la sostenibilidad de estos recursos.

Laura Garzón Acosta
25 de mayo de 2023 - 01:00 p. m.
En el Encuentro por el Agua de Medellín participaron más de 80  personas de diferentes sectores.  / Archivo
En el Encuentro por el Agua de Medellín participaron más de 80 personas de diferentes sectores. / Archivo
Foto: zuritaphoto - ZURITAPHOTO

Al definir cuenca hidrográfica se habla de un extenso territorio cuyas aguas fluyen hacia un mismo río, lago o mar. Sobre la cordillera Central colombiana se encuentran dos de las cuencas más importantes del país: las de los ríos Nare y Porce. El primero abarca un área de más de 560 mil hectáreas, el Porce alcanza las 523 mil, posicionándose como una de las más extensas y caudalosas de Antioquia. Es un lugar estratégico para hablar de gestión del recurso hídrico y energías renovables en el noroccidente del país.

Por eso Medellín fue escenario del primer Encuentro por el Agua y la Energía Renovable 2023, una iniciativa de ISAGEN que se desarrolla en el marco de la campaña BIBO de El Espectador, bajo la dirección técnica de WWF Colombia y el respaldo de TNC Colombia. (Lea: En Colombia hay más de 7.000 plantas útiles, ¿para qué sirven?)

Allí participaron más de 80 personas de los distintos sectores de la región que encabezan la gestión del agua y la energía renovable en el departamento, entre los que se cuentan representantes de la academia, corporaciones autónomas, consejos de cuenca, delegados de grandes y pequeñas empresas, y distintos actores sociales.

Durante el encuentro se debatieron las recomendaciones y acciones estratégicas que deberán tenerse en cuenta de cara a la implementación del nuevo Plan Nacional de Desarrollo (PND), en articulación con las nuevas administraciones municipales y departamentales, así como las condiciones necesarias para llevarlas a buen puerto en materia de agua, energía renovable, mitigación y adaptación al cambio climático.

El urgente llamado a un ordenamiento territorial a partir del agua

La gran conclusión durante este primer encuentro es que el agua debe ser el eje de la planificación del territorio, tal como lo plantean las bases del recientemente aprobado PND, a lo cual se suma el reto de concretar una gobernanza conjunta, en donde la cuenca sea el eje transversal, con objetivos comunes y acciones consensuadas. En pocas palabras, los planes de ordenamiento territorial deberán basarse en la estructura ecológica principal, que comprende todos los elementos naturales que mantienen y sostienen la biodiversidad y sus servicios ecosistémicos. (Lea: Una nueva era para Colombia en la gestión del agua y las energías renovables)

Uno de los desafíos es mejorar el trabajo articulado con las áreas protegidas presentes en la zona de influencia de las cuencas, con el fin de conocer con mayor detalle el estado de los ecosistemas y plantear acciones complementarias de conservación y uso sostenible. Y es que, según datos, la participación en porcentaje de la cuenca del río Porce dentro del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (Sinap) es del 9,6 %, mientras que la de la cuenca del Nare es del 22,8 %.

En este sentido, en el evento se hizo un llamado a los candidatos a las alcaldías de los municipios de la zona de influencia de las cuencas a que se involucren de manera más activa en temas relacionados con la gestión y el estado del recurso hídrico. “No podemos seguir abordando los municipios de la cuenca de forma atomizada, no son islas, están interconectadas. Todos debemos actuar bajo esa misma lógica. De ahí la urgencia de crear canales efectivos de articulación interinstitucional”, señaló Álvaro López, de la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare (Cornare).

Para López, los esfuerzos deben concentrarse en integrar a los municipios en donde nace el agua, como Argelia, Sonsón y Nariño, propuesta que va acompañada de una gestión del recurso hídrico bajo el análisis del paisaje para la planificación. “En estos municipios no hay capacidades técnicas ni científicas, como sí ocurre en Medellín y el Área Metropolitana”, concluyó. (Lea: Es hora de replantear nuestra relación con la naturaleza)

Por su parte, María Helena Gómez, del Área Metropolitana del Valle de Aburrá (AMVA), destacó la necesidad de promover una educación ambiental cada vez más innovadora alrededor de las cuencas para promover un monitoreo participativo efectivo que resulte en un empoderamiento real de las comunidades.

Manejo de los bosques como una acción climática

Otro de los puntos claves que se discutieron tuvo que ver con las recomendaciones en materia de mitigación del cambio climático, es decir, las acciones para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. Los participantes hicieron un llamado para lograr un manejo integral de los ecosistemas a través, por ejemplo, de la restauración de los distintos tipos de bosques que tienen presencia en la cuenca.

Una de las conclusiones es que no es posible hablar de mitigación sin abrir una conversación sobre el rol de las energías renovables. Para los participantes, una acción estratégica es lograr una conversión del sistema energético sin ponerlo en aprietos. “Para lograr avanzar en la diversificación de la matriz energética se necesita voluntad política en donde se capitalice el conocimiento y liderazgo de la región en energías como la hidroeléctrica, pero que nos permita ir un paso más allá en energías alternativas no convencionales. La prioridad también deberá ser mejorar el marco jurídico en la generación energética”, señaló Adriana Pérez, ponente de la mesa de mitigación.

Se destacó de manera especial el papel que ha cumplido la empresa privada y la academia en materia de gestión del conocimiento alrededor de las energías renovables. (Lea: Saber dónde restaurar, clave para recuperar los bosques del país)

Adaptación al cambio clim ático

Reducir la vulnerabilidad de los ecosistemas naturales y humanos ante los efectos reales o esperados del cambio climático es un asunto prioritario en todas las agendas regionales, nacionales e internacionales. Cada vez más se evidencia la urgencia de plantear accciones.

Frente a este tema, en el Primer Encuentro por el Agua se resaltó el papel de las soluciones basadas en la naturaleza a la hora de abordar algunos de los desafíos, como la disponibilidad de agua, el riesgo de desastres naturales por temporadas de lluvias y sequías extremas, y el cambio de las temperaturas. Esta es una medida que va acompañada del pago por servicios ambientales, una figura que si bien se ha venido consolidando en el país, debe llegar cada vez a más territorios y a la población más vulnerable.

La planificación ambiental, además de tener al agua como eje articulador, debe garantizar un enfoque en gestión del riesgo con medidas preventivas y no reaccionarias como ha venido ocurriendo en algunos territorios. “El fortalecimiento de la gobernanza pasa por una actualización efectiva del análisis del riesgo por parte de los municipios que responda a las necesidades y expectativas de la población en sus inquietudes más cotidianas”, destacó Jenifer Branch, funcionaria de Parques Nacionales Naturales. (Lea: Desde el Bajo Cauca, un ejemplo de lo dulce que puede ser la reconciliación)

Un paso más allá de la hidroelectricidad

Las cuencas de los ríos Nare y Porce son potencia en hidroelectricidad. Tanto pequeñas centrales como grandes hidroeléctricas han logrado consolidar un patrimonio energético renovable para el país. De acuerdo con los participantes, Antioquia debe aunar esfuerzos para capitalizar el conocimiento que dispone en generación de energías limpias a través de proyectos de intercambio de experiencias y capacidad instalada, como la apropiación de tecnología de avanzada que garantice el menor impacto ambiental posible.

Son tecnologías que apuntan a una diversificación de la matriz energética para hacerla más resiliente a los efectos del cambio climático. “Debemos ir consolidando nuevas alternativas de energías limpias, garantizando una transición ordenada y sostenible bajo los estándares de justicia energética”, dijo el profesor de la Universidad de Antioquia, Carlos Donascimento.

Al cierre, la plenaria hizo una proyección del escenario ideal para las cuencas de los ríos Porce y Nare, en donde el referente más importante es una visión de paisaje, caracterizado por un abordaje integral del territorio que responda a las necesidades e intereses en el desarrollo de la región, sin dejar de lado la conservación y protección de los ecosistemas y sus servicios ambientales.

El próximo Encuentro por el Agua y las Energías Renovables 2023 tendrá lugar en Manizales, el próximo 21 de junio.

Por Laura Garzón Acosta

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