Con más del 10 % de la biodiversidad global, Colombia es uno de los países con mayor cantidad de especies de fauna y flora en el mundo. Esta riqueza natural, además de ser parte del patrimonio ambiental del país, también juega un papel clave en la estabilidad ecológica de la región por los amplios beneficios que los ecosistemas naturales brindan a las comunidades y a su entorno.
De forma directa y alineada con el Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal que propone detener la pérdida de especies, el Grupo Empresarial Argos cuenta con una estrategia de sostenibilidad transversal a sus compañías Cementos Argos, Celsia y Odinsa que contempla la operación responsable como un pilar de sus operaciones. Esta visión le ha permitido aportar a la protección de al menos 250 especies de fauna y flora en más de 20 departamentos del país.
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Este gestor de activos de infraestructura ha desarrollado diversas iniciativas de conservación a lo largo de su historia, enfocándose en la protección de especies emblemáticas, además de la restauración de ecosistemas estratégicos. Cementos Argos y Celsia, por ejemplo, cuentan con planes de manejo ambiental que les permiten asegurar la operación de sus plantas mientras previenen y mitigan el impacto en los territorios en los que se encuentran y las especies que lo habitan. Animales como el mono aullador, martejas o cotorras cabeciazules pueden encontrarse conviviendo de forma sana y en equilibrio con la actividad productiva de las compañías.
En el caso de Odinsa, la empresa de concesiones de Grupo Argos, la compañía ha implementado pasos de fauna para garantizar la seguridad de especies clave como la danta, el puma y distintas aves y reptiles, preservando la conectividad ecológica en las zonas de influencia de sus proyectos. Actualmente, en la concesión Pacífico 2 se han construido 25 pasos de fauna, y para este año se proyecta la construcción de 10 adicionales (seis subterráneos y cuatro aéreos), distribuidos en los municipios de La Pintada, Támesis, Tarso, Jericó, Fredonia, Venecia y Santa Bárbara, en Antioquia.
Adicionalmente, la Fundación Grupo Argos ha jugado un rol fundamental en la conservación del hábitat de especies como el Oso Andino, emblemática en país y que se puede avistar en los departamentos de Cauca, Chocó, Risaralda y Valle del Cauca. Estas acciones han permitido la recuperación de áreas críticas para la supervivencia del oso, contribuyendo a la sostenibilidad de los ecosistemas de alta montaña en el país dado que se trata de una especie sombrilla.
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Por otro lado, la organización definió un modelo que le permite determinar las especies vegetales nativas de los ecosistemas a intervenir y aportar así a la conservación del bosque andino, bosque húmedo tropical, bosque seco tropical, páramos y manglares en Antioquia, Atlántico, Bolívar, Sucre, Tolima, Risaralda y Valle del Cauca. Acciones como la inauguración del Centro de Investigación y Conservación de los Bosques del Río Cauca (CIRCA) o la restauración ecológica participativa con la siembra de 20 millones de árboles por medio de iniciativas como Sembrando Futuro de la Fundación Grupo Argos y ReverdeC de Celsia, dan cuenta del impacto del trabajo de esta empresa privada colombiana, que además de aportar a la conectividad biológica, también influye de forma directa en la conservación de 63 cuencas hídricas del país y la generación de más de 4.100 empleos verdes directos e indirectos.
En este trabajo permanente, en 2023 Celsia anunció el descubrimiento de dos nuevas especies de orquídeas en la zona de influencia de la Central Hidroeléctrica Calima que fueron registradas y reconocidas internacionalmente bajo los nombres Epidendrum calimaense y Epidendrum celsiae. Así mismo, la compañía de energía de Grupo Argos ha identificado nuevas especies de flora en las áreas de influencia de sus activos en operación, como es el caso de la Central Hidroeléctrica Alto Anchicayá con la especie Pleurothallis celsia, en asocio con Parques Nacionales Naturales Farallones de Cali y sus investigadores.
