Más de 40 mil crías recién nacidas, o alevinos, de la bagre rayado (Pseudoplatystoma magdaleniatum), una especie endémica de la cuenca del río Magdalena, fueron sembrados recientemente por ISAGEN en la ciénaga El Llanito, ubicada en Barrancabermeja, Santander.
La actividad de repoblamiento fue realizada en convenio con la piscícola Santa Cruz, bajo la supervisión de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (AUNAP) y con participación de los pescadores de la zona baja del río Sogamoso.
Esto se hizo en cumplimiento del Plan de Manejo Ambiental de la Central Hidroeléctrica Sogamoso, de ISAGEN, bajo el Programa de Protección del recurso íctico y pesquero, a través del cual se han podido adelantar acciones que aportan a la conservación de las especies nativas del río Sogamoso.
Desde 2011, se han sembrado 55 millones de peces peces nativos en el bajo Sogamoso y el embalse Topocoro, ambos en Santander. Alrededor del 90 % de alevinos son bocachico, siendo la especie que ocupa el primer lugar en las capturas o pesquerías de los ríos Sogamoso y Magdalena.
También se siembran otras especies nativas de estas cuencas, como: blanquillo, dorada, vizcaína y el bagre. Este último, con alto valor comercial, pero a su vez, está catalogado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) “En Peligro” (EN), lo que significa que enfrenta un riesgo muy alto de extinción en estado silvestre. La sobrepesca es su principal amenaza.
La siembra se hizo en dos jornadas y se convirtió en un hecho no antes visto, pues es la primera vez que se realiza una liberación tan grande de esta especie, según Daniel Restrepo Campo, director del Centro Acuícola, Piscícola Santa Cruz.
Para Samuel Arango Chacón, de la Asociación de Pescadores del Llanito APALL, “esta siembra se recibe con agrado y será beneficio para los pescadores”. Por su parte, Jeison Rodríguez de la misma asociación, sostiene que “es algo histórico a nivel nacional. En la canoa que yo iba pudimos liberar más de 3 mil quinientos bagres”.
Como todas las siembras realizadas, llevan la supervisión de la AUNAP, que, según su director regional, Felipe Enrique Guerra, se vela por el cumplimiento de la reglamentación pesquera y acuícola en el país. “Hacemos un acompañamiento permanente a este tipo de siembras, le damos contexto de legalidad, vigilando que se haga dentro de los estándares permitidos para que estas siembras contribuyan al desarrollo etiológico, biológico, acuícola, en las cuencas donde sea han sembrado”.
Según explica Víctor Hugo Vásquez, profesional ambiental de ISAGEN, “la ciénaga El Llanito ofrece las condiciones de refugio, alimento y protección a los alevinos para que, una vez juveniles, puedan salir al río Sogamoso y al Magdalena y así aportar a la conservación de la especie y a las pesquerías de estos afluentes”.
Acuerdos de pesca
Es importante resaltar que la comunidad de pescadores mantiene acuerdos sobre la conservación del bagre rayado, respetando sus tiempos de veda (lapsos de tiempo considerados momentos pico en el ciclo reproductivo de la especie), por lo que su captura y su comercialización están prohibidas.
Como acciones adicionales a esta actividad, se encuentra el impacto positivo en la biodiversidad, la contribución a la seguridad alimentaria, la educación y la conciencia ambiental en el territorio, así como la investigación y el monitoreo de las especies.
