Hechos para entender y adaptarnos al cambio climático

Sogamoso

Foto: Natura

La gestión integral del cambio climático permite a ISAGEN no solo identificar potenciales riesgos para su continuidad y operación en el largo plazo, sino también descubrir un abanico de oportunidades que pueden generar beneficios tangibles para la sociedad en su conjunto. Es así como las centrales hidroeléctricas Amoyá, en el Tolima, y Sogamoso, en Santander, se encuentran registradas como proyectos de Mecanismos de Desarrollo Limpio, MDL (actualmente está en proceso la certificación del parque eólico Guajira I en construcción).

Por ello, centramos nuestros esfuerzos en la consolidación de un portafolio de proyectos de energía limpia que nos permitirán complementar y diversificar nuestra canasta de generación de energía y en la búsqueda de alternativas de mitigación y adaptación a este fenómeno mundial, ya que el agua, que es nuestra principal fuente de generación, es un recurso natural sensible ante los efectos de las variaciones de la temperatura en el planeta.

Reconocer la importancia de su cuidado, es clave para el desarrollo de nuestro negocio y para los grupos de interés, puesto que su disponibilidad es una necesidad básica para toda la sociedad. Por esta razón, comprometidos con una gestión responsable y sostenible, implementamos diferentes medidas que contribuyen a la mitigación y adaptación frente a los efectos del cambio climático. Estudios de diagnóstico, programas para la conservación de las cuencas en las áreas de influencia de nuestras centrales y el desarrollo de nuevos proyectos de generación utilizando fuentes de energía renovables, son un ejemplo de nuestro actuar.

Caso Sogamoso

A partir de la construcción de la Central Hidroeléctrica Sogamoso, las comunidades del área de influencia plantearon sus inquietudes respecto de los posibles impactos en sus cultivos por la conformación del embalse Topocoro que, con 7.000 hectáreas es uno de los más extensos del país y almacena el mayor volumen de agua con 4.800 millones de metros cúbicos. Las dudas estaban orientadas en que con el establecimiento del embalse se presentaría un aumento en la humedad del territorio, afectando los cultivos por la proliferación de enfermedades y cambios en la producción de los mismos.

En atención a estas inquietudes, se incluyó en la actualización del Plan de Manejo Ambiental del Proyecto Hidroeléctrico Sogamoso (2008) el “Programa para atender la percepción de la comunidad acerca de posibles cambios microclimáticos ocasionados por el embalse”, el cual se desarrolla desde el año 2010, a través del “Proyecto de Monitoreo del comportamiento climatológico en el área de influencia de la central hidroeléctrica Sogamoso”.

Es importante aclarar que este no es un programa de pago de cultivos, ni responde a compensaciones económicas para las familias. Este es un programa que atiende las percepciones de la comunidad acerca del posible cambio del microclima con la llegada del embalse al territorio y su interacción con los principales cultivos de las áreas aledañas al embalse. En tal sentido, para poder entender las percepciones es necesario medir (cuantificar) el comportamiento del clima y de los principales cultivos alrededor del embalse.

Para ello se diseñó una investigación técnica y participativa que permitiera conocer el comportamiento del clima en la región, así como su relación con los cultivos, la incidencia de las enfermedades existentes y su capacidad productiva antes y después de llenado embalse. Para su desarrollo, se estableció alianza con la Fundación Natura, mediante convenio, y se definió una la línea base de la investigación, partiendo de la definición del área de estudio y la zona geográfica en la que se desarrolla la investigación.

Esta cuenta con una red de monitoreo climático conformada por siete (7) estaciones que miden las principales variables del clima, con el fin de conocer su comportamiento. Las estaciones registran de manera horaria y diariamente las variables claves para entender el clima, como lo son: precipitación, temperatura, humedad relativa, brillo solar, dirección y velocidad del viento, evaporación y evapotranspiración.

De igual forma, se establecieron veintiséis (26) parcelas agronómicas de investigación prospectiva (o predictiva) las cuales permiten detectar el estado de los agro-ecosistemas de cacao (la región tiene varios reconocimientos mundiales), café y tabaco, producidos alrededor del embalse antes y después el llenado del embalse Topocoro, de tal manera que se puedan detectar posibles cambios en el clima local (microclima) y su relación con el comportamiento de los cultivos mencionados. Las estaciones y las parcelas están ubicadas en los municipios de Betulia, San Vicente de Chucurí, Zapatoca y Girón; contando con la participación activa de las comunidades de manera comprometida y voluntaria, en permitir el monitoreo técnico de sus cultivos.

Con toda esta información se construyó en modelo de análisis (estadístico) que es validado permanentemente con el fin de identificar si se han presentado cambios en el comportamiento del microclima o de los cultivos alrededor del embalse.

En lo corrido de estos 10 años de monitoreos, (5 antes del llenado del embalse y 5 después del establecimiento del embalse) encontramos que las manifestaciones del microclima del área de influencia del embalse Topocoro, no han variado a causa del embalse y son consecuentes con las manifestaciones del clima global, donde los fenómenos de variabilidad climática (fenómenos Niño y Niña) se perciben con mayor intensidad. Así mismo los ciclos productivos de los cultivos en estudio permanecen igual, es decir, con las mismas épocas de producción.

Por otro lado, a partir del segundo semestre del año 2013 se inició con la estrategia de monitoreo climático participativo, en el que los productores vinculados a la investigación con sus parcelas demostrativas y la comunidad en general pueden, de manera voluntaria y permanente, registrar por ellos mismos a través de instrumentos sencillos (micro-estaciones y pluviómetros) el comportamiento de la temperatura, precipitación y humedad relativa.

El compromiso ha sido realizar un proceso de socialización de resultados anualmente y así se ha venido cumpliendo, incluso durante este 2020, en el que bajo las condiciones de aislamiento preventivo a causa de Covid-19 no es posible realizar los talleres de socialización presencialmente, se optó por implementar un proceso virtual de información y participación para dar a conocer los resultados del monitoreo climatológico y agronómico con corte a diciembre de 2019.

En conjunto con la Fundación Natura aprovechamos las herramientas virtuales y redes sociales. La estrategia se fundamentó, en hacer una entrega de resultados vía WhatsApp, mediante la creación de cuatro grupos y el mismo número de talleres, en los que el público objetivo fueron los participantes de 17 veredas que constituyen el área de estudio del Programa.

• TALLER #1: Veredas: Canta Ranas 1 y 2, Barro Amarillo, Palmira. (06 al 10 y del 13 al 17 de julio)
• TALLER #2: Centro, Santa Inés, Los medios, Mérida. (27 al 31 de julio y del 3 al 7 de agosto)
• TALLER #3: Sogamoso, Belmonte (10 al 14 y del 13 al 17 al 21 de agosto)
• TALLER #4: Plazuela, Miradores, Peña Morada, Armenia, Placer.

El 11 de septiembre de 2020 concluyó con éxito la entrega de resultados contando con la participación de 73 agricultores de las comunidades del área de influencia de la Central Hidroeléctrica Sogamoso.

Esta metodología, desarrollada por el equipo del proyecto de Monitoreo Climático en el área de influencia de la Central Hidroeléctrica Sogamoso, generó un impacto positivo y está siendo replicada por otros proyectos a nivel nacional.

Fotografías Fundación Natura: https://natura.org.co/proyecto-monitoreo-climatico-culmino-con-exito-ciclo-de-talleres-virtuales-2020/