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Este sector cultivó en 1994 las semillas que hoy han crecido y se han desarrollado para proteger al sistema por más de tres décadas. Estos últimos años, la realidad de la transición energética pide que se siembre nuevas semillas que vigoricen un sector cada vez más sostenible. El agua, el aire y el sol son los recursos naturales que pueden apalancar el crecimiento verde del sector y que configuran las Fuentes no Convencionales de Energía Renovable (FNCER).
Las circunstancias actuales del mercado favorecen el desarrollo solar. Al cerrar el 2024, la capacidad instalada solar del país llegaba a un 9 %, pero para este año las proyecciones de SER Colombia apuntan a una cifra entre el 13% y 14%, con proyectos de mediana y gran escala.
Para seguir extendiendo las ramas verdes de las fuentes no convencionales se requiere un tronco sólido. Allí, ISAGEN juega un papel fundamental. Es una de las tres generadoras más importantes del país con 30 años de operación y con los frutos concretos de un plan de expansión 100% verde que comenzó a echar raíces en 2021 con la adquisición de nueve Pequeñas Centrales Hidroeléctricas (PCH) en Antioquia y cinco plantas solares en Meta.
Siguiendo ese camino de crecimiento de sus activos de generación bajo la metodología FNCER, construyó e inauguró en 2022 Guajira I y Wesp 01, las únicas dos centrales eólicas de última generación operando en La Guajira. En 2024, la generadora culminó la construcción de Bosques Solares de Bolívar en Atlántico, un complejo con cinco plantas solares que tienen la capacidad de suplir el consumo de 400.000 personas aproximadamente, el equivalente a una ciudad como Manizales.
Alcanzar este hito de producción sostenible requirió una inversión superior a los 4 billones en los últimos años y la Empresa está lista para invertir 3 billones más en el futuro próximo. Ese futuro está lleno de grandes retos para el sector eléctrico respecto a oferta y demanda, que a través de proyecciones oficiales e investigación académica muestran para el corto plazo un posible escenario de riesgo para el sistema, registrando un margen del 1 % entre ambas variables, cuando comúnmente esa cifra llegaba cómodamente hasta el 12 %.
Según Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen), garantizar la confiabilidad del sistema en el mediano plazo costará entre $10 y $12 billones anuales, un panorama complejo para los inversionistas que necesitan garantías de parte del Gobierno.
Para aportar a estas metas, ISAGEN seguirá invirtiendo en el país para sumar nuevos megavatios verdes al sistema y proyecta tener en funcionamiento la primera planta de baterías solares en Meta para finales del año. En 2035 espera alcanzar 3.000 nuevos megavatios de energía verde y así duplicar su capacidad instalada actual, con una convicción clara: aunque el crecimiento exige adoptar tecnologías no convencionales, el árbol necesita conservar la buena salud de su tronco, que ha madurado por tres décadas, así el país contará con un sistema sostenible, diversificado y confiable.
Por ISAGEN
