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Fondo Acción, organización colombiana con más de 20 años de experiencia en inversiones de ambiente y niñez, y la prestigiosa ONG ambientalista Conservación Internacional, crearon en 2017 el Programa La Minga - Todos Juntos. El primer mecanismo financiero para garantizar la conservación de la biodiversidad marino costera y el bienestar de 6.000 familias que viven en zonas de gran importancia biológica global, en áreas protegidas regionales ubicadas en Bahía Málaga en Buenaventura, Valle del Cauca, y Nuquí, en el norte del Chocó.
Este programa atiende el reto de hacer realidad lo dispuesto en los planes de manejo de las áreas protegidas en el Pacífico colombiano.
La palabra “minga”, de origen quechua, significa unir múltiples esfuerzos para un lograr un objetivo en común. Guiados por este concepto, el programa cuenta con la participación activa de los actores locales, representados por las autoridades ambientales regionales Codechocó y la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), y los consejos comunitarios afrocolombianos de Chucheros, La Plata-Bahía Málaga y Riscales.
A través de La Minga, se busca fortalecer la gobernanza activa y efectiva de los recursos naturales en los territorios étnicos del Pacífico, mejorar las condiciones de conservación de la biodiversidad en los ecosistemas prioritarios de la zona y mantener sus servicios ecosistémicos. Además, el programa busca impulsar el desarrollo de modos de vida sostenibles en las comunidades locales, como alternativa a actividades que afectan la biodiversidad del territorio.
Sí es posibles que las mujeres sean escuchadas
A través de La Minga, las organizaciones locales han aumentado el involucramiento de las mujeres en el desarrollo de los proyectos de conservación y uso sostenible de los recursos naturales presentes en las áreas protegidas. En un proceso gradual se ha mejorado su participación en la realización de actividades de capacitación, formación, ejecución directa de proyectos y participación en espacios de toma de decisiones sobre su territorio. Tres organizaciones lideradas por mujeres, la Asociación de Mujeres Vigías de la Piangua (Fuvipia), el Consejo Comunitario de Chucheros y la Asociación Raíces Piangüeras, desarrollan proyectos de conservación y uso sostenible de la biodiversidad en sus comunidades. El reconocimiento colectivo de la importancia de su rol como mujeres en los procesos de conservación y gobernanza de sus territorios, permite que sean reconocidas como líderes en el monitoreo de piangua y la conservación de los manglares.
En el desarrollo de La Minga, se ha fomentado la participación de las comunidades locales mediante acciones de fortalecimiento de capacidades para la promoción de liderazgos democráticos y la consolidación de procesos organizativos, con el fin de crear las condiciones para la realización de los procesos de conservación y uso sostenible de los recursos naturales marino costeros.
La Minga le ha apostado a un enfoque de trabajo a largo plazo, basado en el fortalecimiento de la gobernanza local, en la participación equitativa de las organizaciones de base comunitaria y en la consolidación de áreas protegidas regionales declaradas. Durante sus 4 años de trabajo el programa ha co-financiado 17 proyectos locales y ha fortalecido cadenas productivas de la región en pesca, piangua, turismo y reciclaje.
Invirtiendo en la protección del Pacífico
Las inversiones de La Minga se basan en los planes de manejo cuatrienales de las áreas protegidas regionales. En estos, se establecen objetivos de conservación y estrategias de manejo que se concertan entre las entidades públicas y las comunidades locales involucradas. Sin embargo, muchas veces no se cuenta con los recursos necesarios para implementar los planes de manejo. En este contexto La Minga hace la diferencia, pues reconoce el esfuerzo de las partes, valora su concertación y promueve ejercicios de diálogo y priorización.
A través de La Minga se fomenta la transparencia, la equidad y la eficiencia en la asignación y ejecución de los recursos financieros, mediante la participación de las autoridades regionales y locales para la presentación y diseño conjunto de planes de inversión en las áreas de interés. Se promueve la participación de organizaciones locales de base comunitaria en la realización de las actividades priorizadas, quienes a su vez participan en convocatorias sobre la base de términos de referencia con criterios de evaluación conocidos por todos los participantes.
Además, la forma de operar colaborativa y multiactor de La Minga facilita el aprendizaje y la adaptación continua, porque las inversiones anuales y la ejecución de los proyectos generan lecciones y resultados, que permiten el mejoramiento de los procesos de inversión y toma de decisiones entre los actores.
Las áreas marinas protegidas regionales de Colombia pueden ser modelos de conservación replicables y escalables, cuando se garantizan condiciones financieras e institucionales basadas en la gobernanza local. El mecanismo financiero que desarrolla La Minga aporta la sostenibilidad financiera necesaria para llevar los planes de manejo a la acción con impacto ambiental y social en áreas de importancia ecológica en Colombia y en la región del Pacífico Oriental Tropical.