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Las comunidades que están liderando un modelo para mejorar el acceso al agua

Se estima que en Colombia el 60 % de la población rural no tiene acceso a agua gestionada de manera segura. Para atender esta situación, la Fundación Grupo Argos impulsa un modelo sistémico que comprende el ciclo completo del recurso hídrico —desde su nacimiento en las montañas hasta su llegada al mar—, con intervenciones que fortalecen la seguridad hídrica, restauran ecosistemas estratégicos y promueven el acceso a agua segura para miles de personas en Colombia.

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30 de octubre de 2025 - 01:01 p. m.
Aquavida es una iniciativa que ofrece soluciones prácticas e innovadoras para reducir la brecha en el acceso al agua.
Aquavida es una iniciativa que ofrece soluciones prácticas e innovadoras para reducir la brecha en el acceso al agua.
Foto: Fundación Grupo Argos
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Quizá una de las formas o materializaciones más claras de los ciclos naturales en el planeta, del eterno retorno de las partículas que componen la vida, es el mar y flujo del agua. Aunque los océanos puedan parecer lugares estáticos, se tratan de ecosistemas cíclicos y dinámicos en los que el agua marina se evapora para formar nubes que luego se condensan y cae en forma de lluvia, de regreso, en el mar.

Colombia tiene la riqueza de encontrar dentro de sus fronteras, terrestres y marinas, un gran número de lugares donde nace, brota, transita y el agua pasa por sus diferentes estados a lo largo de sus ciclos en la Tierra. Según algunas estimaciones, nuestro país concentra el 5 % del agua del planeta, lo cual representa un gran potencial y un motor de prosperidad si esa riqueza hídrica es manejada de manera sostenible.

Este potencial, sin embargo, no significa siempre un presente o un futuro asegurado. Y algunas cifras muestran esa realidad. Según cifras oficiales, se estima que cerca del 60 % de la población rural colombiana no tiene acceso a agua gestionada de manera segura. A esto se suma los problemas que están enfrentando ecosistemas clave en el país, por ejemplo, según cifras del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), en 2024 Colombia perdió más de 89.000 hectáreas de bosque, gran parte de estas en el arco amazónico donde surgen los famosos “ríos voladores” que regulan y alimentan las lluvias en todo el continente.

Estos datos muestran los retos, en un país con una gran riqueza hídrica, para manejar de manera equitativa y sostenible la protección de los recursos hídricos para todos sus habitantes y a lo largo del territorio.

Para atender a esta situación, y sumarse a los esfuerzos realiza tanto el Estado como las organizaciones comunitarias para avanzar hacia un mejor acceso al agua potable, la Fundación Grupo Argos lidera desde hace más de una década una estrategia integral para la protección del agua y la biodiversidad, articulando la conservación ambiental con la calidad de vida de los colombianos.

Estas acciones se han enfocado, en particular, en la macrocuenca Magdalena-Cauca, es decir, en torno a las cordilleras de los Andes, donde se concentra la mayoría de la población del país, pero también donde se ejerce la mayor presión en estos ecosistemas. En esta zona del país, la fundación ha enfocado sus acciones a través de una estrategia integral que incluye estudios científicos, educación ambiental, planificación y gobernanza de territorio y, entre otros factores, de participación comunitaria para mejorar la conservación de ecosistemas clave, así como la calidad de agua que llegar a los hogares de los colombianos.

Pero, ¿cómo se logra esto?

Una protección de las fuentes de agua

Como explican los equipos que lideran estos procesos que adelanta la Fundación Grupo Argos, estas estrategias parten de la compresión de que el agua es el elemento determinante del desarrollo sostenible. Y esto implica comprender que el acceso inicia con la protección de los ecosistemas, y no como un tema de mejorar la infraestructura disponible.

Bajo este principio la Fundación impulsa un modelo sistémico que busca impactar el ciclo completo del recurso hídrico desde su nacimiento en las montañas hasta su llegada al mar, con intervenciones que fortalecen la seguridad hídrica, restauran ecosistemas estratégicos y promueven el acceso a agua segura para miles de personas en Colombia.

Con esta misión, se están desarrollando un gran abanico de estrategias y proyectos a lo largo del territorio colombiano. Entre ellos, hay unos que buscan recuperar amplias hectáreas de bosque perdidas por la actividad humana, mientras que otras buscan cambiar la relación de las comunidades locales con su entorno para mejorar la seguridad hídrica y, de esta manera, garantizar el bienestar de miles de familias, a través de modelos innovadores de conservación.

Cómo explica María Camila Villegas, directora ejecutiva Fundación Grupo Argos, esta labor se ha centrado en tres ventanas de trabajo clave, relacionadas tanto con la operación de los negocios de Grupo Argos como de zonas estratégicas para la conservación y estabilidad hídrica. Estas se han priorizado en el río Claro (en el Magdalena Medio, en Antioquia), el río Cartama (en el suroeste de Antioquia) y el río Saldaña (Tolima), caracterizadas por su biodiversidad, la existencia de especies endémicas y por ser cruciales para el abastecimiento hídrico.

Una de las líneas estratégicas que engloba estos procesos tiene que ver con la iniciativa Agua y Biodiversidad. Estas intervenciones tiene el objetivo de preservar los servicios ecosistémicos que proveen los bosques y las fuentes hídricas, mantener la biodiversidad y mitigar los efectos del cambio climático, con el objetivo de que Colombia siga siendo el cuarto país del mundo con mayor disponibilidad de agua dulce y uno de los más biodiversos del planeta.

Mejorando el acceso al agua

Todas estas acciones van en línea con una iniciativa que busca mejorar no solo el acceso al agua que llega a los hogares colombianos, en particular en zonas rurales, sino la calidad. Se trata del programa Aquavida, una iniciativa que ofrece soluciones prácticas e innovadoras para reducir la brecha en el acceso al agua. Desde su puesta en marcha en 2020, ha implementado más de 32.000 soluciones de acceso a agua segura en 170 municipios de 18 departamentos, beneficiando a más de 162.800 personas, lo que representa un aumento del 19 % respecto a 2024.

Estas soluciones, tanto familiares como comunitarias entre ellas los filtros Ekofil, las naves del agua, los árboles de agua y las ‘Torres de Vida’, se complementan con jornadas educativas sobre higiene, salud y cuidado del recurso hídrico.

Además, la Fundación realiza monitoreos continuos de la calidad del agua (se han realizado 29 en lo corrido de 2025) y procesos de seguimiento han evidenciado resultados concretos en la economía de los hogares: las familias beneficiarias han logrado reducir entre 2.000 y 300.000 pesos mensuales sus gastos en compra.

Además, también se han realizado estudios de monitoreo para medir el impacto del tratamiento del agua en las comunidades rurales, con cifras que apuntan a que las enfermedades asociadas a su consumo en estos hogares disminuyó en un 85 %.

Con esta meta en mente, la Fundación se ha trazado un propósito ambicioso: llevar soluciones de acceso a agua segura a 500.000 personas antes de 2030, aportando de manera directa al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6 de las Naciones Unidas, orientado a garantizar la disponibilidad y gestión sostenible del agua para todos.

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