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Somos una organización sin ánimo de lucro conformada por personas que velamos por el cuidado y la protección de los recursos naturales. Llevamos mucho tiempo en territorio, sembrando, construyendo y proyectando, junto con las comunidades locales, áreas para la conservación y recuperación del bosque húmedo tropical, con el fin proteger el hábitat de una de las aves emblemáticas de la zona: Semnornis ranphastinus. Este ejercicio ha implicado la protección de las fuentes hídricas, el cuidado y monitoreo de la fauna y flora y la defensa de una figura de reserva que nace entre las montañas andinas y confluye en los bosques amazónicos. (Lea: Agrobiodiversidad en Montes de María: una historia de resiliencia)
Una de las actividades que desarrollamos al interior de esta reserva es el ecoturismo, ya que hace parte de un eslabón donde la participación de los medios biofísicos y vínculos socioambientales de las comunidades rurales, propician espacios y actividades sostenibles, que han transformado las actividades extractivas en los ecosistemas, fomentando la protección de las diversas especies, sobre todo, de aves que residen en la zona.
Sin embargo, el desarrollo de los objetivos y actividades de la fundación se ha visto truncado por la presencia de grupos armados ilegales, que, a pesar del proceso de Paz, siguen ocasionando daños irreparables e ilegítimos en el territorio, dejando que las comunidades continúen involucradas en procesos de violencia que surgen de la necesidad de controlar, usar y manejar la tierra.
Desde mediados de marzo del 2023, se han venido presentando acciones que interrumpen la tranquilidad de las y los habitantes de esta comunidad. Así fue como una noche del mes de junio la realidad obligó a las personas a esconderse y protegerse de un atentado en una vereda cercana al casco urbano. A partir de ese momento creció la zozobra de los habitantes del municipio, tanto en zonas rurales cercanas como dispersas. (Lea: Oso andino: el “jardinero” de los bosques andinos está en peligro)
Las mujeres de las comunidades, vinculadas a la organización, reconocen sus capacidades para administrar y organizar la protección y cuidado de la figura de reserva. Ellas junto a los demás participantes de esta organización, resaltan el fuerte trabajo con la población cercana y algunas instituciones educativas en torno al cuidado y protección de los recursos naturales y fuentes hídricas. Sin embargo, un día después de la difícil noche, grupos ilegales de la zona hicieron una reunión en esta localidad, donde informaron a la población que harían presencia en el territorio, por lo tanto, debían abstener de transitar para sus fincas.
A partir de ese momento, las personas de la fundación dejamos de realizar nuestras actividades, por motivos de seguridad. Hasta hace dos meses, estos grupos ilegales salieron de la zona y las personas de la organización pudimos ingresar al área de la reserva para revisar el estado en el que se encuentra, desafortunadamente se tiene una realidad desalentadora, ya que su presencia provocó la destrucción de partes de infraestructura y otros bienes que se encuentra al interior de la reserva (sistema eléctrico, artículos de cocina, colchonetas, sabanas, cobijas, víveres, nevera, estufa, herramientas) perdida de equipos(Cámara fotográfica, cámaras trampa y 4 binoculares 4).
Las comunidades, sobre todo, las mujeres de la zona, rechazan estas acciones que interrumpen el bienestar del ecosistema y estanca las actividades programadas que buscan el desarrollo sostenible y la conservación comunitaria del territorio.