Los gremios y empresas que integramos el sector eléctrico seguimos activos con propuestas y análisis técnicos sobre las situaciones que generan presión al sistema. Los anuncios recientes del ministro de Minas y Energía y del propio presidente son un llamado a profundizar el diálogo entre agentes, reguladores, autoridades y gobiernos. Por ello, seguimos firmes con nuestra posición técnica y experta, disponiendo mensajes claros para que los colombianos no se queden con un mensaje confuso que genere desconfianza.
Aunque el esquema de la Bolsa de Energía ha sido uno de los más cuestionados, porque aparentemente favorece ganancias injustificadas en detrimento de los usuarios y causa incrementos en las tarifas, debemos insistir en el mensaje técnico que explica que los precios que se forman en la Bolsa no son controlados por sus participantes, que en ocasiones más que ganar deben comprar a precios altos, porque la Bolsa refleja las dinámicas del mercado en virtud de la relación oferta-demanda y factores externos como precios de combustibles, imprevistos técnicos, el clima y otros.
Y aunque la coyuntura de las tarifas es muy importante, no lo es menos la falta de nueva oferta de energía firme al sistema, ya que cualquier solución a las tarifas en el corto plazo, no será duradera por la presión que la falta de energía pondrá a los precios de la electricidad en el mediano plazo. La demanda sigue creciendo, gracias a la dinámica económica y social del país, pero el parque de generación no lo hace al mismo ritmo.
Ese es el motivo de las señales sobre posibles consecuencias futuras que se vienen activando en distintas instancias: empresas, gremios y operadores, y se justifican en que estos proyectos de generación de energía firme tardan años en ingresar, deben planearse con mucha antelación y requieren grandes inversiones.
Insistimos en la necesidad de mantener un diálogo abierto y respetuoso, por la seguridad energética en el largo plazo de un sistema que se ha mantenido operando y sin cortes en más de tres décadas. Entre los temas que requieren ese diálogo urgente están el impago de las deudas por parte del sector público a los agentes del sector, la velocidad adecuada de nuestra transición energética, el sostenimiento del cargo por confiabilidad y otras señales regulatorias y la incertidumbre sobre proyectos de inversión que han sido abandonando.