Hace un par de días, el video de un ejemplar de un pez conocido comúnmente como “diablo negro” o “rape abisal” (Melanocetus johnsonii) se hizo viral en redes sociales. La razón es que uno de los pocos registros en el mundo de un “diablo negro” adulto y vivo, “a plena luz del día y en superficie. Un pez legendario que pocas personas habrán tenido el privilegio de observar con vida”, como describió la ONG Condrik Tenerife, encargada del hallazgo.
El ejemplar fue visto el 26 de enero cerca de la costa de la playa de San Juan, cerca a Tenerife, España. En el video publicado por la ONG se ve como nada hacia la superficie del mar, algo inusual teniendo en cuenta que es un pez que vive en el fondo marino entre los 200 y los 2000 metros.
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La primera impresión que generó el video donde se ve al pez con vida, fue la de una especie grande y feroz por su apariencia física, como incluso se mostró en la famosa película infantil “Buscando a Nemo”. Sin embargo, nuevos videos cambiaron la manera de percibir al “diablo negro”.
En redes sociales se han publicado varios videos del ejemplar en el Museo de Naturaleza y Arqueología (MUNA) de Santa Cruz de Tenerife. Allí fue llevado luego de que muriera poco después de que ser avistado, como confirmaron a National Geography España, Laia Valor y Antonio Sabuco, integrantes del equipo que halló el pez. “Al tratarse de un suceso tan remarcable, decidimos llevarlo al Museo de Naturaleza y Arqueología, que es una colección pública, para que pudiera ser estudiado. Allí está en manos de especialistas, pero no sabemos exactamente en qué fase se encuentra hoy la investigación”, confirmaron.
Aunque muchos pensaron que se trataba de un pez gigante, la realidad es que el “diablo negro” cabe perfectamente en la mano de una persona. Las hembras pueden llegar a medir 18 centímetros, mientras que el macho es diez veces más pequeño y no puede sobrevivir por sí solo.
Es una especie del género "Melanocetus”, que significa literalmente “monstruo marino negro”, según Condrik Tenerife. Habita los mares tropicales y subtropicales de todo el mundo, siendo citado por primera vez en las costas de Madeira, entre Europa y África.
Es un depredador de las profundidades, y justamente una de sus características más distintivas es que utiliza su apéndice dorsal repleto de bacterias simbióticas bioluminiscentes a modo de cebo para atraer a sus presas. Los machos, en lugar de alimentarse, se adhieren a la hembra como parásitos reproductores. Su cuerpo es de color negro o marrón oscuro, y tiene una gran boca llena de dientes afilados y translúcidos.
Los biólogos marinos aún no saben con exactitud por qué fue visto a pocos metros de la superficie, pero esperan que los investigadores que están estudiando el ejemplar puedan dar una respuesta pronto, y que el hallazgo sirva para conocer mejor esta especie.
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