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¿Por qué el desperdicio de alimentos contribuye a la crisis ambiental?

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08 de abril de 2022 - 04:22 p. m.
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Al año 40% de los alimentos producidos en el mundo no se consumen, lo cual tiene graves impactos en la salud del planeta. Parte de la solución a esta problemática recae en las manos de los consumidores.

Intenta aprovechar los alimentos en su totalidad sin desperdiciar ni una cáscara.
Intenta aprovechar los alimentos en su totalidad sin desperdiciar ni una cáscara.
Foto: ELIZABETH DALZIEL

El desperdicio y la pérdida de alimentos es una problemática a nivel global que tiene un significativo impacto en la crisis ambiental actual. Al desperdiciar o perder comida se contribuye a la degradación y la pérdida de la naturaleza y al cambio climático. Se estima que el desperdicio de alimentos es responsable del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo, es decir, casi el doble de las emisiones producidas por todos los automóviles que se conducen en Estados Unidos y Europa en un año.

En cuanto a su impacto en la pérdida de naturaleza, detrás de la producción de cada alimento se emplea una gran cantidad de tierra, agua y energía, por lo cual, cuando se desperdician o se pierden también se está botando a la basura todos estos recursos valiosos. Esto sin contar que las prácticas de producción de alimentos actuales son insostenibles ambientalmente, puesto que deforestan, sobreexplotan los suelos y el agua, y arrasan con ecosistemas y su biodiversidad.

Según el informe ‘Enviado a la basura: pérdida global de alimentos en fincas’ de WWF y Tesco, 4,4 millones de km2 de tierras agrícolas y 760 km3 de agua se utilizan para producir los 1,2 mil millones de toneladas de alimentos que se pierden antes, durante y después de la cosecha, o que se desvían a otros usos como la alimentación animal y los biocombustibles. Esto equivale a una masa de tierra más grande que el subcontinente indio y a un volumen de agua equivalente a 304 millones de piscinas olímpicas.

Sin embargo, esta es una problemática poco conocida, pues la mayoría de personas no consideran que su alimentación sea determinante en la crisis ambiental. Un estudio realizado por WWF en 8 ciudades del país, reveló que los colombianos dicen no desperdiciar alimentos por vergüenza o por considerarlo éticamente incorrecto, a pesar de que se pierde y desperdicia el 34% de los alimentos producidos en el país. El panorama a nivel global no es más alentador, pues aun cuando anualmente no se consumen el 40% de los alimentos producidos, muy pocos países han incluído esta problemática en sus planes de acción para enfrentar al cambio climático.

El origen del problema

Hay múltiples prácticas que están contribuyendo al desperdicio de alimentos. Si lo miramos desde nuestra cotidianidad, acciones como cocinar en abundancia y arrojar la comida que sobró, o botar a la basura frutas y verduras que en apariencia no están en su óptimo estado, pero que pueden ser consumidas, han agravado esta problemática.

Sin embargo, esta es sólo una parte del problema, pues 1,200 millones de toneladas de comida se pierden incluso antes de salir de las fincas productoras. Las causas son diversas, pero algunos de los factores que contribuyen a esta problemática son los retos que enfrenta el sistema alimentario en cuanto a almacenamiento, refrigeración e infraestructura.

A ello se suma las decisiones de los consumidores que influyen directamente en lo que llega o no a las plazas o supermercados. Muchas de las frutas y verduras que se pierden en las fincas productoras son aquellas que en apariencia están imperfectas o sobremaduras y que no se envían a supermercados o plazas porque no son compradas. También es común que muchos de los alimentos en cosecha se pierdan. Por ello, la transformación de la forma en que compramos y consumimos alimentos es crucial a la hora de enfrentar esta problemática.

Guía para no desperdiciar

Si bien son necesarias acciones contundentes por parte de los gobiernos y empresarios para transformar los sistemas alimentarios, pequeños cambios en nuestros hábitos de consumo pueden aportar.

Empecemos por el supermercado. Por ejemplo, antes de ir a hacer tus compras, haz una lista con los alimentos que vas a necesitar para así evitar las compras compulsivas de comida que posiblemente se va a desechar.

Si vas a comprar frutas y verduras no dejes de lado aquellas con distintas formas o colores que parecieran estar en mal estado, aprovéchalas para hacer deliciosas recetas. También, a la hora de cocinar utiliza cada parte de tus alimentos, sin dejar de lado tallos, puntas y hojas que suelen terminar en la caneca.

Si te sobra comida, congélala y etiquétala asegurándote de comerla más adelante. Y si no sabes bien por dónde empezar a reducir tu desperdicio, aquí te dejamos una guía para no desperdiciar, donde encontrarás algunos consejos para conservar tus frutas y verduras. Además, puedes hacer el siguiente quiz que te ayudará a determinar si tus hábitos contribuyen al desperdicio de comida.

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