Con la presentación de seis apoyos financieros a organizaciones sociales inició la estrategia “Rutas territoriales de política pública” en Colombia. Se trata de una labor conjunta entre la Unión Europea (UE), la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para incluir de manera activa a los territorios en la revisión, evaluación y coconstrucción de políticas públicas de los sectores agricultura y ambiente, favoreciendo, de esta forma, un desarrollo más armónico y sostenible del campo colombiano. Al mismo tiempo, es una iniciativa que promueve la participación de más mujeres y jóvenes en el desarrollo rural de sus territorios.
Con este propósito, la Asistencia Técnica (AT) al Desarrollo Rural con Enfoque Territorial II (AT DRET II) pone al servicio de las comunidades seis organizaciones sociales, para contribuir al fortalecimiento de los territorios, potenciando su experiencia en procesos de desarrollo local sostenible y desarrollo rural, y activando el trabajo en red que fortalece las capacidades entre actores de naturaleza diversa, como lo son la academia, los consejos comunitarios y las organizaciones de base y de carácter internacional.
(Lea La primera área protegida monitoreada de la Amazonia)
Además de propiciar la articulación horizontal entre los actores territoriales, estas iniciativas buscan mejorar los vínculos de los sectores de agricultura y ambiente con sus pares departamentales y nacionales, dice Alan Bojanic, representante de FAO en Colombia, con la idea de mejorar la eficiencia y efectividad de las políticas impulsadas desde el ámbito de los ministerios, acorde a las necesidades territoriales. Para las primeras seis rutas territoriales se ejecutarán un total de 360 mil euros durante los próximos ocho meses en los departamentos de Guaviare, Cauca, Valle del Cauca, Cundinamarca, La Guajira, Atlántico, Bolívar, Magdalena, Sucre y Córdoba, siendo una de las metas del programa DRET II llegar a 16 rutas territoriales para 2023.
“La idea es encontrar mecanismos de intervención donde las mujeres puedan participar en ciertas instancias, como en los Consejos Regionales de Agricultura, donde puedan presentar sus necesidades y prioridades, y estos sean tenidos en cuenta y reflejados en la planificación y toma de decisiones”, explica Gina Paola Pérez Soto, directora de la Mujer Rural del Ministerio de Agricultura.
(Lea El cacao: un producto que aporta al desarrollo rural y al empoderamiento de las mujeres)
Por su parte, la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo en Bogotá (AICS) señaló que la participación de las organizaciones sociales durante el ciclo de formulación, ejecución y seguimiento a los marcos normativos de políticas públicas es fundamental, ya que lo hacen con la calidad técnica que les otorga su experiencia en las regiones y con la legitimidad que les da el ser actores locales que conocen las necesidades y condiciones de sus territorios.
En materia de desarrollo ambiental y sostenibilidad, las rutas territoriales serán lideradas por WWF Colombia, la Universidad Pontificia Bolivariana, el Acueducto Regional Aguasiso y la Fundación Sacha Llaqta, que trabajarán por seguir impulsando la restauración y el uso sostenible de ecosistemas estratégicos a través de diversos mecanismos, como los contratos de conservación natural, los negocios verdes, la economía circular y los esquemas de pago por servicios ambientales. Por su parte, la Agencia de Desarrollo Económico Local del Valle del Cauca (Adel Brut) y la Fundación Alpina serán las responsables de que el sector rural logre la articulación necesaria para que las mujeres y jóvenes del campo colombiano participen en la formulación e implementación de las políticas públicas sectoriales que les favorezcan, apostándole a una mayor eficiencia y pertinencia territorial.
(Lea Gas natural, la elección ideal para proteger el medio ambiente)
“Creemos en una cooperación que afirme la participación local y que promueva el fortalecimiento de las comunidades, organizaciones y empresas en los territorios, para afianzar su autogestión y fortalecer y transformar la institucionalidad a través del desarrollo de espacios de trabajo mixto y de responsabilidad compartida”, asegura Sonia Tato, jefa de Cooperación Adjunta de la Unión Europea en Colombia.