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Durante el 19º Congreso Mundial de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), se hicieron varios anuncios que considero de suma importancia. Por un lado, se informó sobre la alta probabilidad de que el fenómeno del “Niño” se desate en los próximos meses, lo cual nos mantiene en alerta ante los posibles impactos en nuestro suministro de agua, y las repercusiones que pueda tener en los sectores productivo, agrícola y energético. Por otro lado, la OMM aprobó su plan estratégico 2024-2027, en el cual se establecen nuevas prioridades para enfrentar los rápidos cambios climáticos, sociales y tecnológicos que estamos experimentando.
En medio de la espera del temido fenómeno del “Niño”, no solo ponemos a prueba nuestros mecanismos de respuesta ante emergencias, sino que también validamos la importancia de acciones que forman parte de la gestión integral del recurso hídrico, la gobernanza del agua y los sistemas de monitoreo y alerta temprana. Para muchos, estos conceptos pueden parecer confusos y alejados de la realidad cotidiana, pero su relevancia no puede ser subestimada. (Lea: Así es la nueva especie de orquídea que descubrieron en Buenaventura)
En Colombia, se ha trabajado arduamente para incorporar la ciencia y la tecnología en la toma de decisiones relacionadas con el agua. Como parte de esta labor, desde The Nature Conservancy (TNC) hemos venido apoyando a los Fondos de Agua Biocuenca (Santander y Norte de Santander), Agua Somos (Bogotá región), VivoCuenca (Manizales), y Cuenca Verde (Medellín y Valle de Aburrá) en la formulación de sus Planes de Monitoreo y Evaluación.
Los datos son un recurso invaluable para la gestión del riesgo, y es aquí donde la tecnología muestra su poder. La implementación de estaciones hidrometeorológicas en las cuencas nos permite medir el nivel de los cuerpos de agua, calcular sus caudales y recopilar información sobre precipitación y temperatura. Estos datos se convierten en la base de una herramienta, accesible a través del River Basin Information System (RBIS), una plataforma abierta desarrollada por TNC, que permite la gestión eficiente de información hidrológica y geoespacial en los Fondos de Agua. (Lea: Los océanos están inundados de plástico, pero aún es posible salvarlos)
Así mismo, con el Sistema de Apoyo a la Toma de Decisiones (SIMA), implementado en la macrocuenca Magdalena-Cauca y en la vertiente del Orinoco colombiano, hemos logrado obtener las proyecciones de desarrollo urbano, agrícola, infraestructura e hidroenergía para estas cuencas, datos útiles para la toma de decisiones. Esta información se integra, y es recopilada a través de aplicaciones móviles como por ejemplo MiPez, la cual permite a los pescadores registrar sus faenas, especies y lugares de captura.
Es igualmente emocionante ver cómo grandes corporaciones como Microsoft, Google, y Amazon se suman a este desafío. En Colombia, la actualización del Estudio Nacional del Agua (ENA) nos brinda información valiosa para orientar nuestras estrategias de adaptación. Sin embargo, es evidente que debemos mejorar nuestros sistemas de información y profundizar en el potencial que las aguas subterráneas tienen para nuestro país.
La tecnología se ha convertido en un aliado imprescindible en la gestión del agua, desde el monitoreo hidrológico hasta el apoyo en la toma de decisiones, su contribución es innegable. La colaboración entre empresas, organizaciones internacionales y actores locales es fundamental para impulsar el desarrollo e implementación de soluciones tecnológicas que garanticen una gestión del agua sostenible y segura para todos. Debemos abrazar este desafío y aprovechar al máximo las herramientas disponibles para salvaguardar nuestro recurso más preciado.