En Argentina, en el marco de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), el presidente de la República, Gustavo Petro, y el Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Qu Dongyu, firmaron la Carta Intención sobre el Pacto por la Paz, la Seguridad Alimentaria y el Derecho Humano a la Alimentación. Con esta Carta, el Gobierno y la FAO han acordado reforzar la cooperación existente para avanzar en la lucha contra el hambre, generar sistemas alimentarios sostenibles, lograr sociedades rurales prósperas e inclusivas, y avanzar en una agricultura sostenible y resiliente.
Asimismo, se trabajará en estructurar procesos de formación y fortalecimiento de capacidades a los actores sociales e institucionales nacionales y en el territorio en los temas de producción sostenible y comercialización, Derecho Humano a la Alimentación, educación ambiental y uso sostenible de los recursos naturales, ordenación social de la tierra, gestión de riesgos y resiliencia, con el fin de asegurar su sostenibilidad.
Con esta firma, además, se espera promover la inclusión de la Agricultura Familiar, la tenencia de tierras, comercialización, asociatividad, compras públicas, extensión, crédito y tecnología. Propósitos que van en línea con la Reforma Rural Integral, mencionada en el punto 1 del Acuerdo de Paz y a la cual se le dará prioridad en el marco de esta Carta de Intención, considerando que la FAO ha sido designada por el Gobierno de Colombia como acompañante internacional de este punto.
Prioridad para Arauca, Boyacá, Cesar, Guainía, La Guajira, Norte de Santander y Vichada
Igualmente, el contenido de esta Declaración prevé un trabajo articulado entre el Gobierno y la FAO para fortalecer el desarrollo económico y social en las zonas de frontera del territorio colombiano, principalmente en la frontera colombo-venezolana. Las acciones estarán encaminadas a superar el hambre y la malnutrición, y avanzar en la garantía del Derecho Humano a la Alimentación de la población, principalmente en los departamentos de Arauca, Boyacá, Cesar, Guainía, La Guajira, Norte de Santander y Vichada.
La firma de este documento, impulsado por la Cancillería colombiana, representa un avance en la alineación de las acciones del Sistema de Naciones Unidas con las transformaciones definidas en el Plan Nacional de Desarrollo y la búsqueda de la Paz Total, que cimienta cada una de las acciones emprendidas por el Gobierno nacional y redunda en una vida digna, sin hambre y con oportunidades.