No es un secreto que las redes de pesca que dejan los barcos, especialmente industriales, constituyen un gran problema para muchas especies marinas. Pero si hacía falta pruebas, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) publicó un informe que muestra que los grandes mamíferos del mar están sufriendo las consecuencias.
De acuerdo con el documento, en solo un año (2024) hubo 95 enredos de estos mamíferos en Estados Unidos, una cifra que representa un incremento del 48 % frente al año anterior (2023), cuando hubo 64.
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El número de casos es mucho mayor, incluso, que el promedio de los enredos que han sufrido estos mamíferos en los últimos 17 años.
La NOAA es clara en señalar lo que esto representa para diferentes especies de ballenas: “los enredos en artes de pesca o desechos marinos representan una amenaza constante para el bienestar y la recuperación de muchas especies de ballenas. Los enredos que involucran especies amenazadas o en peligro de extinción pueden tener un impacto negativo significativo en la población en su conjunto”, explica en un comunicado.
Además, indica que, en ocasiones, las ballenas no logran liberarse de esas redes y pueden quedar atrapadas por días, meses o, incluso, años. Esas situaciones interfieren en su nado, en su alimentación, su respiración y en una larga lista de funciones vitales.
“Los enredos graves pueden causar lesiones que resultan en la muerte por infección, inanición, amputación (como aletas o colas), pérdida de sangre, estrangulación o ahogamiento”, se lee en el documento publicado por esa entidad.
De acuerdo al informe, la mayoría de enredos que hubo en el 2024 en EE.UU. afectó a las ballenas jorobadas. En total, detectaron que 77 ejemplares resultaron perjudicados. Además de redes, suelen enredarse con boyas y cuerdas.
“Estamos muy preocupados y alarmados”, le dijo a Smithsonian Magazine Scott Landry, director del Programa de Respuesta al Enredo de Animales Marinos del Centro de Estudios Costeros de Massachusetts. “Las ballenas francas del Atlántico Norte [otra de las especies que suelen resultar perjudicadas por las redes de pesca] fueron cazadas hasta el borde de la extinción, por lo que nos ha llevado mucho tiempo recuperar su población hasta donde se encuentra hoy. Cualquier cosa que ponga en peligro esta situación es muy estresante”.
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