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Una nueva especie de mantarraya fue descrita recientemente, después de 15 años de observaciones y análisis liderados por la bióloga marina, pionera en el estudio de estos animales, Andrea Marshall. Se trata de Mobula yarae, que habita en aguas tropicales y subtropicales desde el este de Estados Unidos hasta Brasil, incluyendo el golfo de México y el mar Caribe.
Esta es la tercera especie de mantarraya que se conoce oficialmente hasta el momento. En 2009, la Dr. Marshall descubrió que lo que se creía que era una sola especie de mantarraya, en realidad se trataba de dos distintas. Desde entonces se conocían dos especies: la manta oceánica gigante (Mobula birostris) y la manta de arrecife (Mobula alfredi).
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Sin embargo, en aquel entonces, Marshall intuía la existencia de una tercera especie. “A todos les había impactado bastante que hubiera dos especies de mantarraya y, de repente, tuve que argumentar que había tres. Para ser honesta, no estaba segura de si alguien me creería, pero nunca dudé. Esa confianza provenía del hecho de que me había llevado seis años diferenciar las dos primeras especies y, para entonces, las conocía a la perfección. Esa manta no se parecía a ninguna de ellas”, dijo la bióloga a la Fundación de Megafauna Marina (MMF), de la que es cofundadora.
Si bien la nueva especie comparte muchas características con las dos especies de manta existentes, —lo que explica por qué permaneció sin ser reconocida formalmente durante tanto tiempo— M. yarae tiene manchas blancas distintivas en los hombros en forma de “V”, a diferencia de las manchas en forma de “T” en M. birostris.
Esta nueva especie puede alcanzar el tamaño de la manta oceánica gigante (entre 4,8 y 6 metros de ancho), pero los científicos han observado principalmente ejemplares jóvenes, que son más pequeños. También tiene una coloración más clara alrededor de la boca y los ojos en comparación con las caras más oscuras de las mantas gigantes.
“Las diferencias son consistentes una vez que se sabe qué buscar, pero son tan sutiles que su identificación definitiva requiere experiencia”, dijo Jessica Pate, fundadora del Proyecto Manta de Florida y una de las investigadoras que se unió al trabajo de Marshall.
Tras el reconocimiento de la tercera especie en aguas mexicanas, la Dra. Marshall amplió su investigación a otras zonas del Atlántico. Entre 2009 y 2010, viajó a Brasil durante los meses de invierno para colaborar con la investigadora Ana Paula Balboni Coelho, quien desde 2001 recopilaba fotoidentificaciones de mantarrayas en aguas brasileñas como parte del Proyecto Mantas do Brasil. Allí identificaron la presencia de M. yarae.
Durante ocho años, el equipo de investigadores realizó el trabajo de campo en México, Brasil y Florida, documentando a los animales mediante fotografía y observación submarina. Sin embargo, en julio de 2017 encontraron una manta muerta naturalmente hallada en la costa de Florida, Estados Unidos. Esto representó una oportunidad científica excepcional. El espécimen intacto finalmente podría proporcionar las mediciones morfológicas detalladas y las muestras genéticas necesarias para completar la descripción formal de la especie.
El ejemplar hembra juvenil de 2,4 metros estaba intacto, sin cicatrices y aún fresco: una oportunidad que requería una acción inmediata, cuenta la Fundación de Megafauna Marina.
El descubrimiento de la nueva manta ofrece a los científicos una visión de la evolución, pues la evidencia genética sugiere que M. Yarae divergió recientemente de otras especies de mantarraya.
La investigación completa fue publicada recientemente en la revista Environmental Biology of Fishes.
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