
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El año pasado fue el más cálido jamás registrado, con una temperatura media global en la superficie de 1,55 °C más alta frente al periodo de referencia, que va de 1850 a 1900.
Aunque suele pasar desapercibido en las noticias, uno de los factores clave para que se rompan los récords de temperatura en la superficie del planeta, está en los océanos. De hecho, durante 2024 también se rompió el récord de la temperatura oceánica.
John Abraham, de la Universidad de Santo Tomás (Estados Unidos), tiene una forma de resumirlo: “para saber qué está ocurriendo con el clima, la respuesta está en el océano”.
Esto se debe, según explica la Organización Meteorológica, al hecho de que el océano absorbe cerca del 90 % del exceso de calor provocado por el calentamiento global.
Un reciente estudio, publicado en la revista académica Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS), analizó la relación entre el aumento de la temperatura global del aire en la superficie con las temperaturas locales de la superficie del mar. La idea, explicaron los investigadores, era poder cuantificar el papel del cambio climático causado por los humanos en olas de calor marinas.
Estas olas, definen los científicos, liderados por Marta Marcos, de la Universidad de las Islas Baleares (España), son aumentos extremos de la temperatura de los océanos durante un periodo prolongado, lo que supone una amenaza creciente para los ecosistemas marinos vulnerables.
Tras analizar miles de datos, los investigadores concluyeron que el cambio climático ha triplicado la duración de las olas de calor oceánicas y que la mitad de estos fenómenos, desde inicios de milenio, no se habrían dado si no fuera por el aumento de las temperaturas a nivel global.
Pero esto no solo está teniendo impactos para los ecosistemas marinos, como los bosques de algas o los arrecifes marinos, sino que, como le explicó Marcos a The Guardian, “los océanos más cálidos proporcionan más energía a las fuertes tormentas que afectan a la gente de la costa y del interior”.
Un ejemplo de esto, recuerdan los investigadores en su estudio, fueron las lluvias de Libia en 2023, en las que más de 11.000 personas fallecieron. “Las probabilidades de que se produjeran fueron hasta 50 veces mayores debido al calentamiento global, que elevó las temperaturas en el Mediterráneo hasta 5,5 ºC”, agregaron los científicos.
“La única solución es reducir la quema de combustibles fósiles. Es una relación muy clara. Más del 90% del calor extra se almacena en el océano. Si se deja de calentar la atmósfera, se dejará de calentar el océano”, concluyó Marcos.
🌳 📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre el ambiente? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🐝🦜