“Hoy somos glaciólogos, estudiando glaciares en extinción. Mañana seremos contadores de historias de glaciares que existieron”.
Las palabras son de Jorge Luis Ceballos, un ingeniero geógrafo reconocido popularmente como el primer y el único glaciólogo en Colombia, y uno de los protagonistas del documental Causas elevadas, que se estrenó el pasado 16 de agosto. (Le recomendamos: El último glaciólogo)
Ceballos es el responsable de la investigación de los glaciares colombianos en el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios ambientales (Ideam) y, desde hace 20 años, ha dedicado a su vida a ir, mes a mes, a los picos nevados de nuestro país para evaluar su estado y deterioro.
En los últimos 150 años, asegura, su reducción ha sido dramática. Según el Ideam, hasta el 2017 Colombia había perdido el 92 % de su masa glaciar, y solo en el siglo XX el país vio extinguir a ocho de sus nevados (sin que muchos se dieran por enterados). Lo preocupante es que, en menos de 30 años, podría perder los seis glaciares que le quedan si las condiciones climáticas actuales persisten. (Le recomendamos: Colombia tendrá una Comisión Accidental del Agua. ¿Por qué es un paso muy importante?)
Para Beto Rosero, director del documental y ambientalista, era inconcebible que la Sierra Nevada de Santa Marta —esa que podía ver desde su ventana en Barranquilla— algún día dejara de existir, como se lo decía su papá. Por eso, tras graduarse como periodista y realizador audiovisual, decidió mostrar a través de sus documentales diferentes causas sociales y ambientales de Colombia. En este, recién lanzado y grabado durante la pandemia, logró unir a dos grandes personajes y conocedores de los glaciares. Uno fue Ceballos. El otro, Fernando González Rubio, el primer alpinista colombiano en llegar a la cima del monte Everest y en alcanzar sin oxígeno artificial seis de las 14 cumbres más altas del planeta. (Le puede interesar: No es solo Santa Marta: estos son los municipios con alerta roja por riesgo de inundación)
A partir de las experiencias de estos conocedores de décadas de nuestras cumbres blancas, Rosero quiso mostrar lo que Colombia estaba perdiendo. En sus palabras, “lo que quería era abrir la conversación y que los colombianos entiendan que el cambio climático y el calentamiento global es real, y lo tenemos aquí cerca”, explica. “La manera más fácil de verlo es con el derretimiento de los glaciares, por lo que tenemos que empezar a exigir políticas ambientales ahora mismo”. (Le recomendamos: Descubriendo peces en el río Mira, una de las cuencas más inexploradas de Colombia)
Actualmente el país cuenta con las últimas seis zonas glaciares. Cuatro de ellas están ubicadas sobre estructuras volcánicas que se consideran activas, por lo que se les llama volcanes nevados, (Volcán Nevado del Ruiz, Volcán Nevado de Santa Isabel, Volcán Nevado del Tolima y Volcán Nevado del Huila); y las otras dos se componen de una larga cadena de picos, por lo que se les llama Sierras Nevadas (la Sierra Nevada del Cocuy o Güicán y la Sierra Nevada de Santa Marta). Sin embargo, como se observa en el siguiente gráfico, todas han perdido desde 1850 gran parte de su área glaciar de manera acelerada.
“En todos estos años escalando y haciendo alpinismo he vuelto a visitar montañas a las que había llegado antes, y me he llevado la desilusión de mi vida” asegura el alpinista González. “Me he dado cuenta de que pude ser testigo de que las partes altas de nuestras montañas, y de las montañas del mundo, se están muriendo. Y ahora no sabemos qué va a pasar, porque de ahí corre el agua para los páramos, los bosques y nosotros. Y seguramente todas las cuencas hídricas van a verse afectadas”.
Al estar sobre la línea del Ecuador, nuestros glaciares son mucho más vulnerables a las variabilidades climáticas. “Van a ser los primeros glaciares en extinguirse”, asegura González Rubio.
Ceballos lo explica así: “Nuestros nevados no solo están en una zona tropical, sino que además son ecuatoriales. En todo el planeta solo hay tres lugares en el mundo con glaciares cercanos a la línea del Ecuador: aquí, unos en el oriente de África y otros en Nueva Guinea. Esa ubicación en el planeta los hace altamente sensibles, pues son glaciares bajitos, no tan fríos. No son como los Alpes, por ejemplo, que tienen una temporada de invierno y una de verano y logran sobreponerse y recuperarse, sino que tienen cambios drásticos de temperatura en poco tiempo. Uno puede subir en la mañana y el glaciar es uno, e ir en la tarde y el glaciar eso otro completamente distinto”.
En consecuencia, asegura, no se adaptan al cambio climático y responden derritiéndose muy rápidamente.
El Nevado Santa Isabel está agonizando
Uno de los casos más graves en Colombia es el del Nevado Santa Isabel, ubicado en el Parque Nacional Natural los Nevados, entre el Nevado del Ruiz y el Nevado del Tolima. De acuerdo con la información recopilada por Ceballos durante años, entre el 2010 y el 2020 perdió el 77% de su área glaciar, y entre 5 y 10 años podría estar totalmente extinto.
“Esa es una noticia que, a mí, personalmente, me pone muy triste. Porque fue el glaciar que me enseñó la glaciología, fue en donde aprendí y al que quiero tanto”, afirma Ceballos. Allí hizo sus primeras expediciones, muy rudimentarias, en las que con un aerosol de pintura roja iba marcando la reducción de la masa de hielo.
“Llegábamos al borde y lo que hacíamos era marcar con el aerosol la piedrita que estuviera más cerca. Volvíamos al año siguiente y el hielo ya estaba más atrás, por lo que hacíamos la siguiente marca. Así fuimos evidenciando cómo iba retrocediendo”, explica. A Rosero, director del documental, le impresionó lo lejos que estaban las primeras marcas hechas por el Ideam del nuevo borde de nieve, al que llegaron durante estas expediciones. “Este documental será como una memoria de algo que en un futuro ya no va a estar”, dice. (Le puede interesar: Fragmento del libro «Magdalena. Historia de Colombia» de Wade Davis)
Desde 2006 Colombia empezó a mejorar su monitoreo de glaciares, y empezó a aplicar métodos y mediciones internacionalmente reconocidas. “Para los 2000 llevábamos casi una década de atrasos en tecnologías de investigación glacial”, cuenta Ceballos. “Pero cuando se empezó a hablar tan fuerte del cambio climático, y de que los glaciares son los mejores indicadores y alertas ante este, empezamos a recibir apoyo y financiación internacional”. Casi todo lo que sabe, agrega, se lo enseñaron suizos.
Aunque Ceballos continúa con su labor incansable y constante de monitoreo, sabe que no puede salvarlos, y es honesto en afirmar que la extinción de los glaciares no tiene reversa. Pero se mantiene optimista. Las nuevas generaciones, dice, saben qué está pasando en el mundo y qué está pasando con nuestros glaciares, y se han interesado en estudiarlos y construir su historia. Hace unos años, jóvenes en el Tolima le pidieron que les enseñara a medir y monitorear la masa glaciar. “Se apropiaron de su glaciar y ellos mismos lo están monitoreando, yo creo que es el único caso en el mundo así”, cuenta. Ahora, se les sumaron unos en el Cocuy. “Esa es una muestra de que estos jóvenes saben que hay que adaptarse, que se vienen situaciones duras y que hay que asumirlas”, concluye.
En el pasado, numerosos glaciares se extinguieron en Colombia sin que el país se hubiera enterado. No hay muchos registros ni noticias de lo que perdimos. ¿Qué pasará con los seis glaciares que aún nos quedan?
*Causas Elevadas se emitirá nuevamente por Señal Colombia el viernes 24 de septiembre a las 9:00 p. m. y estará disponible en RTVCPlay a partir del 18 de septiembre.