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La revista Oceanographic Magazine premia todos los años las mejores fotografías de la vida en los océanos, con el galardón Ocean Photographer of the Year.
En la edición 2025 de este premio, la revista entregó el reconocimiento en 10 categorías diferentes. Además del mejor fotógrafo del año, la revista tuvo en cuenta las categorías vida salvaje, bellas artes, fotografía de aventura, conservación (impacto), conservación (esperanza), conexión humana, fotógrafo juvenil, portafolio oceánico y el premio Fifty Fathoms Femenino.
El premio Fifty Fathoms Femenino lo recibió Jialing Cai, de Anilao, Filipinas, con su fotografía titulada Un pez captura una medusa. “Posiblemente, la atrapó para defenderse químicamente, aprovechando las toxinas de sus tentáculos. Mientras el pez sostenía la medusa en la boca, parecía como si estuviera inflando un globo”, dijo Cai para la revista.
En la categoría Portafolio oceánico, el premio se lo llevó Matthew Sullivan de Florida, Estados Unidos, con la pieza llamada Un curioso pez mandíbula. El fotógrafo dijo a la revista que “2025 fue un año excepcional para avistar machos incubando bucalmente. Este macho en particular fue bastante audaz y, una vez que se sintió cómodo conmigo, me permitió tomar esta imagen”.
El fotógrafo juvenil oceánico del año se lo llevó Aarón Sanders, de Reino Unido, con una fotografía de dos calamares. “Al amparo de la noche, dos diminutos calamares Bobtail se entregaron a una exhibición íntima, con los brazos entrelazados mientras se apareaban en el fondo marino”, explicó a la revista.
Mientras tanto, el Premio a la Conexión Humana: Personas y Planeta Océano lo recibió Craig Parry, de Australia. La fotografía retrata una historia de más de 15 horas en la que atendieron un llamado de urgencia para salvar a una ballena jorobada que había encallado.
“Lamentablemente, a pesar de su dedicación, no se pudo salvar. Si bien el resultado fue desgarrador, presenciar la colaboración y la compasión demostradas por múltiples agencias y voluntarios fue increíblemente conmovedor: un poderoso recordatorio de lo que se puede lograr cuando las personas se unen con un propósito común”, apuntó el fotógrafo para la revista.
Para la categoría de fotógrafo de conservación (esperanza) del año, el premio fue para Sirachai Arunrugstichai, de Tailandia. Sobre la pieza premiada, dijo a Oceanographic “un acuarista sostiene un frasco de vidrio con un embrión en etapa temprana de un tiburón leopardo del Indopacífico (Stegostoma tigrinum), al que se le extrajo la oviposición para un experimento de cría en el Acuario de Phuket, uno de los acuarios privados más grandes de Tailandia".
Del otro lado, en la categoría fotógrafo de conservación (impacto) del año premiaron a Hugo Bret, desde Islas Feroe. La revista escribió sobre la fotografía: “Un feto de ballena piloto de aleta larga yace sin vida bajo el cadáver de su madre en las Islas Feroe”.
En fotógrafo de aventura del año, el galardón lo recibió Ben Thouard, de Portugal, con su fotografía llamada Un día duro en Nazaré. “El viento soplaba del norte, lo que dificultaba las olas. No salieron muchos surfistas, pero Justine Dupont y Eric Rebiere, a quienes iba a fotografiar, decidieron intentarlo”, se lee en la página de los premios.
Para la fotografía de vida silvestre del año fue premiada la foto de Takumi Oyama, en Japón. “Esta foto muestra el comportamiento de dispersión larvaria observado durante la eclosión del gobio pigmeo amarillo”, afirmó Oyama para la revista.
La fotografía de bellas artes del año la recibió Marcia Riederer, desde Australia. “Se sabe que las ballenas minke enanas visitan la zona norte de la Gran Barrera de Coral durante el invierno, lo que la convierte en la única congregación predecible conocida de estas ballenas en el mundo”, escribió Riederer para Oceanographic.
Finalmente, el premio principal de la revista, el Ocean Photographer of the Year, fue para Yuri Ivanov, de Bali, Indonesia. La revista reseñó la fotografía con este texto: “Dos anfípodos de la familia Cyproideidae, cada uno de tan solo unos 3 mm de longitud corporal, descansan sobre un coral. Comúnmente llamadas “mariquitas marinas”, estas diminutas criaturas exhiben una coloración y simetría impactantes".
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