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En los últimos años, las orcas (Orcinus orca) han dado mucho de qué hablar, sobre todo en los medios de comunicación. En 2023, por ejemplo, llamó la atención las interacciones que estos cetáceos estaban teniendo con algunas embarcaciones, principalmente en la Península Ibérica.
Aunque se hablaba de “ataques”, e incluso se popularizó una de las orcas, a la que llamaron “Gladys”, es importante recordar que varios científicos alertaron lo problemático que resultaba proyectar “de manera inapropiada motivaciones humanas sobre estas ballenas”. En contraste, consideraban que se trataba de una moda, como las que tenemos los humanos con la moda, por ejemplo. Después de todo, enfatizaban en que las orcas eran animales socialmente complejos.
Hace unos días, por mencionar otro caso, un grupo de científicos documentó, por primera vez, la fabricación y el uso cooperativo de herramientas en orcas salvajes. En concreto, de algas para acicalarse.
Ahora, un grupo de investigadores ha obtenido un video que les permite documentar un raro comportamiento afiliativo en orcas en libertad no documentado previamente. Se trata, como contaron en un estudio publicado recientemente en la revista académica Oceans, del mordisqueo de la lengua.
“Este estudio presenta la primera observación registrada de mordisqueo de lengua entre dos orcas salvajes”, apuntaron los autores del estudio, quienes advirtieron que, hasta ahora, solo se había observado en individuos bajo cuidado humano.
Los videos que hicieron posible la descripción, fueron grabados por científicos ciudadanos en una expedición de buceo en los fiordos de Kvænangen, Noruega. “La interacción (...) duró casi dos minutos e incluyó episodios repetidos de contacto oral suave cara a cara”.
La interpretación que han hecho los científicos de este comportamiento, apunta a que el mordisqueo de la lengua es un comportamiento socialmente afiliativo que estaría implicado en el refuerzo de los vínculos sociales, sobre todo en los juveniles.
Este hallazgo, concluyeron los investigadores, “subraya la importancia de la observación etológica (el comportamiento) submarina para capturar comportamientos sociales crípticos en cetáceos e ilustra el valor de integrar la ciencia ciudadana en la documentación sistemática del comportamiento”.
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